Por si les faltaba algo a los internos en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), ubicado en Hoya Fría (Tenerife), y a quienes allí trabajan con la sucesión de motines y otros altercados o la masificación existente, desde el pasado domingo tienen que soportar los fétidos olores y la plaga de moscas que se han generado por el estancamiento de las aguas residuales, acaecida en los bajos de la referida instalación.
Bien puede tratarse de una avería puntual, pero en la imagen que acompaña a estas líneas (y las que pueden ver en www.diariodeavisos.com) se observa perfectamente como las aguas negras salen de una tubería con total libertad, lo que alimenta un enorme charco de basura incalificable.
Cuestionado a este respecto, el secretario regional de la Confederación Española de Policía (CEP), José Luis Gallardo, achacó lo sucedido a “una dejación de mantenimiento que agrava aún más las condiciones en este centro, que debería contar con mejores recursos, para así cumplir correctamente con los derechos tanto de los internos como de los compañeros que allí desempeñan sus funciones”.
Sobre este asunto, Gallardo se mostró de acuerdo con las recientes declaraciones del presidente de la Audiencia provincial tinerfeña, Joaquín Astor Landete, quien aseguró el mes pasado que “los migrantes están peor en el CIE que en la cárcel”. Para el sindicalista, no puede ser que “en la cárcel haya dos personas por celda con un baño, mientras que en un CIE están de seis en seis y con todo abierto. No existen las medidas de seguridad adecuadas para garantizar la integridad de los allí internados”.
Sea como fuere, el CIE de Hoya Fría sigue al límite de su posibilidad, y en el mismo hay en la actualidad un total de 170 personas internadas. Ello ha provocado que, debido a la notable reactivación actual de la llamada ruta canaria (ayer Interior cifró en un 21% el incremento de personas llegadas irregularmente a las Islas por vía marítima, respecto al año pasado), se ha tenido que recurrir en Tenerife a un centro de Cruz Roja como La Montañeta (Garachico), mientras que en Gran Canaria han pasado de un gimnasio a la Casa del Mar capitalina.
Uno de los módulos sigue cerrado tras un motín
Aunque la situación parece más tranquila en las últimas semanas, la masificación en el CIE de Hoya Fría ha generado serios problemas de convivencia entre los internos que, a su vez, han protagonizado motines y otras protestas. Uno de los módulos sigue cerrado por los daños causados en una de estas revueltas.