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El año de la gran mudanza

El relevo en el gobierno local de Santa Cruz sobresale en el inventario de 2019; además, las palas por fin llegaron a Valleseco y se constató que el Monumento a Franco es ilegal
PATRICIA HERNÁNDEZ ALCALDESA SANTA CRUZ
PATRICIA HERNÁNDEZ ALCALDESA SANTA CRUZ
El nuevo equipo de gobierno municipal de Santa Cruz, el cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica, el sinhogarismo y las viviendas de Añaza son algunas de las historias más destacadas de este 2019 en la capital tinerfeña. F. P. – DA

Veinte años no es nada, cantaba Carlos Gardel en Volver. Y dada la seguridad con la que la actual alcaldesa de Santa Cruz, Patricia Hernández, accedió a la Alcaldía, da la impresión de que, efectivamente, para el PSOE han pesado poco, que ha tardado, no 20 sino más de 30, en hacerse con el mando del Ayuntamiento de Santa Cruz, donde Coalición Canaria, en sus diferentes formas, llevaba asentada desde el primer gobierno democrático. Sin duda, un hito de este calibre debe encabezar el resumen de lo más importante ocurrido en la capital chicharrera en este 2019. Patricia Hernández se hizo con las riendas de un Ayuntamiento que no ha conocido otra forma de hacer las cosas que las impuestas por CC. Junto a ella, Matilde Zambudio, la edil de Cs, que dijo que no pactaría con la formación liderada por José Manuel Bermúdez, y que, incluida la expulsión de su partido, cumplió con su palabra.

Pero este cambio histórico, que es extensible al Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias, no debe tapar muchos otros que se han ido sucediendo en la ciudad, tampoco tapar aquellas cosas que, a pesar de todo, siguen inmutables al paso del tiempo. Parque Viera y Clavijo, Plan Especial de El Toscal, Balneario de Santa Cruz… son solo algunas de las cosas en las que todo ha seguido exactamente igual. En cambio, otros proyectos han visto la luz al final del túnel, un camino que parecía que nunca acabaría. Ese es el caso de Valleseco, de su playa, a la que la semana pasada llegaron las palas para empezar la fase previa de las obras que, en 2020, se iniciarán para acondicionar la llamada zona de charcos. La playa propiamente dicha es otra pelea en la que el Ayuntamiento debe fajarse para que no pasen 30 años más.

Otra de las promesas cumplidas es la restauración de la Casa Siliuto. Una tortuosa fase administrativa retrasó lo indecible que este espacio, en El Toscal, se pusiera en funcionamiento. Fue a principios de año cuando arrancó como Casa de la Juventud. También en 2019 se ha visto concluído un cambio que parecía que nunca se iba a producir, entre otras cosas porque el propio PSOE advertía de que, si llegaba a gobernar, lo paralizaría. Se trata del concurso de limpieza que ganó Valoriza, con informes técnicos que cuestionaban sus parámetros de calidad. El pasado 1 de diciembre, el mismo PSOE firmó el contrato.

MEMORIA HISTÓRICA

Este también ha sido el año de la memoria histórica en una ciudad, la de Santa Cruz, que es la que más elementos franquistas, de toda Canarias, mantiene en sus calles. El esperado informe de la catedrática de Historia María Isabel Navarro llegó, y lo hizo de manera contundente. Una treintena de calles de la capital deben cambiar su nombre y numerosas placas y escudos deben ser retirados para cumplir con la Ley de Memoria Histórica. Igual de contundente es con el Monumento a Franco, al que invita a retirar de la vía pública y ubicarlo en un espacio en el que se explique para qué fue creado y con qué motivación. Habrá que esperar al resumen de 2020 para ver si finalmente eso acaba pasando. Un año, el de 2019, en el que, curiosamente, se reconoció al último alcalde republicano de Santa Cruz, José Carlos Schwartz, como Hijo Predilecto de la ciudad, más de 80 años después de su desaparición y asesinato a manos del régimen franquista.

La llegada del PSOE al Ayuntamiento, además de todos los cambios que eso conlleva, aportó luz sobre uno de los casos de corrupción más graves que ha afectado nunca a la ciudad, el caso Las Teresitas. Y es que, aunque hay sentencia firme desde 2014, y los condenados están cumpliendo sus penas en la cárcel, recuperar el dinero es algo que ha seguido en el aire en todos estos años. Patricia Hernández anunció no solo que se ha admitido el embargo de propiedades de uno de los condenados sino que también se ha querellado por presunto alzamiento de bienes.

Pero, sin duda, uno de los mayores retos que tiene el Ayuntamiento de Santa Cruz es la lucha contra el sinhogarismo. Las personas sin hogar que pueblan las calles de la capital necesitan de una atención especializada en la que la nueva concejal de Asuntos Sociales, Marta Arocha, se ha empeñado en arrastrar al resto de administraciones. El fallecimiento de varias personas a lo lago del año en las calles, así como la llegada de inmigrantes procedentes del CIE de Hoya Fría, ha puesto el foco sobre un sistema, el de la asistencia, que necesita ser reforzada. De momento, Arocha ha conseguido algunas plazas en recursos del Cabildo para personas con enfermedades mentales o con edad suficiente para estar en una residencia de mayores.

Sinhogarismo y falta de vivienda pública van de la mano. El nuevo equipo de Gobierno al que, no se puede olvidar, apoya Unidas Podemos desde fuera, ha declarado la construcción de vivienda pública como uno de los objetivos prioritarios, y para ello se ha marcado construir 400 viviendas en cuatro años. Una promesa que habrá que seguir tan de cerca como Ramón Trujillo, portavoz de UP, que lo pone en la base de su apoyo a un gobierno de PSOE y Cs. Un área que en la que los vecinos de las viviendas de Añaza sigue esperando a que alguien cumpla con lo que les prometieron y acaben con su incertidumbre, algo que no cabe en ningún resumen.

Y si de incertidumbres se trata, eso es lo que se cierne sobre un expediente que dio paso al concierto con mayor repercusión de los Carnavales en su historia más reciente, el de Juan Luis Guerra. Que la actuación del dominicano fue un éxito de público rotundo y que será recordada durante mucho tiempo, más por unas personas que por otras, no se puede negar. Sin embargo, con el cambio de gobierno, se ha sabido que el expediente de contratación está plagado de sombras que puede que tenga que ser el juzgado el que las acabe despejando.

Este 2019 también ha sido el de la emergencia climática, el del rescate por primera vez de una concesión pública, la del parking del Corte Inglés, o el año en el que se abrió de nuevo al tráfico el entorno de la Plaza de España o la aprobación, entrada en vigor y suspensión, de la ordenanza que venía a regular el tráfico rodado en la ciudad.

También ha sido el año en el que un centenar de ancianos se quedaron, de la noche a la mañana, sin una plaza en la residencia El Drago, cerrada por falta de licencias varias, y en el que los comedores de verano acabaron atendiendo a más de 200 niños tras una carrera contrarreloj.

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