los barrios de santa cruz: igueste de san andrÉs

Entre el valle y el barranco

Igueste de San Andrés es una entidad de procedencia guanche, que, traducido, significa húmedo, según algunos investigadores. Sus vecinos reclaman una farmacia, un supermercado, un cajero y barrancos limpios
Vista panorámica de Igueste de San Andrés
Vista panorámica de Igueste de San Andrés
Vista panorámica de Igueste de San Andrés, enclavado en el Macizo de Anaga, en Santa Cruz de Tenerife. Sergio Méndez

Igueste de San Andrés es una entidad de población del municipio de Santa Cruz de Tenerife, que se encuadra, administrativamente, dentro del distrito de Anaga. El nombre del barrio proviene del barranco y valle en que se ubica. Según algunos investigadores el término es de procedencia guanche, siendo traducido como húmedo. Otros autores lo han considerado como una deformación del inglés highest, alto. Por su lado, el apelativo de San Andrés le viene por haber sido desde su origen un pago de esta localidad vecina. En esta localidad, existen diferentes zonas de baño como la playa del Llano, la playita del Burro, o los callaos de Igueste y El Porís.

Igueste de San Andrés cuenta con una iglesia, una plaza pública, un parque infantil, un salón social, un cementerio y un colegio. Aún así, los vecinos demandan una mayor limpieza, sobre todo de los barrancos, así como la necesidad de contar con un cajero, una farmacia y un supermercado.

Entre los principales monumentos del barrio se encuentran la iglesia de San Pedro Apóstol y el Semáforo de Anaga, así como muestras de arquitectura rural canaria. Se halla situado en las laderas que flanquean el tramo final del barranco de Igueste, en la vertiente sur del macizo de Anaga, a unos 16 kilómetros del casco urbano de Santa Cruz y a una altitud media de 21 metros sobre el nivel del mar. La altitud máxima de la localidad se ubica en la elevación conocida como Lomo de las Chamuscadas, a 823 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con una iglesia dedicada a San Pedro Apóstol, una plaza pública, un parque infantil, un salón social, un cementerio y un colegio. También cuenta con cierta oferta en bares y restaurantes.

El valle de Igueste, gracias a sus peculiares condiciones, posee una gran diversidad de árboles frutales tropicales, que proporcionan abundantes frutos entre los que destacan los mangos, aguacates y papayas. La superficie de la localidad está incluida en el Parque Rural de Anaga incluido en la Reserva de la Biosfera del Macizo de Anaga declarada como tal por la UNESCO en 2015.

En cuanto a la demografía, hay que destacar varios detalles significativos: en los primeros cuatro años del siglo XXI se mantuvo por encima del millar de habitantes, con un leve descenso pero paulatino (1.217 personas, en el 2000, y 1.133, en el 2003). A partir de 2004 (887 habitantes), ya nunca ha vuelto a acercarse al millar y se establecieron unas cifras parejas en el número de personas hasta el 2011 (813). Al siguiente año (2012), el descenso fue de unas 200 personas (615). Desde el 2013 (593 habitantes) y hasta el pasado año (2018), la bajada ha sido de 66 personas. A 1 de enero de 2019, la población total era de 494 habitantes.

En 1994, gran parte de la superficie de Igueste pasa a estar incluida en el Parque Rural de Anaga. Se accede desde la localidad de San Andrés por la carretera de Igueste TF-121. En guagua queda conectado mediante la siguiente línea de Titsa: 945 (trayecto: Santa Cruz-San Andrés-Igueste de San Andrés).

Igueste de San Andrés siempre ha estado relacionado con el excursionismo en Tenerife, por ser el destino de muchas rutas. En la plaza de San Pedro hay una placa conmemorativa colocada por la Federación Tinerfeña de Montañismo. Desde el núcleo parten varios caminos como el camino de La Atalaya, que sube hasta dicha montaña; el camino del barranco de Igueste, que recorre el fondo de este y conduce a las cumbres de Anaga; o el camino de Los Pasos, muy peligroso y solo utilizado por expertos, va desde el cementerio de Igueste hasta la playa de Zapata, pasando cerca de El Semáforo. También cuenta con dos de los caminos homologados en la Red de Senderos de Tenerife: Sendero PR-TF 5 Chamorga-Igueste de San Andrés. Sendero PR-TF 5.1 Igueste de San Andrés-El Semáforo.

Se accede desde la localidad de San Andrés por la carretera de Igueste TF-121. En guagua queda conectado mediante la siguiente línea de Titsa: 945 (trayecto: Santa Cruz-San Andrés-Igueste de San Andrés).

Justo a la entrada del núcleo poblacional de Igueste de San Andrés, este periódico entabla conversación con dos vecinos. Ambos hablan maravillas del lugar en el que viven. Óscar afirma que “no lo cambio por nada en el mundo”, añadiendo que “es un sitio que se define por su enorme tranquilidad”. Néstor, por su parte, señala lo siguiente: “En Igueste de San Andrés existe una gran tranquilidad y, además, se respira un aire puro y fresco. Es un bosque, pero también tenemos el mar aquí mismo”.

Los dos consideran que “todo el mundo se conoce en Igueste y aquí hacemos una vida muy normal, con nuestros recursos”. Cultivan sus propios aguacateros y naranjeros. Eso sí, tanto Óscar como Néstor Miguel, reconocen que Igueste necesita una limpieza a fondo: “El barranco está tupido y aunque los barranquillos los limpiaron hace relativamente poco tiempo, fue con una pequeña cuadrilla del Ayuntamiento”, dijeron.

Otro de los asuntos tratados fue el de los aparcamientos: “No hay en todo Igueste y cuando llegan las fiestas se podrá imaginar que toda la zona se colapsa”, dijo Óscar, y añadió que “el transporte está más o menos bien teniendo en cuenta que, en Igueste, casi salimos a un coche por persona. En muchas ocasiones, las guaguas van y vienen con muy pocas personas”.

Asimismo, con cierta nostalgia, el constructor natural de Igueste de San Andrés recuerda cuando “antiguamente había médicos, pero no es el caso en la actualidad”, afirmando que en el colegio “solo hay siete niños y aquí no olvidamos que han salido varios talentos”.

Juan lleva viviendo en Igueste de San Andrés unos 20 años, aunque “me he criado aquí desde niño”. No ahorra ningún tipo de elogios hacia el núcleo poblacional donde reside actualmente: “Es un paraíso. ¿Por qué? Pues por la tranquilidad que puede ver, por los microclimas, por su naturaleza variada. Tenemos campo y playa. Qué más podemos pedir”, afirmó.

Ahora bien, Juan quiso dejar bien claro que “Igueste necesita mejoras, pero sin pasarse”, ampliando y explicando su respuesta: “Aquí no se puede urbanizar, porque es una zona protegida. Se requiere una limpieza eficiente. Quiero decir con ello que, aunque sí que funciona, pienso que debería hacerse a diario. Sobre todo, una limpieza de los barrancos, porque otra lluvia fuerte y se vuelven a tupir, con el consiguiente descalabro que se produce”.

Por lo que se refiere a los aspectos demográficos, este joven funcionario manifiesta que “hay una clara disminución de la natalidad, lo que lleva a que la población se vuelve mayor y conduce a un claro envejecimiento de la misma”. “La juventud”, añadió Juan, “tiende a marcharse de aquí, porque busca lo mejor para su futuro”.

En cuanto al transporte, “necesitamos una mayor frecuencia del servicio de guaguas, aunque no dejo de reconocer que, en la mayoría de las ocasiones, vienen vacías”, señaló a este periódico, para agregar lo siguiente: “¿Problemas de tráfico? No, el problema es el aparcamiento y es que ya se podría hablar en Igueste de casi un coche por persona”.

Con una amabilidad exquisita, Juan nos indica algunos de los vecinos a los que podemos acudir para realizarles algunas cuestiones relacionadas con este barrio del Distrito 1 (Anaga). Una de esas vecinas es Mari Nieves.

Vista panorámica de Igueste de San Andrés
Vista panorámica de Igueste de San Andrés, enclavado en el Macizo de Anaga, en Santa Cruz de Tenerife. Sergio Méndez

Otro de los lugares a los que acudió DIARIO DE AVISOS es a la típica venta de bebidas y alimentos, que cada vez se van viendo menos. Es la única existente en Igueste de San Andrés y abre todos los días de la semana, incluyendo los domingos. Es un negocio que regenta Mari Nieves, que nos atiende mientras despacha una pequeña compra de algunos de los vecinos que por allí se acercan.
“Es un lugar muy bueno para vivir”, comenzó diciendo Mari Nieves, para agregar que “hay mucha tranquilidad y la gente es maravillosa”. Considera que Igueste “requiere mejoras y arreglos de todo tipo, empezando por la limpieza, pero si hay algo que necesitamos con urgencia es un cajero. Póngalo ahí bien grande”, recalcó con firmeza esta iguestera.

Cuando se le pregunta por el descenso de la población en los últimos tiempos, Mari Nieves dice que “se ve mucha gente mayor, ha descendido claramente el número de habitantes y las personas tienen que ir a San Andrés para hacer gestiones que no puede realizar aquí”.

Por lo que se refiere al tráfico, señala que “aquí no existen problemas, pero está claro que no hay donde aparcar”. En relación al transporte público, la dueña de la venta Víveres San Pedro manifestó a este periódico que “guaguas hay, pero pienso que tendría que haber una mayor frecuencia”. “La última”, añadió, “se va a las 20.30 y ya no hay más hasta el día siguiente”, dijo.
En una distendida y amena charla, junto al mar y rodeado de varios de sus amigos y vecinos encontramos a Rubén Molina, que piensa que “Igueste es un lugar abandonado, hace falta mucha limpieza, alcantarillado y arreglar el camino del cementerio”. Quiso incidir en el aspecto de la limpieza, “porque no es a diario y debería ser así”. En cuanto a otro tipo de necesidades, Rubén afirmó que “hace falta un cajero”.

Coincide con el resto de vecinos en que “ha habido una disminución de la población y esta ha envejecido”. Cuando se le pregunta por la vivienda, su respuesta lo dice todo: “No hay vivienda para todos y es que no permiten fabricar”, señaló.

Asimismo, no ve problemas de tráfico, pero manifiesta que “se necesitan aparcamientos”. El transporte público lo ve bien, pero, al igual que otros muchos vecinos y vecinas, piensa que debería haber “una mayor frecuencia de guaguas”.

La opinión que tiene María del Cristo, reconocida profesora de Igueste, es de “un pueblo tranquilo, muy acogedor y con un clima realmente excepcional”. “En esta amplia zona”, añadió, “se dan todo tipo de árboles frutales y tropicales”.

De todas formas, María del Cristo demanda una serie de necesidades: “Yo prestaría especial atención a los accesos. Muchos de nosotros estamos absolutamente bloqueados por las escaleras. Hay mucha gente mayor y las dificultades son enormes a la hora de subir y bajar por las escaleras”, dijo.

Más adelante, manifestó que “la juventud se ha ido de Igueste y la gente mayor se ve impedida”.

María del Cristo echa en falta en este núcleo poblacional “una farmacia, un cajero y un supermercado”, en clara referencia a que para todas estas necesidades “hay que desplazarse hasta San Andrés”. Habla también de realizar un trayecto de casi diez kilómetros, “a la hora de visitar al médico”, además de afirmar que “bares solo hay uno”.

Incide en problemas de aparcamiento, que el transporte no es todo lo bueno que quisieran los vecinos, aunque, por supuesto, reconoce que “es bastante mejor que hace casi 80 años, porque hasta 1940 se venía por el mar” y fue en ese año cuando se empezó a llegar a Igueste por carretera. En aquellos años, el valle era de plataneras y había dos empaquetadoras exportándose a la Península y a Inglaterra. También hubo una empaquetadora de tomates.

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