la matanza de acentejo

Un templo diverso para la cultura

El auditorio municipal, erigido sobre el antiguo Cine Prado, consigue en su primer año una gran afluencia de público, unas 7.500 personas que han disfrutado de su programación

Un templo para la cultura y el arte. Así definió el alcalde de La Matanza de Acentejo, Ignacio Rodríguez, al Auditorio Municipal durante su inauguración el 5 de diciembre del pasado año, momento en el que volvió a recuperar el uso que tenía décadas atrás: un punto de encuentro cultural y social del municipio.

Erigido en la calle Real, donde en los años cincuenta del siglo pasado se ubicó el antiguo Cine Prado, el recinto ha cumplido con éxito su primer año. Al menos en lo que a público se refiere, ya que ha conseguido superar las 7.500 personas que han disfrutado de una amplia y variada programación.

Ambos hechos han terminado por darle la razón al alcalde matancero, para quien no fue nada fácil convencer en los últimos años a los responsables de las administraciones superiores , sobre todo del Cabildo de Tenerife, de que se trataba de una “demanda real” de todo el pueblo y al mismo tiempo, de preservar la importancia que el lugar ha tenido para su historia.

El edificio cuenta con cinco niveles, lo que le confiere una gran funcionalidad, con camerinos, espacios para ensayos, zona de carga, y aseos, superando los 1.200 metros cuadrados de superficie útil. Ello permite también ofrecer una programación variada que ha incluido desde conciertos de solistas y grupos, hasta representaciones teatrales, pasando por espectáculos infantiles, monologuistas, proyecciones cinematográficas y galas.

Sin embargo, lo más significativo para el grupo de gobierno en ese periodo ha sido “convertir este recurso en un espacio de todos, en el que estamos trabajando desde el primer día la inclusión y el cultivo de valores principalmente entre la infancia y juventud”.

Valores en un entorno inclusivo

Para ello, desde hace meses se programan actividades y espectáculos artísticos en coordinación con los centros educativos que sirven de apoyo a materias que se están trabajando en los centros, de forma que el alumnado asiste a un evento que no solo entretiene y nos enriquece cultural y artísticamente, sino que sirve de apoyo para transmitir valores como la igualdad, la tolerancia, y la solidaridad. Y lo hace en un entorno inclusivo, “conviviendo y normalizando la diversidad”.

También se han celebrado eventos en los que se trabajaron los derechos y respeto hacia la mujer o la realidad que viven las personas con diversidad funcional para que el recinto no sea solo un espacio de todos sino también para todos y todas.

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