Las reservas marinas de interés pesquero de Anaga y Teno llevan paralizadas desde el año 2012. Su creación, que fue demandada por el Cabildo de Tenerife dos años antes, nunca se llevó a cabo por “la falta de financiación” del Gobierno de España. Ahora, el área de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Corporación insular, encabezada por su consejero, Javier Parrilla, quiere retomar junto al Ejecutivo regional este proyecto: “esta es una demanda histórica y procedía hablar con el director general de Pesca, Carmelo Dorta, para pedir a Madrid que, al fin, se reactive este protocolo y se termine el expediente”.
Las reservas marinas permiten garantizar que haya viveros naturales de peces donde esa fauna propia y la que le acompaña se puedan regenerar. Los pescadores, por su parte, se benefician al tener una mayor cantidad de peces cerca de la costa, disminuyendo el número de salidas que realizan y obteniendo siempre una cantidad estable de producto.
“Las reservas surtirían a la Isla, como una especie de despensa, y evitarían la incertidumbre en las cofradías de pescadores. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, en la de La Restinga, en El Hierro”, explicó Parrilla. Además de esta reserva, existen otras dos en Canarias, una ubicada en La Palma y otra en el entorno de La Graciosa.
Impulsar cada reserva marina tiene un coste aproximado de 1 millón de euros, mientras que su mantenimiento exige la inversión de medio millón durante los años siguientes. “El pescado resultante, como ya ocurre en las otras reservas canarias, tiene uno de los mayores niveles de calidad posible, así que la inversión no se tira a un saco sin fondo, tiene una productividad directa”, afirmó el consejero.
Pese a que el Cabildo busca que sea el Gobierno de España, a través del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca, quien aporte la financiación, Parrilla asegura que “si es necesario”, la propia Corporación invertirá, en la medida en que le sea posible, en ello. No obstante, Parrilla destaca que los espacios marinos protegidos sin inspección pesquera “no funcionan”, y deben aprobarse y financiarse por el Estado “porque la mayoría de la propuesta de reservas en Tenerife se encuentra en aguas exteriores”, de competencia directa del Gobierno central.
Parrilla asegura además que se ha habilitado una partida inicial en los presupuestos de la Corporación para 2020 para la realización de estudios sobre estas reservas. “Intentamos adelantarnos a situaciones como que el Ministerio considere que las propuestas no están actualizadas y proponga realizar modificaciones de zonificación y usos”. Esta decisión fue tomada tras una pregunta del Grupo Sí Podemos Canarias en la Comisión Plenaria de Medio Natural y Cooperación Municipal.
El gran valor pesquero y ecológico de dos áreas a proteger
Las reservas marinas de interés pesquero como las que el Cabildo ha decidido impulsar en Anaga y Teno son espacios a los que se aplica una legislación especial y restrictiva. El objetivo es que, mientras se prohíbe o limita la pesca en una determinada zona con el fin de proteger su valor ecológico, se habilita otro espacio en el que se regula la pesca artesanal y otras actividades como el buceo deportivo. De esta forma, se garantiza que en las zonas protegidas de reproducción y cría pueda darse la recuperación de los recursos. Estos espacios cuentan con el beneplácito del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático o el Panel Intergubernamental del Cambio Climático, “por lo que se recomienda su implantación en Canarias, en el marco de una ordenación costera integrada”, apunta Parrilla.
“Impulsamos la pesca artesanal; la inversión pasa de 100 a 140 mil euros”
El consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Parrilla, afirmó ayer que una parte importante del presupuesto del área que gestiona irá destinado a la pesca artesanal en este 2020. “Vamos a incrementar las ayudas a la producción y las subvenciones regladas a las cofradías de pescadores, pasando de 100 mil a 140 mil euros”, expuso.
Además, el consejero adelantó que “analizarán la viabilidad económica de las diez cofradías de la Isla, porque son entidades económicas que suponen un 0’3% del PIB de la Isla”. El objetivo de los estudios será hacer propuestas de mejoras para dar estabilidad a un sector que reúne a más de 400 patrones y del que se beneficia a su vez la hostelería que ofrece pescado fresco, multiplicando por 10 ese 0’3% de PIB.
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