Una vez más, los bomberos del Consorcio Insular tuvieron que actuar en el edificio Iders, ubicado en la portuense avenida de Bethencourt y Molina, a cuenta del enésimo incendio que tiene lugar en este inmueble.
En esta ocasión, las llamas prendieron por la mañana en los bajos del edificio, sin que, felizmente, haya que lamentar daños personales. Eso sí, los vecinos se llevaron un buen susto cuando se percataron de lo que sucedía, por mucho que no se trata, precisamente, de la primera vez que tiene lugar un suceso de estas características en el lugar.
No en balde, en mayo del año pasado se produjo un siniestro de similares características a resultas del cual un varón, muy conocido en el Puerto de la Cruz al tratarse de un clásico de la venta ambulante en el paseo marítimo, sufrió quemaduras de tal gravedad que acabó falleciendo como consecuencia de las mismas.
El edificio Iders está abandonado desde hace más de un cuarto de siglo, convirtiéndose en un refugio habitual de personas sinhogar, sin que las sucesivas administraciones logren dar con una solución para este inmueble, situado en un privilegiado emplazamiento de la localidad turística por excelencia del Norte de Tenerife.
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