El temible coronavirus de Wuhan (2019-nCoV) sigue ampliando su rastro mortal en China, donde los fallecidos por esta causa, al cierre de esta edición, se elevan a 132 y los contagiados son cerca de 6.000. A la espera de que científicos del gigante oriental, de Estados Unidos o de cualquier parte del mundo den con una vacuna, la Organización Mundial de la Salud ha convocado para hoy una reunión de urgencia en la que no se descarta que se proclame el estado de emergencia sanitaria internacional, mientras son tres los países europeos que ya han certificado la presencia en su territorio de enfermos: Alemania, Francia (los dos estados del continente con vuelos directos a Wuhan) y, desde ayer, Finlandia. De su capacidad de contagio da cuenta el hecho de que ya se han superado el número total de contagiados por la epidemia del SARS al principio de este siglo.
Por todo ello, no es de extrañar que las autoridades españoles se preparen ante la posible llegada de esta enfermedad contagiosa a nuestro país y se adopten las medidas preventivas necesarias para que ello no suceda y, en todo caso, actuar en caso de que así sea. Por citar un ejemplo, será en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla donde, a buen seguro, tendrán que pasar una cuarentena los 20 españoles repatriados desde Wuhan. Allí pasarán los primeros 14 días tras su regreso a España y en régimen de aislamiento, tal y como marca el protocolo. En el centro dispondrán de una planta entera, donde podrán moverse con libertad, utilizar su propia ropa y ser visitados de forma controlada por sus familiares. Además, Iberia anunció ayer que suspende temporalmente sus vuelos regulares a Shanghái, una medida que ya adoptaron otras aerolíneas como Lufthansa.
Sospechas y remedios
Mientras tanto, los posibles positivos se suceden. Si el pasado martes fue en Cataluña, ayer fue en Málaga, donde el servicio de Medicina Preventiva del Hospital Regional de Málaga decidió aislar a un hombre, habida cuenta de que en los últimos días el mismo podría haber estado en contacto con personas de la zona de China en la que se han producido casos de contagio. Si a ello le suman que ingresó con un cuadro gripal, cuyos síntomas son compatibles con los que padecen quienes han contraído el coronavirus, la prudencia de las autoridades sanitarias malagueñas se antoja más que justificada.
El Ministerio de Sanidad español ya cuenta con un protocolo específico para esta enfermedad, y en el mismo se dan cuatro consejos básicos para evitar el contagio. Dichas conductas son evitar el “contacto estrecho” no solo con personas que hayan podido estar en la zona afectada, sino con todas aquellas que muestren “signos de afección respiratoria como tos o estornudos”; lavado de manos frecuente con jabón o soluciones alcohólicas; cubrirse la boca y la nariz con pañuelos desechables o con una tela al toser o estornudar, pero no con la mano; y, por último, evitar el consumo de alimento en zonas afectadas.