Madrileño de nacimiento pero canario de adopción, José Luis de Madariaga (1944) es una de las caras más conocidas en los escenarios canarios. Tras Hierro, serie de Movistar+, hoy estrena película de terror: Malasaña 32.
-¿Qué le atrajo del proyecto Malasaña 32?
“Me atrajo, fundamentalmente, que nunca había hecho nada de terror. Después, Bambú Producciones, que ya había trabajado con ellos para televisión y siempre han sido muy serios y ponen mucho cuidado en todo lo que hacen. Pero no conocía ni al director ni al resto de actores, por lo que hubo también esa parte bonita de trabajar en un proyecto nuevo”.
-¿Le gustan las películas de género?
“No soy particularmente fan de este tipo de películas, pero sí tenía ganas de participar en una. Esta va a ser especial para mí porque conozco los entresijos de su rodaje. Estoy a la expectativa de ver cómo ha quedado. En un filme de terror es muy importante el montaje final, porque hay que ir buscando siempre los momentos de tensión adecuados. Lo que yo he visto mientras rodábamos seguramente será muy diferente a lo que veremos. Tengo muchas ganas de ver cómo ha quedado, el resultado final. Cómo se ha traducido lo que hemos hecho en plató”.
– ¿Qué nos puede contar sobre su personaje?
“Mi personaje es el padre de la protagonista, de la madre de familia. Malasaña 32 trata de una familia extremeña, que va a buscarse una mejor vida a Madrid en los años 70, cuando empezó el desarrollismo. La característica fundamental de mi personaje es que es un hombre de campo, de aspecto afable pero con mucho trabajo encima. De joven fue rudo, de carácter fuerte, pero ahora tiene una gran limitación, la demencia senil. Y como tal, el personaje tiene esos pequeños momentos de lucidez, momentos de, incluso, visiones que los demás no son capaces de percibir. Es un papel con muy poco texto, más bien de miradas. Una actuación que se centra en las expresiones, en las transiciones de momentos de lucidez a otros de inopia con solo la mirada. Eso también me pareció muy atractivo para mí. Me pareció un reto muy bonito”.
-¿Cómo fue trabajar con Concha Velasco? La actriz es una de las sorpresas de la película.
“Para nosotros era un tema a mantener en secreto, pero estas cosas trascienden. Cuando me llamaron para hacer la película no sabía que iba a estar Concha. Y tuve la suerte de hacerlo porque confieso que tenía otra visión de ella cuando la conocí. Ahora que he trabajado con Concha me parece una señora maravillosa, con mucha generosidad con los actores que estábamos trabajando con ella. Me encantó. Fue una experiencia que no pensaba que fuera a ser tan buena. Lo confieso”.
-¿Cómo fue trabajar con el director Albert Pintó?
“El director me parece, en todos los sentidos, una persona excepcional, tanto en lo profesional como en lo personal. Es su segunda película, la primera que dirige en solitario, y dio gusto trabajar con él”.
-En febrero comienza a rodar la segunda temporada de Hierro, una de las series de 2019.
“Tenemos que decir la verdad. Su éxito fue una sorpresa para todo el equipo. No estaba prevista una segunda temporada. Realmente trabajamos con un equipo maravilloso, porque sabían lo que querían, lo que hacían y técnicamente estaban muy preparados. Tomaron una visión de la isla tan bonita… El Hierro se lució una barbaridad. Todo lo que tiene por naturaleza se ha destapado muy bien”.
– Y, además, lo que ha supuesto para la cantera de actores canarios…
“Es fantástico porque el 95% de los actores eran canarios y les ha dado visibilidad. No hace falta traer a grandes figuras de la Península. Nadie duda de que Dario Grandinetti y Candela Peña son grandes figuras, pero me refiero a que están rodeados de un equipo canario que realmente ha dado la talla. Yo ya lo sabía porque he trabajado con varios de ellos en teatro, pero ver como espectador el trabajo que han hecho en la serie fue una satisfacción enorme. Están al nivel de los protagonistas”.