Error número 1: Los dientes de leche no son importantes, total se van a caer.
Los dientes de leche cumplen un papel muy importante en el crecimiento y desarrollo de los niños. Un niño con una boca sana se alimenta, duerme bien y tiene un adecuado desarrollo físico y psicológico. Los dientes de leche forman parte de la correcta pronunciación de las palabras. También son los responsables de “guardar “el espacio para el diente permanente, así como para sonreír e interactuar con el mundo. Todas estas razones son de peso, para que, como padres, cuidemos y valoremos los dientes de leche nuestros hijos.
Error número 2: No utilizar los elementos indicados para el cepillado
Un error muy común es el uso de cepillos de silicona para la limpieza de los primeros dientes de los bebés. La silicona es recomendable para la limpieza de los tejidos blandos, tales como, encías, lengua o carrillos, pero cuando se trata de la limpieza del esmalte es necesario el uso de cepillos con cerdas de nylon para el barrido óptimo de la superficie dental.
La seda dental suele ser el más olvidado de la rutina, muchas veces bebés y niños pequeños necesitan reforzar la limpieza de los dientes con la seda dental o los arcos dentales. La gran mayoría de la caries en bebés y niños pequeños suelen estar ubicadas entre los dientes.
Error número 3: No utilizar Flúor porque es tóxico
Numerosos estudios científicos han demostrado que los niveles de flúor en las pastas dentales son completamente seguros. La efectividad del flúor está ampliamente reportada en la literatura como el único elemento capaz de prevenir e incluso detener lesiones producidas por la caries dental. En niños pequeños la dosis mínima recomendada de flúor es de 1000 ppm para que el índice de efectividad sea óptimo.
Ahora bien, la cantidad de pasta recomendada para cada cepillado del bebé debe ser similar a un grano de arroz crudo.
La pasta dental no debe estar al alcance de los niños. Los padres son los responsables de dosificar y aplicar la pasta dental en niños menores de 8 años.
Error número 4: Dejar que los niños se cepillen solos.
Los niños hasta los 8 años de edad no son “hábiles” para realizar una correcta técnica de cepillado. Es responsabilidad de los padres supervisar y repasar a diario el cepillado dental.
Error número 5: No visitar al Odontopediatra hasta los 6 años
Los bebés deben visitar al Odontopediatra desde la salida del primer diente. Esta cita es importante porque los padres son asesorados sobre los cuidados orales del bebé, se analizan hábitos alimenticios y se dan claves para que el momento del cepillado sea agradable y efectivo. Esta primera visita ayuda a prevenir que en el futuro existan patologías orales. Un niño que normaliza las revisiones dentales, se mantendrá sano durante toda su vida. Por favor, no esperemos a que el niño sufra dolor para llevarlo al dentista.