Los empresarios canarios han puesto en marcha RIC Private Equity Investment Partners, una sociedad de capital-riesgo canaria creada con el objetivo de ofrecer “una magnífica oportunidad para los profesionales y empresarios canarios que busquen materializar sus dotaciones de RIC, pendientes y futuras, de forma fiscalmente segura y en empresas turísticas de primer nivel y solvencia de las Islas, coadyuvando al desarrollo económico y social del Archipiélago al invertir una grandes sumas de dinero en la rehabilitación y la renovación de la planta alojativa canaria”.
Son palabras del secretario de su Consejo de Administración, Enrique Guerra, promotor con Francisco López, accionista del Grupo Lopesan, de la puesta en marcha de RIC Private Equity, en cuya creación también participaron los empresarios Ángel Medina, José López, José Matos, Jesús Díaz, Juan Pérez, Carmelo Ramos (Grupo Spar Gran Canaria), José Acosta (Grupo Acosta Matos), Heriberto Etala (Grupo Capisa), Santiago Mederos (Gru-po Gestión Mederos) y Modesto Campos (Grupo Cement Investment).
RIC Private Equity fue constituida (inicialmente bajo la denominación A&G Capital Investment Partners, S.C.R., S.A.) el 10 de enero de 2019 con un capital fundacional de 1,2 millones de euros, siendo inscrita en la CNMV el 25 de octubre de 2019 con el número 295. Cuenta con el asesoramiento jurídico de Uría Menéndez y el abogado canario Juan Francisco Falcón, socio y corresponsable de la práctica de M&A y Private Equity, dirige al equipo legal que asesora a RIC Private Equity.
El depositario es Cecabank y tiene delegada las funciones de gestión de riesgo y de valoración en Intermoney Valora Consulting, S.A. Para los asesores locales de RIC Private Equity no es la primera inmersión en un producto de similares características y tienen una dilatada experiencia en la materia.
Así, Juan Carlos Rodríguez (asesor financiero de RIC Private Equity), junto con Eugenio Vidal y Enrique Guerra (asesores legales y fiscales de RIC Private Equity), promovieron y gestionaron entre 2003 y 2013 otro vehículo de inversión colectiva de la RIC (A&G Compañía Española de Fomento del Arrendamiento de Viviendas, S.A.) similar al actual que llegó a concentrar una inversión de 55,5 millones de euros y que contó con más de cien inversores.
Proyectos para 2020
El año 2020 lo ha iniciado RIC Private Equity con el estudio de varios proyectos de renovación y/o rehabilitación hoteleros (dos en Tenerife, tres en Gran Canaria y uno en Lanzarote), propiedad de empresas líderes del sector y con una inversión a financiar de más de cincuenta millones de euros. Y es que el objetivo de RIC Private Equity es contar con una amplia cartera de inversiones formada por participaciones en el capital social (60%) y préstamos participativos (40%) en empresas turísticas de primer orden para acompañarlas, durante un plazo de 5 a 6 años, en sus grandes proyectos hoteleros en Canarias, a través de la vinculación de las acciones a determinados inmuebles.
Una vez transcurridos esos 5 o 6 años, la fórmula de desinversión proyectada consistirá en la restitución al accionista del valor aportado y el beneficio obtenido mediante la entrega finalmente de efectivo, inmuebles o participaciones de una Socimi que, a su vez, contempla otra fórmula análoga de salida, más, en su caso, el correspondiente complemento en metálico. En definitiva, “la desinversión de RIC Private Equity en el activo adquirido y de su accionista en ella se produce de forma sucesiva y simultánea”, afirma Enrique Guerra.
Rentabilidad segura
Para los empresarios y profesionales, dotar RIC supone un importante ahorro fiscal en términos de TIR que puede rondar entre un 5,87% y un 13,41%, dependiendo que sea persona jurídica o persona física y de su tipo de gravamen e intereses de demora para el caso de debiera reintegrar el beneficio fiscal. “Ante estas altas rentabilidades, no puede entenderse que sólo un pequeño porcentaje de empresas y profesionales establecidos en Canarias realice dotaciones a la RIC, lo que solo puede obedecer al desconocimiento de opciones de inversión con la seguridad fiscal mínima necesaria”, entiende Guerra, quien recalca que RIC Private Equity nace para evitar que un incentivo fiscal del arraigo de la RIC deje de ser utilizado por los empresarios y profesionales por la inseguridad fiscal que su materialización ha provocado en materia de interpretación.