alerta por los nuevos casos de coronavirus en canarias

Muestras de solidaridad

Casi 20 trabajadores que no estaban en el turno se quedaron para atender a los clientes; sus vecinos del Sheraton y un proveedor llevan agua y mascarillas
jornada de tensa calma que se vivió en el exterior del Hotel H10 Costa Adeje Palace. Fran Pallero
jornada de tensa calma que se vivió en el exterior del Hotel H10 Costa Adeje Palace. Fran Pallero
Jornada de tensa calma que se vivió en el exterior del Hotel H10 Costa Adeje Palace. Fran Pallero

Los alrededor de mil turistas que se encuentran aislados en el hotel H10 Costa Adeje Palace, donde se alojaban los dos ciudadanos italianos que dieron positivo por el coronavirus Covid-19, se despertaron con un papel bajo la puerta de sus habitaciones en el que comentaban que les invitaban a no salir del interior de ellas por motivos médicos.

Por otro lado, el personal que se encontraba de turno en el recinto hotelero conocía 30 minutos después de la medianoche que estaban en cuarentena junto al casi millar de huéspedes. El ambiente de los trabajadores era de tensa normalidad en el interior del hotel, viviendo con paciencia y resignación, y evitando cualquier alarmismo sobre el coronavirus.

Una de las trabajadoras confinadas es Nieves López, Delegada de Prevención de Riesgos Laborales, que coordinó con la dirección del hotel la situación, informando, de primera mano, a sus 14 compañeros de turno acerca de la situación y los pasos a seguir. A lo largo de la mañana el resto del personal del complejo hotelero -270 personas, aunque se señala que unos 220 han estado trabajando los últimos 10 días- recibían una llamada telefónica para que acudiera al recinto a realizarse las pruebas médicas. Eran momentos de incertidumbre y de algo de miedo, muchos desconocían lo que había ocurrido minutos antes. Con el paso de las horas fueron reuniéndose en la puerta de entrada de personal del Hotel H10 Costa Adeje Palace, y esperaban los resultados de la prueba. Una vez conocidos, abandonaban el recinto, algunas con caras de preocupación, con la consiguiente obligación de tener que permanecer en sus domicilios durante 14 días, realizándose un seguimiento dos veces al día. Abandonaban el centro y, aunque manifestaban que “estaban tranquilos” y que “no hay ningún problema”, otros mostraban su preocupación por todo lo que ocurría. “No quiero hablar, me estoy jugando el puesto de trabajo”, afirmó una limpiadora de piso.

En un gesto de compañerismo, entre 15 y 20 trabajadores se sumaban a los que ya se encontraban en el hotel para atender a los casi 1.000 clientes recluidos. A lo largo de la tarde, sus familiares se acercaron a la zona para entregarles ropa.

Jornada de tensa calma que se vivió en el exterior del Hotel H10 Costa Adeje Palace. Fran Pallero
Jornada de tensa calma que se vivió en el exterior del Hotel H10 Costa Adeje Palace. Fran Pallero

Gestos de solidaridad

El sector turístico tinerfeño responde ante esta grave crisis y las muestras de solidaridad se sucedieron durante la jornada. La primera medida en llegar fue por parte de sus vecinos del Hotel Sheraton La Caleta. A primera hora de la jornada, un responsable del mismo intentó convencer a los Cuerpos de Seguridad (Policía Nacional y Local) que les permitieran ayudar trayendo botellas de agua y diversos alimentos. Tras varios tira y afloja, cuatro trabajadores del Sheraton llegaron casi a la puerta del H10 con un carrito. Se alejaron y esperaron a que lo vaciaran para volver a su complejo.
Por su parte, Ricardo Palacio, director gerente de Vara del Rey se puso en contacto con el H10 a primera hora tras conocer, por DIARIO DE AVISOS, el aislamiento de los huéspedes y trabajadores. “Les dije que si necesitaban algo que les echaba una mano y me pidieron “mascarillas y guantes”, pues a esas horas de la mañana no tenían suficientes. El madrileño acudió con su vehículo y dejó varias cajas de mascarillas de papel y guantes, que fueron repartidas en el hall.

Con el paso de las horas, los camiones de diversos proveedores fueron llegando con provisiones para poder afrontar los primeros días de un cautiverio que amenaza con prolongarse durante dos semanas.

TE PUEDE INTERESAR