20 y 15 años de cárcel para la pareja que mató a ‘el Tajonero’

A la espera de que el tribunal firme la sentencia, Jonay Vargas y Ana Luisa, los asesinos confesos del expresidiario Manuel González Medina, alías el Tajonero, pasarán 20 y 15 años de cárcel según el veredicto del jurado popular conocido el miércoles tras el juicio oral que duró tres días en la Audiencia Provincial, en el que se juzgaba un asesinato ocurrido el 26 de noviembre de 2017 en el barrio de Cabo Blanco, en el municipio de Arona.

El veredicto unánime de los miembros del jurado acordó que Jonay Vargas es culpable del asesinato y que la otra acusada, Ana Luisa, exesposa de la víctima, cometió un delito de homicidio. Atendiendo a la calificación de la Fiscalía a Jonay Vargas, que se autoculpó de la muerte de el Tajonero en solitario, le caerán 20 años de cárcel, mientras que Ana Luisa tendrá que hacer frente a 15 años de prisión.
El jurado aplicó a Vargas las agravantes de alevosía y ensañamiento, así como las atenuantes de arrebato y confesión. El hombre se autoculpó desde el primer día del juicio del crimen y remarcó, además, que “si lo tuviera enfrente de nuevo volvería a matarlo”, añadiendo que “era cuestión de su vida o la mía”, tratando siempre de exculpar a su entonces pareja, Ana Luisa, exmujer de la víctima, con quien había tenido tres hijos. La relación entre los dos condenados comenzó precisamente cuando el Tajonero ingresó en prisión por múltiples delitos de hurtos en la zona de Cabo Blanco, muchas veces en la farmacia del barrio, con el objetivo de atender su toxicomanía.

Jonay y Ana Luisa comenzaron su relación y se trasladaron a vivir de okupas en una casa semiconstruída en la calle Los Leones, de Cabo Blanco. Cuando el Tajonero salió de prisión, ese mismo día (domingo 26 de noviembre de 2017) se trasladó a esa vivienda – pese a tener una orden de alejamiento- y amenazó de muerte a su exmujer, que en ese instante se estaba pinchado heroína junto a su nueva pareja. Fue entonces cuando Jonay Vargas, según su propia confesión, lo atacó con un cuchillo y le intentó cortar el cuello. Manuel González Medina, herido de muerte, trató de huir de la casa dejando un río de sangre en la calle hasta que, a unos 100 metros de la vivienda, terminó cayendo en una huerta donde recibió una pedrada que certificó su fallecimiento.