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“El coronavirus hará un alto al fuego en verano, pero es previsible que reaparezca en invierno”

Almudena Rivera, Basilio Valladares y Antonio Sierra, tres expertos canarios, ponen sobre la mesa los datos sobre el Covid-19: por ahora, un virus menos mortal que la gripe pero sí más contagioso
Basilio Valladares, Almudena Rivera y Antonio Sierra, tres expertos canarios, ponen sobre la mesa los datos sobre el Covid-19. FOTO: FRAN PALLERO
Basilio Valladares, Almudena Rivera y Antonio Sierra, tres expertos canarios, ponen sobre la mesa los datos sobre el Covid-19. FOTO: FRAN PALLERO
Basilio Valladares, Almudena Rivera y Antonio Sierra, tres expertos canarios, ponen sobre la mesa los datos sobre el Covid-19. FOTO: FRAN PALLERO

Un nuevo virus apareció el pasado diciembre en China y, según los expertos, lo ha hecho para quedarse. El coronavirus (Covid-19), elevado a la categoría de pandemia por la OMS, afecta ya a miles de españoles y es el motivo de que el país declarara ayer el estado de alarma. Canarias, la primera comunidad del país en registrar un caso de contagio importado por este virus, entra en una segunda fase después de haber controlado la situación en La Gomera y el hotel del Sur de Tenerife.

Cuando quedan 13 días de aislamiento por delante, esta entrevista a Almudena Rivera, Basilio Valladares y Antonio Sierra, sirve para poner en contexto el coronavirus. ¿Qué es el Covid-19?, ¿Es más o menos contagioso que una gripe?, ¿Cuál es su mortalidad?, ¿Desaparecerá? ¿Son pertinentes medidas como el cierre de fronteras?, estas y otras preguntas son contestadas por tres profesionales de referencia en el ámbito sanitario.

Almudena Rivera es médica de Sanidad Exterior y Jefa de la Dependencia de Sanidad de la Subdelegación del Gobierno. Es experta en control sanitario de fronteras y fue responsable de los Servicios Sanitarios de La Palma.

Basilio Valladares es Doctor en Farmacia, Diplomado en Sanidad y Especialista en Análisis Clínicos. Fue catedrático de Parasitología en la ULL y director del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales.

Antonio Sierra es médico especialista en Microbiología y Parasitología, y en Medicina Preventiva y Salud Pública. Ha sido catedrático de Medicina Preventiva en la ULL y director del Servicio Canario de la Salud.

Todo parece indicar que el coronavirus (Covid-19) no dará tregua hasta el verano, momento en el que hará un alto al fuego para hacer una nueva reaparición el próximo invierno, en una segunda onda epidémica que será aún mayor que la primera. Al menos así lo apuntan expertos como Antonio Sierra, médico especialista en Microbiología y Parasitología. A él se suma Basilio Valladares, el exdirector del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales, quien cree que este virus “ha llegado para quedarse” y confía en que podremos tener una vacuna en al menos, un año. Y a la calma llama también en esta entrevista Almudena Rivera, médica de Sanidad Exterior, que confía en que será posible lograr la contención del Covid-19 en España.

– Una de las cosas que la población se pregunta es qué es un coronavirus…
Antonio Sierra: “Cuando hablamos de enfermedades respiratorias agudas tenemos dos grandes grupos: el catarro común, con más de 200 virus que lo producen, y la gripe, que tiene formas graves, con neumonía. Los coronavirus, que están en los seres humanos desde hace siglos, no solían producir cuadros graves, sino cuadros de catarro común.

– ¿Qué antecedentes tiene este Covid-19?
A. S.: “Antes de este Covid-19, hubo dos coronavirus que se adaptaron al hombre desde los animales. El primero fue en 2002, el SARS, Síndrome Agudo Respiratorio Severo, que provocó unos 8 mil casos y una mortalidad alta, del 10%. Después, en 2012, llegó el MERS, Síndrome Respiratorio de Oriente Medio, que llegó a 30 o 40 países, aunque en España solo hubo casos sospechosos. El MERS, con 2.300 casos, tuvo una mortalidad de casi el 35%. Esto es importante porque afortunadamente, el Covid-19 actualmente no tiene esa virulencia”.

"El 80-85% de los casos son leves o asintomáticos y solo un 5% son graves" - Antonio Sierra. FOTO: FRAN PALLERO
“El 80-85% de los casos son leves o asintomáticos y solo un 5% son graves” – Antonio Sierra. FOTO: FRAN PALLERO

– Exactamente, ¿cuál es su virulencia?
A. S.: “El 80% – 85% de los casos son leves, incluso hay asintomáticos. En estos momentos parece que los asintomáticos no contagian, aunque eso hay que seguir estudiándolo. Y luego, de resto, hay casos graves o muy graves en los que lo fundamental, como en la gripe, es que produce la neumonía”.

– ¿Por qué tanta alarma por un virus que en principio no es tan virulento?
Basilio Valladares: “El lío está en las cifras. Si tenemos 100 personas, de estas 100, en torno a 80 ni se enteran de que tienen el virus. Luego hay un pequeño grupo que sí se entera, y otro grupo mínimo cercano al 5% a los que se les complica. Este último grupo es principalmente gente mayor, deteriorada por la edad o con problemas cardíacos, pulmonares y demás. Ese 5% necesita estar internado en UVI, entonces, si viene una ola fuerte, en la que el virus en vez de afectar a 100 personas lo hace a 100.000, el 5% aumenta de una forma importante. Y ahí es donde está la preocupación, porque ocurriría como dice la canción: No hay cama pa tanta gente”.

– ¿Cuándo aparece el virus?
A. S.: “El 1 de diciembre de 2019 se data el primer caso en China, aunque siempre hay que pensar que pueden haber casos previos. Luego hubo un agrupamiento de 27 casos a lo largo del mismo mes y es el 7 de enero cuando el Gobierno chino lo declara como un nuevo virus y lo identifica bien, lo secuencia genéticamente. Aquel primer caso fue en Wuhan, en la provincia de Hubei, y luego se fue extendiendo, algo que era inevitable”.

– Continúan estudiando dónde está su origen…
A. S.: “El SARS y el MERS se iniciaron a partir de murciélagos, en el caso del SARS la civeta fue el intermediario por el que pasó al hombre y en el caso del MERS; el camello. En el Covid-19, en un primer momento se hablaba del pangolín, pero esta teoría se ha rechazado porque la identidad de la secuencia es solo de un 93% genética”.

"Si no se contiene, podemos vernos sin camas para ese 5% que sí podría necesitarlas" - Basilio Valladares. FOTO: FRAN PALLERO
“Si no se contiene, podemos vernos sin camas para ese 5% que sí podría necesitarlas” – Basilio Valladares. FOTO: FRAN PALLERO

– ¿Cada cuánto tiempo aparece un nuevo virus como este?
B. V.: “Pues de forma relativamente frecuente, es algo que también pasa con bacterias y parásitos. En el caso de los virus, tuvimos el VIH a principios de los 80, después la gripe A, la gripe porcina, la gripe aviar… Podríamos decir que más o menos con una periodicidad de cinco años”.

– ¿Qué significa que la OMS haya declarado al Covid-19 pandemia?
A.S.: “La declaración habla de su extensión universal, no de su gravedad o levedad. Los virus respiratorios tienen una estacionalidad en la que crean una onda epidémica. Eso lo conocemos bien porque es lo que ocurre con la gripe, que tiene su onda epidémica desde otoño hasta invierno. Ahora mismo, coincide que la onda epidémica de la gripe está terminando y eso es una suerte porque así no coincide la presión de la gripe con el Covid-19”.

– ¿Hasta cuándo se prevé que siga en aumento esa curva de propagación?
A. S.: “En el caso de los coronavirus, la experiencia nos dice que permanecen en invierno y primavera, a diferencia de la gripe. Y por eso, los expertos hablan de que nos esperan aún semanas de crecimiento de cara al verano. Pero será el virus quien imponga sus reglas y posiblemente dará un alto al fuego en verano. Eso no será el fin de la guerra, porque como pasa también con la gripe, es probable que reaparezca, regresando el próximo invierno y constituyendo lo que en las pandemias de otros virus respiratorios se conoce como la segunda onda epidémica, que suele ser mayor que la primera”.

– Entonces, ¿los contagios van a sucederse los dos próximos meses?
A. S.: “La gente está muy centrada en lo que va a pasar estos 15 días y yo creo que cuando pasen, seguiremos en onda ascendente. Puede que lo estemos hasta la llegada del verano e insisto en que estoy más preocupado en lo que llegará y en cómo se extenderá. Habrá que ver qué ocurre en el hemisferio Sur cuando empiece su invierno. Para mí, lo definitivo será si en el próximo invierno, después de haberse adormecido, reaparecerá como hacen otros virus y en qué condiciones lo hará”.

– Entonces… ¿el Covid-19 ha venido para quedarse?
B. V.: “Yo le oí decir al director de la OMS que este podría ser el primer brote fuerte de un virus que se controlase y se hiciera desaparecer, como ya se ha hecho con otros pequeños brotes. Pero estoy más de acuerdo con lo que han dicho los compañeros, este virus vino, se quedará con nosotros y se hará su vacuna”.

– En caso de que el virus reaparezca en invierno, ¿tendremos vacuna para entonces?
A. S.: “Se está hablando de que no habrá vacuna al menos de aquí a diciembre o enero. Hay 25 centros trabajando y sabemos que un ensayo clínico de vacunas lleva una serie de fases en las que tienes que probar si es eficaz, es decir, qué porcentaje protege frente a la enfermedad. En la gripe, la vacuna tiene una eficacia en personas jóvenes del 70/75% y en mayores del 60/65%. Es decir, que no es del 100%. También debe estudiarse las complicaciones y la seguridad, como que la vacuna no tenga efectos secundarios”.

– Con frecuencia se ha comparado al Covid-19 con la gripe, ¿es igual de contagioso?
A. S.: “Esto se mide con el número básico de reproducción. Es decir, se observan cuántos casos se generan a partir de un solo caso. Así, de los virus menos contagiosos tenemos el Ébola, con el que tanto nos aterrorizaron, de en torno al 1. El más contagioso es el sarampión, que llega al 12, pero ya tiene vacuna. El Covid-19 se cita entre el 2 y el 3, aunque esto podría evolucionar e ir a mejor, como pasó con la gripe de 1.918. La gripe estacional está en torno al 1 y medio, por lo que el Covid-19 es algo más contagioso que la gripe”.
B. V.: “Según esos cocientes, cuando esa fórmula es inferior a 1, la enfermedad desaparece por sí sola. Y esta está entre un 2 y un 3, por eso creo que el Covid-19 se quedará con nosotros”.

– ¿Y en comparación con otros coronavirus?
Almudena Rivera: “Tiene un comportamiento en cuanto a transmisibilidad entre humanos comparable a lo que puede ser una gripe o un resfriado común, cosa que no le había pasado al SARS o al MERS, en los que el contagio entre humanos era en contactos muchísimos más estrechos, de hecho, los más afectados eran o contactos muy íntimos o personal sanitario que actuaba sobre esas personas”.

– ¿Se puede decir que el Covid-19 es una gripe?
A. R.: “Clínicamente sí, es un virus respiratorio muy similar a la gripe, pero sí es cierto que en ese porcentaje pequeño que comentaron antes, que es gente inmunodeprimida o pluripalógica, la mortalidad y los casos graves están siendo mayores que en la gripe”
A. S.: “Similar a la gripe y similar al catarro común, que equivocadamente llamamos gripe. Porque en sus casos leves, el Covid-19 puede parecerse más al catarro que a la gripe”.

– ¿Qué se puede extraer de las cifras de fallecidos?
A. S.: “Que debemos relativizar, y eso no significa minimizar el problema. Respecto a la gripe A, en la temporada 2018 – 2019, que abarca de otoño a invierno y sigue vigente, han habido 6.300 muertes solo en España. La gripe, pese a tener vacuna, causa al año más de 600.000 muertes en todo el mundo. En este momento, y a la espera de que las cifras cambien en los próximos días y meses, la enfermedad producida por el Covid-19 ha provocado más de 5.000 muertes en el planeta”.

"Yo confío en que se podrá controlar, pero el Covid-19 no va a desaparecer" - Almudena Rivera. FOTO: FRAN PALLERO.
“Yo confío en que se podrá controlar, pero el Covid-19 no va a desaparecer” – Almudena Rivera. FOTO: FRAN PALLERO.

– ¿Creen que el virus se puede contener?
A. R.: “La OMS declara la pandemia pensando en que se puede controlar y teniendo la experiencia de que China lo consiguió. Yo creo que se podrá controlar, pero el virus no va a desaparecer, seguirán sus ondas epidémicas y tendremos que hacernos a la idea de que se quedará en la sociedad. Es verdad que todas estas medidas que se están poniendo son muy estrictas pero con los antecedentes que tenemos en Italia y China, podemos pensar que son lógicas, hay que transmitir tranquilidad a la sociedad. Si tú tienes buenos hábitos de higiene, si guardas unas medidas de prevención adecuadas, yo creo que esto es controlable pero va a llevar su tiempo”.

– ¿Cómo valoran los momentos de pánico ciudadano que vemos en redes sociales?
B. V.: “Es muy llamativo y creo que algo han influido los disparates y bulos que corren en Internet. En este sentido, hay que apelar muy fuerte a la responsabilidad individual de la población. Las autoridades cierran las universidades y consiguen que haya menos aglomeración, pero luego resulta que los chicos se van a las salas de fiesta porque les hacen descuento, como hemos visto que ha pasado en Madrid. ¿Estamos locos? Si se cierran las universidades es para que haya una separación de las personas y se eviten los contagios, si la gente lo incumple, el resultado es nulo. No se cierran las universidades para que los chicos se vayan de vacaciones a otras comunidades o regresen a sus casas”.

– ¿Guarda relación el impacto económico de estas medidas con la salud?
A. S.: “Yo me pregunto cuánto pueden durar estas medidas económicas, porque a mí lo que me enseñaron es que economía y salud van unidos, de hecho, la economía entra dentro de la definición del estado del Bienestar que hace la OMS. Cuando la economía se viene abajo, hay enfermedad, miseria y hambre. El impacto del paro en la salud mental y física es muy grande”.
B. V.: “Lo que está ocurriendo puede tener un impacto económico muy grave”.
A. S.: “Es tremendo”.

– ¿Es posible que en breve dejemos de fijarnos en las cifras y socialicemos el coronavirus?
A. S.: “Eso es a lo que tenemos que llegar. Aún no sabemos la dimensión que esto tendrá, ya lo evaluaremos, pero tenemos que aceptar que es una enfermedad común, y eso no quiere decir que sea leve. Tendremos que convivir con el Covid-19 como lo hacemos con la gripe. No se aísla a nadie por ser contacto de una persona con gripe, y eso que causa miles de muertes al año. Creo que habrá que socializarlo y y actuar ante los casos graves”.

– Merkel ha afirmado que en torno al 60% y el 70% de la población mundial se infectará por el Covid-19, ¿lo comparten?
B. S.: “Yo no sé de dónde salió esa cifra, pero está claro que cuando la cosa se extiende, si no te contagias este año, lo harás el siguiente. Así que cuando nos demos cuenta, más de la mitad de la población lo habrá pasado”.

– Desde el punto de vista del control de las fronteras, ¿qué les parecen las medidas que se están tomando?
A. R.: “La globalización no ayuda a la contención y por eso nos llama la atención la limitación de fronteras. No podemos comparar la situación y la facilidad con la que nos movemos habitualmente con la facilidad con la que se movía la gente antes. Cuando voy a la facultad a hablarles a los alumnos del Máster de Enfermedades Tropicales siempre les explico que en 1.800, cuando apenas éramos mil millones de personas, para dar la vuelta al mundo necesitabas un año. Ahora, cuando somos más de 7 mil millones de personas, en 24 horas te pones en el otro lado del mundo. Y contigo van tus virus, bacterias, parásitos y hongos”.

– ¿Habría sido buena idea cerrar fronteras inicialmente?
A. R.: “Yo creo que no hay que poner límites a las fronteras pero sí hay que controlarlas, que es por lo que optamos desde Sanidad en un principio. En Canarias tenemos el gran riesgo con los cruceros, que son entornos cerrados que mueven miles y miles de personas y eso debe controlarse”.

– ¿Qué establece el protocolo de cruceros?
A. R.: “Ahora mismo [el jueves para el lector] España ha anunciado que cierra sus puertos a todos los cruceros independientemente de su origen. Respecto a los protocolos, el punto de inflexión fue en 2007, cuando se revisó el documento que legisla el tráfico internacional de personas. A partir de ahí, se han ido actualizando los protocolos en función de la aparición del SARS, el MERS o el Ébola. Desde este enero, el protocolo de cruceros se ha actualizado cinco veces a medida que hemos aprendido más sobre el Covid-19”.

– ¿En qué se traduce esto?
A. R.: “En que en la vida diaria, cuando un barco viene a Tenerife debe presentar un documento que se llama Declaración Marítima de Sanidad en la que el capitán, ratificado por el médico del barco, informa si tiene algún problema sanitario a bordo. En el caso de no tener problemas, se le permite entrar. Habitualmente entran todos. Siempre hay algún problema sanitario, porque hablamos de barcos que llevan dentro a más de mil personas”.

– ¿Un crucero con una persona con Covid-19 podría haber desembarcado en Tenerife?
A. R.: “A día de hoy ningún crucero ha venido a Canarias con un problema de este tipo. En el Costa Luminosa no llegamos a saber si una persona tuvo el Covid-19, porque hubo un caso sospechoso que desembarcó en Puerto Rico pero seguimos a la espera de los resultados de la muestra, que fue enviada a Atlanta. El problema es la alarma social que se creó, porque si esa muestra era negativa, el barco no habría tenido ningún problema para entrar aquí. En caso de ser positiva, podría haber contactos estrechos en el interior del barco y sí habríamos tenido que actuar porque no habían pasado los 14 días de seguridad desde que se detectó el caso”.

– ¿Es diferente el protocolo a seguir en barcos y aviones?
A. R.: “En un avión, los contactos estrechos son solo los asientos de alrededor, mientras que en un barco son los que comparten camarote, mesa de comedor, excursiones, guaguas, actividades en recintos cerrados… así que los contactos estrechos en un crucero se pueden convertir en 1.000 personas. Por norma general, cuando tienes un problema sanitario debes ordenar el desembarco del problema, pero en este caso, que hablamos de miles de personas, tú no puedes desembarcar en una comunidad autónoma a mil personas que por ser contacto estrecho no se les va a permitir coger un avión para salir de la Isla. Así que si aquel caso hubiera dado positivo, la decisión final la habría tenido el Ministerio de Sanidad, que es quien tiene la competencia”.

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