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Ángel Víctor Torres, el líder experto en la gestión de crisis

El incendio de Gran Canaria, la quiebra de Thomas Cook, el cero energético de Tenerife, la tormenta de arena o el coronavirus son algunos de los retos que ha encarado el presidente de Canarias
El jefe del Ejecutivo canario ha afrontado crisis de toda índole desde que accedió al cargo el año pasado | SUJA

Se suele decir que un líder solo demuestra que lo es al enfrentanse a situaciones verdaderamente adversas. Y si hay un responsable público que ha estado en constante testeo es el presidente de Canarias, el socialista Ángel Víctor Torres. Desde que llegó al cargo en julio del pasado año no ha dejado de ser sometido a pruebas sobre su capacidad de gestión y la fortaleza del conocido como Pacto del Progreso. Podríamos hablar de cómo se desató un voraz incendio en la isla máter del jefe del Ejecutivo regional, Gran Canaria, que devoró más de 9.000 hectáreas de monte. O la quiebra del gigante Thomas Cook, que supuso el primer reto económico de gran calado alrededor del pulmón productivo de las Islas: el turismo. También podemos hacer mención al cero energético ocurrido en Tenerife, un acontecimiento del todo extraordinario, al igual que el manto calimoso que empañó el ambiente carnavalero. Y finalmente, como guinda de un pastel que provocaría indigestión a la mayoría, la pandemia del coronavirus.

Se trata de situaciones sobrevenidas, cuyo origen no era controlable. Es por ello que, vistos los enormes desafíos que ha tenido que encarar, las personas del entorno de Torres, que lo conocen bien y saben cómo trabaja, ponen en valor la serenidad con la que afronta una batalla tras otra. “Parte de su éxito tiene que ver con su personalidad: es transparente, se estudia los datos. Lo llamamos el hombre de la eterna paciencia”, reconocen miembros de su partido, el PSOE, quienes explican, además, que su primera reacción al tener conocimiento de alguno de estos eventos tan excepcionales es “escuchar a todo el mundo”, con especial atención a los técnicos. Aparte, destacan que “no es impusivo” sino, más bien, “se toma tiempo para reflexionar”, y una vez valora las variables, “es contundente para resolverlos”.

Aún así, pese a esa dura coraza que lo recubre y le hace resistir, durante el periodo de confinamiento el presidente, que siente un fuerte apego hacia su familia, ha atravesado momentos difíciles a nivel personal por no poder visitar a su padre, Fafo, aunque sí ha visto brevemente, a ratos, a su esposa Ivana y a su hijo Miguel, a quienes consagra su escaso tiempo libre. Es más, los socialistas admiten que le gusta contar siempre anécdotas y vivencias con “los suyos”, sobre todo para ejemplificar, y cuando hace referencia a su primogénito “se le ilumina la cara”. De hecho, explican que “intenta llevarlo al colegio siempre que le es posible”. Un gesto que puede llegar a sorprender, tratándose de quien ostenta la máxima responsabilidad sobre la Comunidad Autónoma, pero al que sus compañeros le restan importancia: “Ángel Víctor es así, una persona normal”. Y ciertamente, tanto afiliados como simpatizantes y gente que ha compartido mesa con él, corroboran que es así: “Se nota que viene de un ayuntamiento, porque hace cercanos los asuntos del Gobierno de Canarias”.

El café le gusta corto, con sacarina. Siempre que tiene oportunidad sale a correr, especialmente al monte, una de sus pasiones junto a la literatura: “Leer y escribir le encanta”. Delante del televisor opta por deportes como el fútbol -que al parecer se le da bien- y el basket. Y en fechas señaladas o festivos aprovecha para meterse entre fogones. Sus especialidades: la fideuá y los arroces, con los que deleita a familiares y amigos, que siguen siendo los mismos desde que era pequeño; la mayoría de ellos, alejados de la vida pública.

Si hay un rasgo que le resulta llamativo a sus colaboradores es que a todos los discursos que entona les pone un sello propio, habitualmente para hacerlos más didácticos, más comprensibles. “Se nota que es docente”, concretan miembros de la Ejecutiva socialista, quienes también ensalzan su memoria y capacidad de retención. Respecto a quién es Ángel Víctor Torres tras las cámaras, tras los foros públicos, señalan que si algo ha hecho que soporte todos los embates de la legislatura es que pone bastante atención a los detalles, se interesa por saber la opinión de la gente: “Tiene la experiencia de gobernar en acuerdos, siempre escucha, negocia, trata de comprender la realidad”.

Estos días, desde que se declaró la pandemia, “trabaja día y noche, porque cuando algo le preocupa dedica muchísimas horas para estudiar cada paso que dar para ser resolutivo”, afirman fuentes de su entorno. Y lejos de decaer en momentos de dificultad, concluyen: “Genera buen rollo, muy pocas veces se le ve bajo de ánimo, más bien lo normal verlo animándonos a los demás cuando estamos mal”.

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