coronavirus

Canarias no registra contagio alguno por primera vez desde el 4 de marzo

Pese a realizar unas 3.000 pruebas al día, solo suma 26 nuevos casos en la última semana; hoy se formaliza en Madrid la petición para que todas las Islas pasen a la fase 1 el próximo lunes
Los canarios se enfrentan a un horizonte incierto en lo económico, pero esperanzador en lo sanitario. Fran Pallero
Los canarios se enfrentan a un horizonte incierto en lo económico, pero esperanzador en lo sanitario. Fran Pallero
Los canarios se enfrentan a un horizonte incierto en lo económico, pero esperanzador en lo sanitario. Fran Pallero

Canarias sigue presentando una realidad sanitaria claramente favorable para que el Ministerio de Sanidad apruebe que todo el Archipiélago pase a la llamada fase 1 desde el próximo lunes, una solicitud que el Gobierno autonómico entregará hoy formalmente en Madrid.

La mejor de las noticias es que, a pesar de ser una de las comunidades autónomas que registra un crecimiento mayor a la hora de hacer pruebas a la ciudadanía, la detección de nuevos contagios no solo sigue decreciendo en las Islas, sino que la última semana ha sido, de lejos, la mejor en tal sentido, con apenas 26 nuevos casos cuando ya se realizan unos 3.000 test diarios. Como guinda a esta semana extraordinaria, ayer no sumó contagio alguno, lo que no sucedía desde el 4 de marzo pasado, cuando aún quedaban más de diez días para que se decretase el estado de alarma. Lamentablemente, todo lo bueno que ofrece la perspectiva sanitaria se desinfla en lo económico, donde los datos del paro y las novedades sobre la reactivación turística van dibujando un temporal perfecto para las haciendas isleñas. Hoy mismo, un tercio de los canarios en disponibilidad de trabajar cobran algún tipo de subsidio público, una situación tan excepcional como inevitablemente ruinosa en tanto en cuanto se alargue en el tiempo.

Sobre los datos sanitarios, está claro que son los mejores en mucho tiempo. La Consejería de Sanidad regional informó a las ocho de la noche de ayer que el número de casos acumulados desde el inicio de la crisis sanitaria se mantiene en 2.231, al no detectarse ni un solo nuevo caso en las últimas 24 horas. De ese acumulado, quedan 869 positivos activos, dado que ayer recibieron el alta hasta 33 canarios contagiados, por lo que los paisanos que pueden presumir de haber sobrevivido al virus suman ya 1.233. Hay que lamentar un nuevo fallecimiento, para un total de de 143 finados con el coronavirus.

El mejor reflejo de estas buenas nuevas llegó a través de la manifestaciones realizadas por el director del Servicio Canario de la Salud, Antonio Olivera, ante los micrófonos de la Radio Autonómica: “El coronavirus ya no está en las calles [de las Islas] salvo en algún foco muy localizado”. En consecuencia, y con la mirada puesta en que el Ministerio de Sanidad dé el visto bueno a que Tenerife, La Palma, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote pasen el próximo lunes a la fase 1 (de la que ya disfrutan gomeros, herreños y gracioseros), Olivera entiende que “la recuperación de la normalidad la podemos afrontar siempre con mucha prudencia, pero con confianza en que los riesgos son bastante limitados en la situación actual”. Fuentes de la Consejería apostillaron, posteriormente, que “no hay transmisión comunitaria, sino focos, igual que al principio de la pandemia”. Estas cifras adquieren especial valor al tener en cuenta que, con la llegada del material necesario, Canarias ha remontado en la tabla de comunidades con más test realizados, a tal punto que ha dejado los puestos de cola para llegar a la media tabla en cuanto a pruebas PCR (ya son más de 70.000 las realizadas), y es de las regiones con un mayor aumento en este sentido.

La perseverancia de las autoridades canarias en que el desconfinamiento sea lo más rápido posible obedece, como es sabido, a la dramática situación económica derivada del frenazo en su actividad económica, cuyo tótem es el tan dramático e inaudito como necesario turismo cero decretado en las Islas.

Aunque ya el vicepresidente y consejero de Hacienda regional, Román Rodríguez, fue claro al estimar entre 15 y 20 puntos el desplome del PIB canario este año, poco a poco los datos confirman que el temporal que se viene es de dimensiones colosales. Ayer mismo, las cifras del paro reflejaron un incremento del 12,01% respecto a marzo, lo que, a juicio de la consejera de Empleo, Elena Máñez, “demuestra el impacto diferencial que tiene en Canarias la emergencia de la Covid-19”.

En total son 27.347 los nuevos desempleados en las Islas, y la caída de la contratación, afectan principalmente a los sectores económicos vinculados al turismo, como hostelería, servicios y comercio. Por si fuera poco, y en comparación con abril del año pasado, la Seguridad Social tiene ahora en Canarias 50.776 trabajadores afiliados menos, un 6,27% menos, caída que también está dos puntos por encima de la registrada en términos interanuales en el conjunto de España (-4,01%).

Otros datos, como el desplome (-8,9%) del consumo eléctrico en Canarias, que dobla la media nacional, confirman un escenario económico durísimo, y tanto desde el Gobierno como desde la patronal u sindicatos isleños coincidieron ayer en insistir a Madrid la necesidad de flexibilizar los ERTE por fuerza mayor, algo que Empleo ya estudia, como ha reconocido el secretario de Estado, Joaquín Pérez Rey, “para comunidades y sectores especialmente afectados”.

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