crisis coronavirus

Canarias se prepara para vivir los capítulos más oscuros de su historia

Las previsiones económicas no dibujan un futuro esperanzador para el Archipiélago, con una caída del PIB del 25% y una tasa de paro del 39%; la sociedad isleña busca un salvavidas económico urgente
Una buena parte de los establecimientos dependientes del turismo extranjero temen no poder afrontar una apertura sin visitantes. Sergio Méndez

Las principales instituciones públicas comienzan a hablar sin tapujos de la situación de crisis económica y social que dejará a su paso el coronavirus. La Comisión Europea ya ha agravado las previsiones sobre el impacto negativo que tendrán las medidas decretadas por el Gobierno español para frenar el avance de la pandemia en el mercado nacional, estimando una caída del PIB de hasta el 9,4% y una tasa de paro en torno al 18,9% este año.

Y en Canarias, mayormente dependiente del turismo, una de las actividades que más tardarán en recuperar la normalidad, los augurios son peores en más del doble que el conjunto del Estado. Según un informe elaborado por la Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife, entidad caracterizada por la exposición cruda de la realidad, ha calculado que las Islas padecerán una disminución de su peso económico del 25,05%, mientras que el desempleo se situaría en el 39%.

Se trata de un panorama que, más allá de verse únicamente como un conjunto de cifras, ya empieza a tener rostro, no en vano, desde que el Ejecutivo canario impulsó una renta de emergencia social para las personas que carecieran de ingresos, el servicio telefónico del 012, encargado de facilitar información sobre la tramitación de dicha prestación, ha recibido más de 30.000 llamadas, es decir, canarios en situación de vulnerabilidad.

Es por este motivo que el vicepresidente del Gobierno y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, que el lunes intervendrá en diariodeavisos.com, ha insistido ante su homóloga nacional para que se dé al Archipiélago un trato “diferenciado y justo”, visto que la reanudación de una buena parte de las actividades económicas a partir de la siguiente fase (la 1), en cumplimiento con el plan de desescalada, no supondrá la apertura de otros tantos establecimientos que, bien por haber resultado heridos de muerte por el parón o bien por depender de los visitantes extranjeros, no podrán abrir la persiana y necesitarán un salvavidas para sobrevivir los próximos meses.

Canarias es la región española que más sufrirá las consecuencias de la crisis, por lo que el flotador al que se aferra la sociedad isleña es al plan de reconstrucción -similar al Plan Marshall por el que ha abogado DIARIO DE AVISOS- de la comunidad autónoma. Un documento cuyas acciones están valoradas alrededor de los 14.000 millones de euros, los cuales, teniendo en cuenta que se recaudarán cerca de 1.500 millones menos, deberán ser fruto de la colaboración entre la Administración pública y entidades privadas, tal y como ha anunciado el jefe del Ejecutivo canario, Ángel Víctor Torres.

DATOS SANITARIOS
Curiosamente, a pesar de ser las más golpeadas en el plano económico, lo cierto es que las Islas poseen unos datos mucho más favorables en el ámbito sanitario, por encima de la media nacional. Es más, en el día de ayer se registró un único fallecimiento y cuatro contagios; evolución de la curva epidemiológica que ha llevado al Gobierno a solicitar formalmente a Madrid que las otras cinco islas que aún se encuentran en la fase 0 o preparatoria del desconfinamiento -a excepción de La Gomera, El Hierro y La Graciosa- pasen a la siguiente etapa.
De hecho, esta misma semana el director del Servicio Canario de Salud (SCS), Antonio Olivera, mostró su convencimiento de que el coronavirus ni siquiera está presente ya en las calles de las 88 localidades canarias, puesto que el riesgo de contagio es muy bajo.

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