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El pacto de reactivación se pone en marcha para doblar la curva

Agentes políticos, sociales, económicos e institucionales firman en el Parlamento de Canarias una declaración y el documento marco
PACTO RECONSTRUCCIÓN CANARIAS
FIRMA PACTO RECONSTRUCCIÓN CANARIAS
Patio de Parlamento de Canarias. / DA

El cuatripartito encendió ayer las luces largas para no desorientarse a la salida del túnel. Con el Pacto para la Reactivación Social y Económica, muchos agentes empujan el vehículo de la recuperación. Se han desmarcado dos de los siete grupos parlamentarios: el PP y Ciudadanos (Mixto) alegan que las ruedas están desinfladas y el depósito del combustible, en la reserva. El eje trasero se rompió por el desgaste del rodamiento. José Miguel Barragán, de CC-PNC-AHI, se dispone a entregar una hoja de ruta “más adecuada para hacer realidad los objetivos” que se persiguen. Alegóricamente, el punto de partida de esta andadura ha sido el Día de Canarias.

En el Parlamento se rubricaron una declaración institucional y un documento base para su materialización con acciones específicas y dotación financiera. Firmaron Antonio Rico, del tercer sector; Ismael de la Fe y Candelaria Delgado, de los colegios de trabajadores sociales; Águeda Victoria Francisco, de UGT; Inocencio González, de CC.OO.; Santiago Sesé, de las cámaras de comercio; Agustín Manrique de Lara, de la patronal CCE; José Carlos Francisco, de la CEOE tinerfeña; Concepción Brito, por los municipios (Fecam); Casimiro Curbelo, en nombre de los cabildos (Fecai); Melodie Mendoza, por ASG; Manuel Marrero, de Sí Podemos Canarias; Luis Campos, de Nueva Canarias; José Miguel Barragán, por CC, y Nayra Alemán, del PSOE. “Nos comprometemos a que los efectos socioeconómicos de la pandemia no lastren ni arrastren a quienes más nos necesitan”, recalcó el jefe del Ejecutivo canario, Ángel Víctor Torres.

La ofensiva de la covid-19 “pasará a la historia como el principal desafío de principios del siglo XXI”, el mayor reto colectivo tras la Segunda Guerra Mundial [1939-45], reseñó Torres. “Como ya ocurriera con otras emergencias sanitarias a lo largo de los tiempos, y con otros tantos conflictos bélicos, nos hemos mantenido alejados de nuestras familias y amistades. Pero, sin duda, lo más doloroso es que se está llevando las vidas de nuestros seres queridos”. Evidentemente, es distinto a una conflagración armada: “No son las bombas las que nos han puesto en jaque. El enemigo es invisible y, en lugar de derribar edificios, amenaza con derruir nuestro Estado del bienestar. Nos amedrenta con la muerte, con la pobreza y con las desigualdades”. De ahí que la reparación de los daños se plantee “en la dimensión sanitaria, en la social y en la económica, sin recortar recursos en asistencias esenciales”. En esa misión, “la sanidad, la educación y los servicios sociales son áreas que no solo han de ser conservadas, sino potenciadas”.  En plena desescalada, el mandatario incitó a estar a la altura: “Nuestras instituciones públicas y las organizaciones que representan a la sociedad canaria, igual que se hizo con las grandes ciudades en el siglo pasado, deben adaptarse a la llamada nueva normalidad, mirar al futuro y afrontar que tras la pandemia tendremos que hacer muchos esfuerzos”.

Ángel Víctor Torres interviene en la sala Europa del Parlamento de Canarias. / DA
Ángel Víctor Torres interviene en la sala Europa del Parlamento de Canarias. / DA

Torres ve en este “instrumento corresponsable” una herramienta eficaz: “Nos implica y nos obliga para lograr sobreponernos a la situación actual”.  La estructura se asienta sobre siete pilares: “Conservar los servicios públicos fundamentales; reforzar las capacidades sanitarias y sociosanitarias; atender a los más vulnerables; mantener y recuperar el empleo; reimpulsar la actividad económica; agilizar, simplificar, cooperar y coordinar los trámites administrativos, e impulsar la Agenda 2030, de desarrollo sostenible”.

Desde la constatación de que “Canarias es, objetivamente, la comunidad autónoma más afectada en el ámbito económico, porque la covid-19 ha golpeado a nuestro principal sector productivo, del que depende el 40% de los trabajadores”, Torres resaltó que “ha sido determinante la puesta en marcha” de los expedientes de regulación temporal de empleo: “Roto ese vínculo entre empleado y empleador, lo que queda es el paro, la angustia de no saber si volverás a tener una oportunidad. Si   no fuera por esos ERTE, hoy estaríamos hablando de cifras de desempleo espeluznantes”. Ese mecanismo lo activó la ministra Fátima Báñez (PP) en la reforma laboral de 2012, aquella cuya modificación “en sus aspectos más lesivos” el PSOE y Unidas Podemos llevan en el programa conjunto y cuya demolición “completa e inmediata” han acordado con EH Bildu en un cruce de versiones contradictorias.

En el recorrido de su relato, Torres miró por el espejo retrovisor: “Canarias había empezado bien el año. Los datos de enero, febrero y los primeros 14 días de marzo invitaban al optimismo.  Incluso se avanzaba que en 2021 podríamos tener unos índices históricos de paro por debajo del 17%. La economía funcionaba. Las perspectivas eran halagüeñas. Pero el 14 de marzo, con el estado de alarma, todo se paró. Dos días después, fueron convocados los grupos parlamentarios, las instituciones y los agentes sociales y económicos de Canarias y, desde entonces, las reuniones han sido permanentes”. Se remontó al inicio de la crisis sanitaria, el 31 de enero, con un positivo por coronavirus en La Gomera: “Los encuentros han sido más de cien. Y, desde el 16 de marzo, una cincuentena. Se han escuchado, expuesto y recogido propuestas. Esa es la esencia”.

Desplegar líneas de apoyo a la liquidez empresarial; una renta de garantía que proporciona a las familias sin ningún tipo de recursos los medios materiales imprescindibles para realizar una vida digna; la revisión del REF y negociar con el Gobierno de la nación la movilización de los fondos presupuestarios convenientes son algunas de las indicaciones detalladas en la guía itinerante ante el horizonte temporal de 2020-2023.

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