Los clientes que se alojen a partir de ahora en los hoteles españoles se encontrarán con una decoración más reducida, los menús de buffet ya emplatados y con abundante señalización que recuerde el mantenimiento de la distancia de seguridad. Asimismo, los empleados tendrán mascarillas y guantes para extremar las medidas de higiene.
Así consta en el borrador de reapertura para hoteles y apartamentos turísticos elaborado por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), en colaboración con la patronal hotelera Cehat y la Secretaría de Estado de Turismo, que ha sido la gran impulsora de la creación de un protocolo sanitario único. En su elaboración, también han participado organizaciones sectoriales territoriales, cadenas y empresas hoteleras.
El borrador, del que ayer DIARIO DE AVISOS adelantó algunas pinceladas, ha sido presentado ya al Gobierno, y espera tan solo el visto bueno del Ministerio de Sanidad, que se prevé se produzca esta misma semana. El próximo lunes, 11 de mayo, coincidiendo con la entrada en la fase 1 de desescalada, los hoteles podrán reabrir sus puertas, aunque con determinadas condiciones y sin turistas.
Este protocolo permitirá a los establecimientos hoteleros planificar su reapertura tras diseñar e implantar un plan de contingencia para la prevención de riesgos frente al coronavirus.
El documento hace especial hincapié en garantizar las distancias de seguridad, sin concretar porcentajes de aforo, y en extremar las medidas de higiene en todos los espacios, especialmente en aquellos de uso común, así como en las herramientas de trabajo que tengan que pasar de unas manos a otras (datáfonos, ordenadores, llaves).
El documento pone también énfasis en el incremento de las frecuencias de limpieza en las zonas con mayor contacto (superficies, pomos, lavabos, grifería, manivelas, ascensores, mostrador de recepción, puertas, llaves/tarjetas de habitaciones, teléfonos, mandos a distancia, botón de descarga del WC, barreras de protección, control de climatización, secador, dispositivos de control horario, máquinas de gimnasios, barandas, carta de room service, minibar, perchas, etc.)
Además de ventilar y airear las zonas de uso común, se establecerán las medidas necesarias para asegurar el distanciamiento entre clientes y empleados en la zona de recepción, que deberá contar con gel hidroalcohólico y evitar compartir bolígrafos. Se fomentará el pago con tarjeta y otros medios electrónicos en todos los servicios del alojamiento.
Se recomienda la colocación de alfombras desinfectantes a la entrada de los establecimientos y disponer de un termómetro sin contacto para realizar comprobaciones oportunas de sintomatología, tanto entre empleados como clientes. Si el personal presta el servicio de transporte de equipaje del cliente, deberá realizarse en condiciones de seguridad, con guantes desechables y/o toallitas desinfectantes para limpiar asas, manillas, etc.
En el área de restauración se promoverán los emplatados individuales, eliminándose todos los elementos de uso común, como vinagreras, saleros, aceiteras, máquinas de bebidas, azucarillos y cualquier elemento decorativo. Además, el establecimiento debería considerar un itinerario sugerido para evitar contactos entre clientes. En las habitaciones se intentará reducir los textiles (incluidas alfombras), así como los objetos de decoración y las amenities, y la papelera debe tener tapa. Las perchas y el secador de pelo deben ser desinfectados a la salida de cada cliente y debe limitarse el servicio de plancha. El servicio de habitaciones no entrará a limpiar si el cliente está dentro. Se recomienda prescindir del servicio de aparcacoches y el ascensor deberá ser usado solo por una persona a la vez o por las que viajen juntas o compartan habitación.