tribuna

Una oportunidad histórica para reinventar el turismo en Canarias

Por Rafael Castellano Brito

En estos días escuchábamos al cicepresidente del Gobierno de Canarias acuñar el término “reinventar el turismo en Canarias” y tenemos que decir que no podemos estar más de acuerdo con el mencionado concepto. Ahora bien, en estos tiempos tan complejos que nos está tocando a todos vivir, donde a la incertidumbre y el temor que nos ha inundado a todos en forma de atentado contra nuestra salud hay que unir de manera clara y contundente la derivada de una situación de crisis económica sin precedentes al menos contemporáneos, cabe preguntarnos, qué podemos hacer para salir de este escenario tan crítico como complejo y, en consecuencia, darle sentido y contenido al acertado concepto.

Desde nuestro punto de vista, la respuesta a la superación de la profunda crisis económica que se avecina se encuentra en gran medida en el desarrollo de la capacidad de leer la situación desde la perspectiva de visualizar las oportunidades que un escenario como éste presenta.

Durante los años 2009 hasta 2015 una crisis financiera arrastró a España a una importante recesión económica y social, sin embargo, la industria turística contribuyó decisivamente a que en Canarias el impacto fuera menor que en el resto del país. En esa etapa el Gobierno de esta Comunidad Autónoma enarboló la bandera de la necesidad de modernizar nuestra principal actividad económica para alcanzar un grado de competitividad que le permitiera alcanzar su sostenibilidad futura. Las iniciativas legislativas traducidas en incentivos a la renovación y la promoción de planes de mejora del espacio turístico y de las infraestructuras públicas y privadas llegaron a todos los núcleos turísticos de las islas y aunque el calado del mensaje entre el sector empresarial fue nítido, también es cierto que las dificultades en esa etapa de las entidades financieras atenuaron tales medidas hasta el punto de que, aún siendo muy importantes las iniciativas desarrolladas, éstas no dejaban de representar la punta del iceberg que insinuaba la real situación de esta actividad en las islas.

Durante los años de 2015 a 2019 la clara mejora de los mercados financieros y de las economías de los países propició que, conjuntamente a la paralela inestabilidad de determinados destinos turísticos competidores, en Canarias se alcanzaran récords de llegada de visitantes, que permitieron la recuperación empresarial de los años de crisis precedentes, pero también contribuyó a que la Administración pública y la iniciativa privada aparcaran la emprendida política de modernización de este vital sector económico de las islas.

En los núcleos turísticos de Canarias entre el 70% y el 85% de su oferta alojativa actual se encuadra la modalidad extrahotelera, éste un dato preocupante porque, además de que es la actividad hotelera la que genera mayor calidad, fortaleza y empleo a un destino, la mayor parte de los establecimientos extrahoteleros cuentan con categorías de 1 y 2 llaves o estrellas, en consecuencia, la conclusión resulta obvia, la mayoría de nuestro tejido turístico alojativo se encuentra en estado de elevada antigüedad, obsolescencia y escasa capacidad competitiva.

Si a la situación actual generada por la crisis sanitaria que ha obligado a un inédito cierre de la totalidad de nuestra actividad turística, le cruzamos la realidad comentada acerca del estado de nuestra planta alojativa –similares índices podríamos aportar acerca de la gran mayoría de centros comerciales de las zonas turísticas-, el resultado es altamente preocupante, dado que estos complejos actualmente cerrados y con escaso bagaje competitivo van a tener muy difícil su reapertura y, además, son caldo de cultivo para un trasvase a la residencialización y en un alto porcentaje al alquiler vacacional, con lo que de un plumazo se habrá cambiado el modelo turístico de Canarias y no precisamente para mejor.

Ahora bien, como apuntábamos al principio, las situaciones más difíciles desde una buena lectura permiten visualizar oportunidades que en otros contextos no es posible abordar. Así como en la crisis financiera de 2008 la ausencia de dinero circulante impidió una profunda modernización de la actividad turística en Canarias, en la actualidad, a diferencia de la etapa anterior, existen recursos financieros por movilizar y sólo falta, por el momento, que afloren iniciativas decididas y clarividentes que permitan aprovechar este escenario para convertirlo en una clara oportunidad de impulso hacia una revitalización profunda de la actividad turística en estas islas. Es preciso, en suma, poner en marcha medidas eficaces y en este contexto, nos permitimos sugerir algunas iniciativas que pueden ser trascendentes:

1. Impulsar por parte de la Administración pública canaria, contando con el sector turístico, la elaboración de un documento operativo que permita concretar y planificar las iniciativas a desarrollar, que aporte la necesaria confianza y articule los distintos tipos de medidas y rango que en él se integren.
2. Concertar entre las Administraciones públicas implicadas un importante marco de financiación vía créditos avalados por aquellas a todos los establecimientos, especialmente los de bajas categorías, que se renueven y suban, al menos, a tres estrellas.
3. Promulgar una Ley de Medidas Urgentes que permita adaptar la Ley 2/2013 de renovación y modernización turística de Canarias al escenario actual, incorporando nuevos incentivos a la renovación y modernización de establecimientos.
4. Propiciar una verdadera simplificación de los procedimientos administrativos vinculados con el desarrollo de instrumentos –planes, proyectos, licencias,…- encaminada a propiciar eficacia y rapidez en las actuaciones de renovación y modernización turística.

En suma, el gran objetivo planteado se centra en aprovechar el actual cierre de establecimientos para que, en el horizonte de un año de trabajo intenso y eficaz, se impulse una verdadera transformación de nuestra actividad locomotora. En la medida en que seamos capaces de concretar iniciativas del tipo de las aquí expuestas, habremos convertido un escenario incierto y sombrío en una oportunidad inmejorable para encauzar el presente y futuro de estas islas.

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