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Blas Trujillo: “La sanidad pública es el pilar del sistema de salud, y se derivará a la privada lo que se deba derivar”

Histórico del socialismo grancanario, Blas Trujillo vuelve al Gobierno regional, donde estuvo de 1991 a 1993, para hacerse cargo de la Consejería de Sanidad en un momento muy complicado y con serios problemas estructurales pendientes
Blas Trujillo, consejero de Sanidad. Sergio Méndez

Histórico del socialismo grancanario, Blas Trujillo vuelve al Gobierno regional, donde estuvo durante el segundo mandato de Jerónimo Saavedra, de 1991 a 1993. Este economista de larga trayectoria política dice que está “hecho un pibe”. Le va hacer falta esa energía para lidiar con una Consejería, la de Sanidad, que afronta eternos problemas estructurales que el Pacto de Progreso se comprometió a mejorar. Un año después, ahí siguen, tras un mandato efímero de Teresa Cruz Oval, muy cuestionada en el sector sanitario. Y en medio de una una grave pandemia mundial que le ha tocado gestionar, en su mayor parte, al consejero de Administraciones Públicas, Julio Pérez, titular interino de Sanidad durante varios meses. Uno de los primeros retos de Trujillo es conseguir que el Estado permita a Canarias hacer test a los viajeros que llegan a las islas.

-¿Ya ha hablado usted con Sanidad Exterior para el tema de los test?

“He hablado con el ministro Illa, no con Sanidad Exterior”.

-¿Y qué le ha dicho?

“Vamos a tener una comisión bilateral. Estamos negociando un proyecto piloto para hacer test en puertos y aeropuertos. No de forma indiscriminada, sino seleccionando en función de las características del vuelo, el origen de los pasajeros… Igual que el lunes va a comenzar un proyecto piloto estatal en La Gomera donde 3.000 personas tendrán una app en su móvil y se hará un simulacro con 300 supuestos contagios, para hacer un seguimiento de sus contactos”.

-¿Por qué un programa piloto de test y no una autorización sin más?

“Porque todavía se está discutiendo cuál es la fórmula más adecuada. Se ha avanzado en distintos pasos: la declaración jurada, el control de temperatura, el control visual… Y nosotros queremos ir más allá. En esto, todos estamos aprendiendo”.

-Usted es economista, ¿cómo piensa gestionar ese equilibrio entre defender la salud pública y que la economía no se desplome?

“Ese es el gran reto ahora. Tenemos que proteger la salud, pero también necesitamos que nuestra economía se abra. Somos la comunidad autónoma más dependiente de eso, por la estructura de nuestro PIB. Y hay un índice de riesgo importante de que se produzca algún contagio al abrirnos. Pero no podemos vivir permanentemente aislados”.

– ¿No le da miedo que nos relajemos demasiado rápido?  

“No debemos tener miedo, pero sí debemos ser conscientes de que el virus está ahí. Es elemental. No se ha ido por que nos hayamos confinado. Y hay que extremar las medidas. Eso empieza también por uno mismo, a nivel individual. El otro día, el ministro Illa nos decía que todas estas medidas de uso de mascarillas o de distanciamiento social las vamos a tener que interiorizar, por lo menos, un año. Aparecerán algunos rebrotes. Y tenemos que estar preparados. No solo teniendo el material adecuado en los centros sanitarios, sino detectando los casos lo más rápidamente posible para aislarlos y tratarlos.

-¿Cree que es necesario endurecer las sanciones por el incumplimiento de algunas normas?

“Si tenemos que llegar a la sanción, mal asunto. Tenemos que movernos en la prevención, ser machaconamente comunicativos transmitiendo que cada uno de nosotros es responsable, no solo de su salud, sino también de la de las personas que lo rodean. Después de estos meses, es normal que la gente tenga necesidad de encontrarse, la situación ha mejorado, pero la prudencia es esencial”.

 -Parece que el Parlamento, a iniciativa del PP, les ha pedido que se distribuyan mascarillas a los sectores con menos recursos…

“Sí, el miércoles se aprobó una Proposición No de Ley. Y la cumpliremos, claro. Pero no estamos en el primer momento de la pandemia, donde había falta de mascarillas. Todo esto ha ido evolucionando. El propio mercado ha aumentado el suministro y han bajado los precios. No es difícil adquirir mascarillas para la mayoría de la población”.

-La oposición siempre les recuerda que el índice de contagio entre el personal sanitario canario ha sido el segundo más alto en España, según el Instituto Carlos III.

“La pandemia cogió al sistema sin medios para abordar esa demanda que de golpe fluyó masivamente. En términos generales, no solo en Canarias. Ahora hemos reforzado todo eso y nuestros hospitales están equipados de manera suficiente”.

-Finalmente, ¿cómo va a quedar la paga extra al personal del SCS que ha estado luchando contra el COVID? ¿Por qué se ha excluido a una parte del personal?

“Eso ha sido solo una propuesta inicial. Lo que hagamos finalmente se consensuará con los sindicatos”.

-Sobre el modelo sanitario: ¿va a disminuir el porcentaje de concertación en el sistema de salud canario?

“Eso es un debate en el que se generan dicotomías que no tendrían que producirse. La Ley General de Sanidad, y la nuestra propia, dice que el sistema nacional de salud tiene a la sanidad pública como pilar fundamental. Y formando parte de este sistema está la sanidad privada como servicio complementario. Pero el pilar es la sanidad pública. ¿En qué parámetros hay que moverse? En los de eficacia y eficiencia. Si para resolver un tema hay que gastar un poco más, porque el bien que queremos preservar lo exige, pues lo haremos, seremos muy eficaces. Y a lo mejor menos eficientes. Pero lo ideal es ser muy eficaces y muy eficientes. Hacer lo máximo con el menor costo posible”.

-Pero usted sabe bien que hay comunidades con más peso de la concertación y otras con menos…

“Sí, otra cosa es que luego aparezcan decisiones políticas en alguna comunidad que se quiera ir a otro modelo. El nuestro es el de la Ley General de Sanidad que impulsó en su momento el PSOE”.

En Canarias hay una percepción de que los intereses de la privada pesan mucho en el sistema de salud…

“Hombre, si nos comparamos con Madrid, no creo”.

-¿Y con el País Vasco?

“Estamos en una situación similar [9,3% en Canarias frente al 6,8% del País Vasco]. Si hay esa percepción sobre la privada, hay que aclararla. Porque la ley dice lo que dice.

-Pero mire Jesús Morera, el exconsejero socialista y ahora gerente del Negrín, ha reducido las derivaciones oncológicas a la Clínica San Roque…

“Se derivará lo que se deba derivar”.

-Uno de los retos que tiene es el de la estabilización del personal sanitario, con 17.000 interinos…

“El 70% del personal está en una situación interina. Y eso no hay empresa que lo resista. Por lo pronto, tenemos las ofertas de empleo público ya convocadas”.

-Más allá de las 7.800 plazas convocadas. ¿buscarán otras formulas para estabilizar al personal?

“Habrá que abundar mucho más, pero todas las medidas hay que tomarlas dentro del marco legal pertinente. Ahora empezaremos a estudiar la situación, porque las hay muy dispares ysegún los distintos grupos”.

-El tema de la atención primaria es fundamental, ¿no? Ahí se puede hacer mucha tarea de prevención antes de que la gente enferme…

“Sí, hay que potenciar mucho más la red de atención primaria, es vital. También en la detección rápida del COVID. Hablamos mucho de los hospitales. Pero debe ser el último recurso. Para eso será muy importante saber con qué dinero contamos. Ya he encargado un informe”.

-Va a estar fastidiado, con la situación económica en la que estamos…

“Ahora mismo tenemos una perspectiva de esperanza por los fondos que puedan llegar desde Europa, teniendo en cuenta que uno de los objetivos prioritarios es reforzar la sanidad. Si no conseguimos que la sanidad funcione y se pare la pandemia, no va a funcionar nada”.

-¿Qué va a hacer con las listas de espera? ¿Aumentar las derivaciones? ¿Abrir más tiempo los quirófanos en la pública?

“Lo primero es saber cuál es la situación en la que nos encontramos realmente. Llevamos tres meses hablando del COVID, pero el resto de las patologías no han dejado de existir. En función de los recursos que tengamos, habrá que ver cómo abordamos la situación de la manera más eficaz y eficiente posible”.

-Las Urgencias también se saturan en determinados momentos del año, ¿qué piensa hacer?

“Nosotros, desde el CES, promovimos un plan para Urgencias. El problema es que, con esta situación, todo tiene que ser readaptado”.

-¿Qué le parece el cese del jefe de Urgencias del HUC, que ha generado tanta polémica?

“Lo que me parece es eso, que ha generado demasiada polémica. Una decisión de reordenación funcional en una organización compleja no debiera generar un conflicto. De todas maneras, lo estudiaremos, pero antes tengo que hablar con la gerente”.

-¿Va a hacer cambios en las gerencias de los hospitales públicos?

“Eso habrá que ir viéndolo. Pero en el plazo más inmediato, no”.

-Hablemos un poco de política de partido: usted vuelve al Gobierno después de 27 años, ¿no le parece que al PSOE canario le faltan nuevos referentes políticos?

“Si se fija en los partidos con amplia representación, no en uno que quepa en un Renault Clío, y mira las estructuras y liderazgos, verá que el PSOE canario no tiene ningún problema. Porque es la realidad que tenemos: aparecen pocos liderazgos nuevos. ¿Qué pasa en el PP a nivel nacional? Está Casado, sí, pero la persona más importante para el tema del COVID es Ana Pastor, que no está en los juveniles del PP…”

-¿Por qué repelen los partidos a tanta gente con talento?

“Yo creo que la política se ha convertido en un territorio que no es muy amable. Resulta más bien duro, complicado. A muchas personas cualificadas, con un porvenir profesional, no les compensa. Votan por una una u otra opción. Incluso sugieren cosas. Pero no les pidas que se metan activamente”.

-¿Es usted un insigne representante del saavedrismo?

“Como fui consejero con Jerónimo y fue él quien me trajo al partido, seré saavedrista toda la vida. Aunque yo esto de los ismos… Yo lo que soy es socialista”.

-De los líderes del PSOE canario que siguieron a Saavedra, el más efímero fue López Aguilar, quien más tensiones tuvo con él. ¿Es Saavedra un poder en la sombra todavía?

“Jerónimo es un referente para los socialistas y para una buena parte de la sociedad canaria. Y en el partido, siempre es alguien a quien acudir para pedir un consejo, pero él no juega ese papel en la sombra, tutelando. Aquella tensión que tuvo con López Aguilar fue en otra época un poco convulsa”.

-¿No teme que el PSOE de Tenerife se sienta relegado después de la elección de los nuevos consejeros?

“Mire, esta situación que pasa con los nombramientos no es nueva. Es normal que cada estructura territorial del partido intente obtener mayor cantidad de puestos de responsabilidad, porque eso significa más peso en esa lógica de los partidos. Pero, una vez que todo el mundo propone, el presidente dispone. Y luego las aguas vuelven a su cauce. Y yo, con el partido en Tenerife, le aseguro que tendré una relación magnífica.

-Hay un percepción aquí de que un PSOE de Tenerife débil es el camino para una ATI-CC fuerte…

“La manera de combatir eso es hacer una política desde el Gobierno, con independencia del origen del consejero, que sea adecuada para los intereses de los ciudadanos. De Tenerife o de La Gomera, da igual”.

-Pero en su partido hay quien piensa que piensa que a los socialistas de Gran Canaria les gusta gobernar con CC…

“Esa percepción tiene un fundamento lógico. Durante mucho tiempo, el liderazgo de CC lo ha ejercido ATI. Y el PSOE de Tenerife ha rivalizado con ellos. Pero en tiempos anteriores, cuando la parte de CC en Gran Canaria era más fuerte, se la veía más como adversaria. Era la gente que venía de ICAN y que había pactado con el PP para sacar al PSOE de las instituciones de Gran Canaria. Y que luego formaron lo que hoy es Nueva Canarias”.

-¿Esa relación de amor-odio entre socialistas e izquierda nacionalista en Gran Canaria, ¿no ha perjudicado al conjunto de la izquierda canaria?

“No es amor-odio, entra dentro dentro de la lógica de la política. Los partidos que se mueven dentro de un espectro, en un momento dado, se solapan. Compiten por el mismo espectro sociológico aunque haya matices. Igual que en el centro competimos los grandes partidos.

-¿Por qué no un pacto de lealtad mutua? El menos votado deja gobernar al más votado en cada institución…

Si todo fuera así de fácil… No nos olvidemos de que la política la hacen las personas, independientemente de la chapa partidaria que lleven. Y depende de la persona, se puede conseguir transar mucho o transar poco.

– Tengo una curiosidad: ¿cómo se le ha ocurrido volver al Gobierno con esta Consejería tan complicada?

“Y en una situación muy compleja… Pero mire, lo hago con toda la energía e ilusión posibles. Me han pedido que eche una mano y yo voy a echar las dos y todo lo que haga falta”.

-¿Qué hace usted para relajarse?

Pues estar con los míos. Aunque sea un ratito. Yo enseguida cambio de registro.

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