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El tipo de sangre puede “proteger parcialmente” contra el coronavirus, según un estudio

Según 23andMe, los resultados preliminares sugieren que los pacientes con sangre de tipo O son menos susceptible al virus
Detalle del trabajo en un laboratorio
Detalle del trabajo en un laboratorio
Detalle del trabajo en un laboratorio. EFE/Sebastiao Moreira/Archivo

Una investigación llevada a cabo por la empresa de pruebas genéticas 23andMe ha encontrado que las diferencias en un gen específico que influye en el tipo de sangre pueden afectar la susceptibilidad al coronavirus.

Los científicos han analizado factores genéticos en un estudio con más de 750.000 participantes para determinar por qué algunas personas que contraen el virus no sufren ningún síntoma mientras otras sí y, en algunos casos, enferman gravemente. Para llevarlo a cabo, la empresa utilizó los millones de perfiles de ADN con los que cuenta en su base de datos.

Según la compañía, los resultados preliminares sugieren que la sangre de tipo O “protege parcialmente” contra el virus que causa la covid-19, el SARS-CoV-2.

La investigación de 23andMe afirma que las personas con sangre tipo O tienen entre un 9 y un 18% menos probabilidades que las personas con otros tipos de sangre de haber dado positivo en la prueba de covid-19. Sin embargo, las diferencias en la susceptibilidad a la enfermedad de otros tipos de sangre eran muy pocas.

En el estudio se ajustaron los datos para tener en cuenta los factores mencionados anteriormente y para tener en cuenta a aquellas personas con alta probabilidad de exposición, como los sanitarios, dando los mismos resultados.

Hasta el momento se sabía que las enfermedades previas y la edad pueden determinar cómo se comporta el virus en el paciente contagiado, pero son factores que por sí mismos no explican la constelación de síntomas diversos, por lo que descubrir la genética de las personas más vulnerables ayudará a acelerar los tratamientos y el desarrollo de fármacos.

Sin embargo, desde 23andMe advierten de que se trata de datos preliminares y “puede que con una muestra escasa”. Los autores añaden que “la comunidad científica puede necesitar unir sus recursos para abordar realmente las cuestiones que rodean los vínculos entre la genética y el coronavirus”.

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