Con 152 años, el Círculo de Amistad XII de Enero avanza con paso firme entre la sociedad de Santa Cruz, principal beneficiaria de su actividad cultural, pero también entre la de Candelaria, donde su sede deportiva ofrece un enorme espacio para la práctica de la actividad física. Mañana, desde las 10.00 y hasta las 19.30 horas, sus 9.000 socios están llamados a elegir a un nuevo presidente.
Francisco Perera lleva en ese cargo los últimos cuatro años, cuando sustituyó en el mismo a Ignacio González López, que lo desempeñó durante dos décadas. Perera se presenta a la reelección con el convencimiento de que a su equipo aún le queda tarea por hacer. Como él mismo explica, “he introducido algunas reformas a lo largo de estos cuatro años, pero aún nos queda trabajo por hacer en las instalaciones para que se mantenga en el nivel de privilegio que se encuentran hoy”.
De esa gestión, Perera, que además es el presidente del Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife y de la Real Academia de Medicina, destaca la apuesta que se ha hecho por la cultura. “Hemos hecho muchas conferencias, club de lectura, presentaciones de libros, exposiciones de pintura… Digamos que el tema cultural ha tenido una importancia relevante en estos cuatro años y queremos que siga siendo así”. Junto a esta apuesta está la del mantenimiento y mejora física de las sedes. “Hemos mejorado las instalaciones deportivas, piscinas, gimnasio, también se han construido algunos vestuarios, o reformado y arreglado por completo la fachada del Círculo, que es emblemática en Santa Cruz”, explicó.
Pero, sin duda, una apuesta de presente y futuro, destaca Perera, es la adaptación de la sociedad a la informatización de la gestión administrativa. “Vamos poco a poco creando una informatización de la gestión que realizan los socios, que siempre se tiene que hacer presencial. Tenemos ya casi listas las aplicaciones para que todo esto se pueda hacer de forma telemática y con mucha menos molestias para el socio”.
Al igual que el resto de entidades, el estado de alarma y el confinamiento que llevó aparejado afectó seriamente a la actividad de la sociedad. “Fuimos los primeros en cerrar las inhalaciones después de que se decretara el estado de alarma, pero eso no impidió que, durante todo este tiempo, se siguiera trabajando muchísimo, porque el mantenimiento se siguió haciendo, manifestó.
Durante las distintas fases del estado de alarma, explica el actual presidente, “hemos tenido un grupo de directivos que se ha ido encargando de adaptar cada fase a las normas y requerimientos que marcaba el Gobierno”. “Esto no ha sido nada fácil -continuó- porque tienes que acotar aforos, evitar circulación de gente por las sedes de la sociedad o aglomeraciones. Hablamos de 9.000 socios, que con sus familiares, si fueran todos, son como unas 25.000 personas. Hay municipios con menos habitantes”.
Asimismo, admite que este tiempo en el que el Círculo ha estado cerrado se ha tenido que hacer “un trabajo duro, con un un coste impresionante”, ya que “bajamos la cuota casi el 40% durante el confinamiento y la desescalada como forma de premiar al socio”. El entidad cuenta con más de 90 trabajadores, lo que, admite el presidente, “supone un reto muy importante para la economía de la entidad”.
En cuanto al futuro de esta centenaria sociedad, resalta el objetivo del medio ambiente: “Tenemos previsto ir eliminando el papel, el plástico, tanto en las instalaciones deportivas de Barranco Hondo (Candelaria), como en la sede de Santa Cruz. Colocaremos papeleras de reciclaje y sustituiremos las luces halógeneas por leds”.
“También será necesario acometer distintas mejoras como en el comedor de la sede deportiva, o ver qué utilidad le podemos dar a la terraza de Santa Cruz, que está infrautilizada”, añade Perera, quien detalla que, además, pondrán en marcha pequeñas salas para los estudiantes.
Entre los valores que destaca Francisco Perera de esta sociedad privada, a la que solo se puede acceder en la actualidad mediante la compra de una acción (cuyo valor ronda los 4.000 euros), está, por un lado, un espacio en el que “la cultura y el deporte van de la mano”, y, por otro, la relación de los socios entre sí. “Es una enorme familia, personas que se reúnen en el Círculo, en la que se forman núcleos importantes de amistad. Sin ir más lejos, yo empecé a salir con mi esposa en el Círculo y llevamos ya 34 años casados”, añadió.