
El incendio declarado en el noroeste de La Palma la semana pasada “no empeora”, pero todavía queda un largo camino por delante para poder darlo por controlado, según reconoció ayer en rueda de prensa el presidente del Cabildo, Mariano H. Zapata, que se mostró optimista por la evolución de las labores de extinción, aunque, a su vez, advirtió del riesgo que implica la ola de calor que, de nuevo hoy, arranca en todo el Archipiélago, aparte de las rachas de viento que han dificultado el control y vigilancia del perímetro trazado de 16 kilómetros cuadrados. “Nos preocupa la situación meteorológica a partir de mañana [hoy para el lector], con altas temperaturas y viento en la zona afectada”, admitió.
El presidente del Cabildo de #LaPalma, @Marianohzapata, ha explicado que el #IFGarafía continúa estabilizado, que no controlado, y que, por tanto, las personas evacuadas no podrán regresar a sus casas aún pic.twitter.com/6BMtjAzHMQ
— Cabildo de La Palma (@CabLaPalma) August 24, 2020
Las conjeturas que se hacían a primeras horas de la mañana, sobre la posibilidad de que el suceso descendiera de categoría -actualmente está en nivel 2 y es competencia del Gobierno de Canarias-, se desvanecieron, justamente, por las previsiones climáticas para la jornada de hoy, que pueden suponer un serio impedimento en el avance hacia la extinción; el control, del que todavía no se atreven a hablar las autoridades, se emplaza en todo caso para finales de esta semana, dependiendo de cómo discurran los acontecimientos en torno al operativo. Los 120 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias desplazados a la Isla se han replegado, considerando la estabilización del fuego, al igual que algunos equipos de otros lugares; no así los medios aéreos, que siguen siendo los mismos que desde el principio (11).
“Hemos estado trabajando sobre los puntos calientes con los helicópteros, reforzando la línea del perímetro, porque tenemos que afianzarlo lo suficiente”, explicaba la directora técnica del incendio, Estrella Álvarez, en una comparecencia ayer por la tarde. Con respecto a la estrategia que, según lo planeado, iba a tener lugar anoche, concretó que se dispondría de “ocho equipos para prevenir cualquier escape, tanto fuera como en el interior” del área delimitada. Asimismo, dijo que se tendría “cautela”, debido a que “las temperaturas van a aumentar y puede haber un posible cambio en la dirección del viento”.
Por su parte, la consejera de Medio Ambiente de la institución insular, la tijarafera María Rodríguez Acosta, manifestó su gratitud hacia los 14 ayuntamientos de La Palma por poner a disposición medios humanos y materiales desde el viernes, del mismo modo que el Ejecutivo regional, la Delegación del Gobierno en las Islas -con el palmero Anselmo Pestana a la cabeza- y voluntarios de toda la ínsula. Igualmente, resaltó la presencia del personal de Tragsa que, con motivo de la campaña contraincendios, se había incorporado este verano. Un síntoma, a su juicio, de que la coordinación interadministrativa ha funcionado, y que la sociedad palmera se ha volcado con un incidente que, recordemos, poseía un potencial de quema de 10.000 a 15.000 hectáreas de monte, y que, finalmente, se ha quedado en 1.200 afectadas y alrededor de 800 totalmente calcinadas. Diez veces menos.
EVACUACIONES
Los miembros de la plantilla de Cruz Roja que habían acondicionado los albergues donde pernoctaron, durante al menos dos noches, los vecinos de Garafía evacuados de sus viviendas también se marcharon ayer de la Isla, puesto que la mayor parte de las personas desalojadas pudieron encontrar recursos alternativos en casas de amigos y familiares, confirmaron anoche fuentes municipales a DIARIO DE AVISOS.
Aparte, otro grupo de garafianos pudo acceder de nuevo a sus inmuebles, si bien aún los responsables de la gestión del incendio, tras inspeccionar el terreno, opinan que existe riesgo de rebrotes, y hasta que se dé por controlado el incendio, difícilmente podrán regresar aquellos que habitaran las zonas donde se sitúan los principales puntos calientes.
En la mañana de hoy, desde las 12.00, se celebrará una nueva reunión técnica en el Puesto de Mando Avanzado (PMA) emplazado en Puntagorda, en la que se evaluará la efectividad de las labores desarrolladas a lo largo de la noche, así como si es segura la vuelta a sus hogares de los vecinos y la conveniencia -o no- de reabrir determinadas vías que, en la actualidad, continúan cerradas para evitar la irrupción de curiosos en las proximidades de la superficie perimetrada.
CUEVA DEL AGUA
El barrio de Cueva del Agua, señalaron las mismas fuentes consultadas por esta redacción, ha quedado quemado prácticamente en su totalidad, salvo las infraestructuras construidas, que lograron, casi todas, salvarse. “No hay nada que quemar ya”, precisan”. Por tanto, todo parece apuntar a que su población será la próxima que pueda volver, para, sin embargo, hallar un panorama distinto al que están acostumbrados. Más sombrío, más triste, envuelto en ceniza y teñido de negro por el paso de las llamas.