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El ocio y la restauración de Santa Cruz denuncian que no se les deja servir a partir de las 00.00 horas

Los empresarios se quejan de que se les amenaza con multas si prestan servicio a los clientes que ya están dentro del local antes de la media noche
Los negocios afirman cumplir a rajatabla con las nuevas normas. T. C.
Los negocios afirman cumplir a rajatabla con las nuevas normas. T. C.
Los negocios afirman cumplir a rajatabla con las nuevas normas. T. C.

La Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca) y miembros integrantes de la Asociación Zona Centro de Santa Cruz mostraron ayer su preocupación por las trabas que, desde las distintas administraciones, les están poniendo para atender a sus clientes, con una interpretación restrictiva de las últimas normas impuestas por el Gobierno de Canarias para frenar la propagación de la Covid-19. Concretamente, hacen referencia a que, aunque no permiten la entrada de clientes a partir de las doce de la noche, tal y como recoge la norma, y cierran a la una de la mañana, no se les está permitiendo atender a esos clientes en esa hora concreta, con amenaza de multa de por medio.

“Todos somos conscientes de la situación y, por ello, nuevamente en detrimento de nuestros negocios, hemos procurado llevar la normativa a rajatabla sin recibir a nadie a partir de las 00.00 horas y cerrando a la 01.00”, explican. “Lo cierto es que -continúan- en la normativa no se recoge en ningún lugar la prohibición a lo largo de esa hora de servir a nuestros clientes que por otro lado son sosten económico de nuestros negocios”. De esta forma, denuncian que “nos encontramos con que las autoridades no lo han interpretado de esa manera y se nos prohíbe previo amenaza de multa realizar nuestro servicio”.

Para estas asociaciones es “realmente preocupante que con todas las complicaciones económicas y sociales a las que nos enfrentamos en lugar de recibir apoyo no se nos permita desarrollar nuestro trabajo con total normalidad”.

Añaden que “entendemos que ante la situación higiénico sanitaria a la que se enfrenta nuestro país el empuje y los sacrificios deben estar equitativamente repartidos, pero la realidad es que nos encontramos en la circunstancia de que prácticamente todas las responsabilidades y por tanto las limitaciones recaen en nuestro sector”. “No olvidemos la inmensa cantidad de familias que dependen de nuestros trabajadores y lo cierto es que cada vez es más difícil mantener a nuestras plantillas”, concluyen ambas entidades.

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