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Incendio sin control en La Palma

Las llamas se originaron en la zona conocida como la Catela, y al cierre de esta edición hay tres focos activos; uno de ellos, en dirección al barranco de Briesta, es el que más preocupa a las autoridades, dado que se trata de un área de difícil acceso para los equipos de extinción por vía terrestre
Algunas infraestructuras urbanas se han visto afectadas, si bien aún no se ha hecho una valoración profunda del alcance de los daños sobre las mismas. DA

Un incendio forestal de nivel 2 declarado en la tarde de ayer en la zona de Catela, en el término municipal de Garafía, ha puesto en alerta a la Isla Bonita, obligando a que “todos los medios que están en La Palma” actúen sobre el terreno, tal y como relató a DIARIO DE AVISOS la consejera insular de Seguridad y Emergencias, Nieves Rosa Arroyo, aparte de la UME, que llegó al puerto capitalino al filo de la una de la mañana y otros tantos equipos procedentes de distintos puntos del Archipiélago. Al cierre de esta edición, tres frentes permanecen activos y fuera de control: uno, en dirección al área conocida como El Castillo; otro, rumbo a Llano Negro, en la misma localidad donde se originó el suceso, mientras que el de mayor envergadura se dirige al barranco de Briesta. Es por ello que los efectivos desplegados centran sus esfuerzos en que las llamas no lleguen a este último enclave, dada la dificultad de acceso al mismo. También han procedido a desalojar a vecinos de los barrios de Catela y Colmenero por prevención.

Está previsto que, a lo largo de la mañana de hoy, esté habilitado un Puesto de Mando Avanzado en el polideportivo de Puntagorda para coordinar las acciones y los recursos. Además, el presidente del Cabildo palmero, Mariano H. Zapata, adelantaba anoche que “se está valorando decretar el nivel 2, una vez podamos tener la primera reunión” en el emplazamiento de operaciones. Dicha categoría, que se le otorgó horas más tarde, implica que la coordinación recae sobre el Ejecutivo regional, y trae consigo la incorporación de medios dependientes de la Administración General del Estado no contemplados en el Plan Canario de Protección Civil y Atención de Emergencias por Incendios Forestales, pasando, pues, el incidente, a ser considerado de interés autonómico o nacional.

Poco después de las 18.30 horas, momento en el que se daba el aviso, actuaron en la zona dos helicópteros de la Brif, uno del GES de La Palma y otro de La Gomera, al igual que el kamov del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto demográfico, con base en el aeropuerto de Tenerife Norte. Estos tuvieron que cesar su intervención cerca de las nueve de la noche, dada la escasa visibilidad, aunque continuaron los retenes de las comarcas 2, 3 y 4 de Servicio de Medio Ambiente del Cabildo, además de cinco vehículos autobombas, bomberos, Eirif, Cecopin, Cruz Roja, Guardia Civil, Protección Civil y las policías locales de diferentes municipios, que ofrecieron su ayuda.

Un total de 61 militares, ocho autobombas y dos vehículos nodriza de la Unidad Militar de Emergencias llegaron anoche, en torno a la una de la mañana, en el Bencomo Express, buque que, en mitad de su ruta hacia La Gomera, regresó al puerto de Los Cristianos para cargar a las cuadrillas de la UME y agilizar su desplazamiento a la Isla Bonita. Precisamente, tras enviar recursos dependientes del Gobierno estatal, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quiso lanzar un mensaje a través de Twitter en el que deseaba “todo el cariño y mucho ánimo a La Palma y a todos los equipos participando en las tareas de extinción”. El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, por su parte, también empleaba la misma red social para dar a conocer que se encontraba “siguiendo la evolución” del incidente, “en contacto con el presidente del Cabildo”.

“¡Qué desgracia, por Dios!”, gritaba ayer con desesperación una de las personas que trabajaban en el incendio al ver cómo se declaraban focos secundarios a más de 300 metros del origen. “No se pudo; esto no hay quien lo pare ya”, se lamentaba, presagiando que tendría que llevarse a cabo un importante despliegue para el que está suponiendo el incendio más importante del verano, agravado por las altas temperaturas y la baja humedad.

En lo referente a daños materiales, algunas infraestructuras urbanas se vieron afectadas, aunque todavía no se ha realizado una valoración en profundidad, puesto que los esfuerzos están focalizados en lograr controlar las llamas, tarea que, hasta ahora, se antoja harto complicada vista la progresión del fuego.

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