crisis coronavirus

Las Islas vuelven a encarar el dilema entre la economía y los contagios

El PIB canario sufre una caída del 36,2% en el segundo trimestre del año, al tiempo que las empresas intentan remontar el vuelo tras la cuarentena y las autoridades tratan de evitar nuevos casos de Covid
mascarilla obligatoria
Los isleños encaran el primer fin de semana con mascarilla obligatoria en playas y piscinas | FRAN PALLERO

Canarias comenzó ayer a poner en práctica las nuevas restricciones aprobadas por el Consejo de Gobierno regional del lunes -la prohibición de fumar y vapear en la calle y las limitaciones al ocio nocturno-; medidas a las que se han sumado, tras la última reunión de la Comisión Interterritorial de Sanidad, el resto de comunidades autónomas, endureciendo, incluso, las restricciones para el mundo de la noche. La preocupación por el incesante aumento de casos de coronavirus en todo el país motivó la adopción de más pautas de prevención, entre las que también destaca el establecimiento de los horarios en hostelería hasta la una de la madrugada, aparte de la obligatoriedad de realizar pruebas PCR a los usuarios de los centros sociosanitarios que ingresen por primera vez y a los empleados que se reincorporen de vacaciones.

Sin duda, esta es una temporada estacional atípica para los isleños, que encaran el fin de semana de estreno de la mascarilla en piscinas y playas; una escena que hace aún más anómalo el panorama que ya vivíamos, de incredulidad y estupefacción ante, por ejemplo, tener que saludarnos con el codo o mantener las distancias. Pero lo cierto es que ha habido novedades sobre otro elemento característico de las fotos costeras: los turistas. El sector, que camina en la cuerda floja por las consecuencias del confinamiento, ha podido recobrar el aliento con anuncios como los que hicieron ayer Alemania y República Checa, considerando a España “zona de riesgo” epidemiológico, pero exceptuando a las Islas, que serán, según dijo por carta la canciller germana al presidente de La Gomera, Casimiro Curbelo, el destino vacacional de la lideresa centroeuropea.

No obstante, para mantener ese trato diferenciado respecto a otras regiones españolas, Canarias deberá mantener los datos de contagios que la han caracterizado hasta la fecha, para así evitar decisiones de urgencia, como la que dio a conocer el lehendakari Iñigo Urkullo de que Euskadi decretará el lunes la emergencia sanitaria en la comunidad, asumiendo, pues, el mando único para adoptar medidas excepcionales, las cuales no avanzó, aunque todo apunta a que irán encaminadas a la limitación de los desplazamientos o aislar determinados territorios.

Y pese a que se esté recrudeciendo el escenario sanitario en todo el país, en la jornada de este viernes otro dato sacó a relucir el hondo impacto de la pandemia sobre el tejido productivo, lo que sumerge al Archipiélago en una encrucijada aún mayor entre economía, turismo y salud. Según el Instituto Canario de Estadística (Istac), el PIB de las Islas cayó un 36,2% en el segundo trimestre del año, arrastrado por la paralización del sector servicios y de la construcción. Un dato que incrementa la preocupación de los empresarios del ocio nocturno, que al darse la orden nacional de no a las discotecas, han manifestado su enfado porque se les aboque a un nuevo cierre, haciendo peligrar cerca de 200.000 empleos en España y la supervivencia del 70% de las compañías dedicadas a dicha actividad en Canarias. Reclaman, como compensación, que se articule algún tipo de subvención para sufragar las pérdidas.

Cabe destacar que un posible confinamiento hace temblar aún más al empresariado. De ahí que se haya optado por endurecer la normativa y no decretar un cierre total, a fin de revertir la tendencia ascendente de casos sin que ello suponga un varapalo para el bolsillo de los canarios. Ayer se sumaron otros 111 positivos de coronavirus, constituyendo una estadística global de 3.323 infectados, de los cuales 748 todavía serían portadores de la enfermedad; el mayor foco está localizado en Las Palmas de Gran Canaria (357), donde se ha hallado especial incidencia del patógeno en una zona del barrio de Guanarteme, y más concretamente en salas de baile latino. Es por ello que el presidente del Ejecutivo regional, Ángel Víctor Torres, con independencia de las presiones, se mostró contundente con las discotecas y bares de copas, afirmando que estarán cerrados, como mínimo, 14 días.

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