
La planta de bioestabilizado del Complejo Ambiental de Arico, con capacidad para tratar 78.000 toneladas de residuos procedentes de los contenedores de fracción resto estará a pleno rendimiento en marzo de 2021. Así lo confirmó a DIARIO DE AVISOS Javier Rodríguez, consejero insular del Área de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático.
Dicha planta, que permanece inoperativa desde 2018, daría una segunda vida a la mezcla de desechos orgánicos y no orgánicos vertidos en el contenedor de fracción resto convirtiéndolos en, por ejemplo, material estructurante para suelos.
La rehabilitación de las patologías existentes en esta planta de tratamiento comenzaron el pasado mes de junio, con la adjudicación de los trabajos por 835.310 euros.
En este sentido, Rodríguez tacha este proyecto como “vertebrador” dentro del mandato y aplaude que se vaya a acabar con la pérdida anual de 78.000 toneladas que podrían tener una segunda vida y que, sin embargo, acaban en la celda de vertido.
Junto a la rehabilitación de la planta de bioestabilizado, el Cabildo de Tenerife también ha iniciado otro expediente para la realización de una obra de emergencia en el complejo ambiental de Arico que permitirá aumentar la capacidad de tratamiento en otras 32.000 toneladas.
Es decir, la capacidad final de aprovechamiento de los residuos de la fracción resto en Tenerife ascenderá a las 110.000 toneladas. Aunque la “masa crítica” que llega a los vertederos , en la Isla, advierte Rodríguez, es “aún mayor”.
Para evitar que la generación de residuos procedentes de la fracción resto no supere a la capacidad de tratamiento de las plantas de bioestabilización en la Isla, desde la Corporación proponen impulsar, junto con los distintos ayuntamientos, la separación en origen.
ECONOMÍA CIRCULAR
Si bien lo que se vierte en el contenedor gris, como materia orgánica y otros residuos sin especificar, puede también tener una segunda vida tras ser tratado en una planta de bioestabilización, esto no es lo ideal. Y es que el producto resultante es de menor calidad que el que podría obtenerse de la recogida selectiva en origen (solo materia orgánica).
La línea a seguir en este sentido es fomentar que la fracción resto cada vez sea menor, mientras que a su vez, aumente esa separación en origen: “Pero, ¿qué pasa? Que nosotros sabemos que eso no va a ponerse en práctica de forma inmediata. Entonces, para hacer una buena política y favorecer la sostenibilidad y la economía circular, apostamos por el apoyo como entidad supramunicipal en la instalación del quinto contenedor por parte de los ayuntamientos”, expone Rodríguez.
Ese quinto contenedor, que es el de color marrón, es aquel utilizado para la separación y recogida selectiva de la materia orgánica. Por ahora, no está presente en la mayoría de municipios de Tenerife, aunque estará disponible de forma progresiva. Santa Cruz fue el primer municipio en sumarse a su puesta en marcha a través de un proyecto piloto. De hecho, el pasado 5 de agosto el municipio entregó la primera tonelada recogida, que podrá ser utilizada para la agricultura o la jardinería.
Granadilla se sumará al programa piloto de recogida orgánica
El primer municipio en instalar el quinto contenedor, el marrón en el que depositar únicamente materia orgánica, fue Santa Cruz de Tenerife. Ahora, el siguiente paso lo dará Granadilla de Abona, que se sumará a este proyecto impulsado por el Cabildo insular antes de que acabe este año.
La intención de la Corporación es que todos los municipios se sumen a esta iniciativa de forma progresiva de tal forma que la cantidad de materia orgánica que acabe en el contenedor destinado a la fracción resto sea la mínima posible.
“No cabe duda de que acercar la separación en origen es fundamental para tener unos mejores rendimientos y conseguir que la ciudadanía sea cada vez más cómplice en esa separación”, insistió Rodríguez.
El contrato de residuos, en la última fase antes de su adjudicación
El contrato público para la concesión del servicio de gestión de residuos de Tenerife, que será adjudicado por un importe total de 715 millones de euros durante 19 años, se encuentra en su última fase antes de la propuesta de adjudicatario definitivo.
En primer lugar, tres entidades presentaron sus ofertas: dos UTE (Unión Temporal de Empresas): Cespa Gestión de Residuos S.A. y Martínez Cano Canarias S.A., y UTE Urbaser-FCC Medio Ambiente, y la empresa Valoriza Servicios Medioambientales S.A.
Después, se procedió a la apertura del sobre número 2, que requería un análisis más detallado a nivel técnico, mientras que ahora el proceso pasa ahora por la apertura del sobre número 3, el de la valoración económica. Por tanto, será cuestión de semanas que los funcionarios de la Corporación tengan su propuesta.