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Vecinos de Araya denuncian los alborotos diarios de un prostíbulo

Medio centenar de residentes firman un escrito para pedir más presencia policial; “los clientes llegan en manadas, orinan en la calle y dejan los preservativos en las aceras”

Más de medio centenar de vecinos de Araya, en Candelaria, denuncian las molestias causadas por un prostíbulo en la calle La Medida, con alborotos prácticamente diarios y música a alto volumen que les impiden conciliar el sueño, y comportamientos incívicos como arrojar preservativos en la vía pública y orinar en las puertas de las viviendas próximas.

Hasta 53 residentes en la zona han firmado un escrito dirigido al Ayuntamiento de Candelaria en el que piden más presencia de la Policía Local con operativos de vigilancia y controles frecuentes en el lugar. El problema se agrava los fines de semana con el aumento de la clientela del local, aseguran.

“Es un ir y venir de coches, muchos llegan en manada en taxi y cuando salen del local siguen la fiesta en la calle, golpeando las puertas de las viviendas, dejando restos de bebidas, cigarros, preservativos y hasta de sustancias estupefacientes en las aceras y los muros de nuestras casas, además de orinar en las puertas de los garajes o tocarnos el timbre de madrugada”, explicó a DIARIO DE AVISOS Nazaret Díaz, portavoz vecinal, que subrayó que los residentes en la calle “solo queremos descansar, porque somos personas normales que madrugamos para ir a trabajar y tenemos hijos menores que están viviendo esta situación como normal cuando no es así”.

La portavoz señaló que “hay vecinos que tienen que tomar pastillas para dormir, y en mi caso lo tengo que hacer con unos cascos para escuchar la radio o música y no oír la escandalera de la calle”. Nazaret Díaz aclaró que “el problema no son las chicas, contra las que no tenemos nada porque cada uno se gana la vida como puede, sino los clientes y su falta de civismo”.

Los vecinos han llamado en reiteradas ocasiones a la Guardia Civil y la Policía Local, que “vienen, les tocan, pero no pueden hacer mucho más. Bajan la música, pero desde que se van vuelven a subirla”.

Según explicó la portavoz, la vivienda es alquilada y lleva casi dos años como prostíbulo e incluso durante los meses de confinamiento, en pleno del estado de alarma, seguía recibiendo visitas, indicó.

El malestar de los vecinos cada vez en mayor y ya se plantean pasar a la acción y realizar acciones de protesta si no se trata de poner remedio a esta situación. “Solo queremos que nos dejen descansar”, insisten.

“Las chicas salen medio desnudas a las azoteas, a la vista de menores”

La portavoz de los vecinos de la calle La Medida indicó que la mayoría de chicas que ofrecen sus servicios en el local son jóvenes de origen sudamericano que cada cierto tiempo rotan. “El local se anunciaba sin pudor en una web que ahora permanece cerrada, aunque en Google sigue promocionándose como club nocturno”. Nazaret Díaz afirma que las chicas salen a las ventanas o a las azoteas “medio desnudas, a la vista de menores, ponen la música alta y si les llamamos la atención, se molestan”. La portavoz vecinal lamenta la situación de “indefensión” y pide que se intensifique la vigilancia policial en la zona. “Con controles se cortan”, asegura. Confía en que el Ayuntamiento de Candelaria les escuche y tome cartas en el asunto.

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