la laguna

Arquitectura que integra tradición y vanguardia

La Laguna inaugurará el próximo año la casa fundacional del Instituto Id de Cristo Redentor. El emblemático edificio será centro de estudios y residencia universitaria para postgrados de países en vías de desarrollo
Las obras avanzan a buen ritmo para su inauguración en 2021. En la imagen de la derecha, recreación virtual del proyecto. Cedida
Las obras avanzan a buen ritmo para su inauguración en 2021. En la imagen de la derecha, recreación virtual del proyecto. Cedida
Las obras avanzan a buen ritmo para su inauguración en 2021. En la imagen de la derecha, recreación virtual del proyecto. Cedida

El dinamismo que se aprecia en las obras permite augurar que La Laguna sumará a su patrimonio un edificio arquitectónicamente singular, que responde al hecho de ser sede fundacional del Instituto Id de Cristo Redentor, Misioneras y Misioneros Identes, instituto religioso que su fundador, Fernando Rielo, inició en esta ciudad en 1959 y que está implantado en la actualidad en más de una veintena de países.

El rigor y el empeño firmemente asidos ha permitido superar cuantos retos se han ido planteado en el arduo proceso que se inició hace 20 años. El interés de la institución promotora, la Fundación Idente de Estudios e Investigación, contempla establecer en el doble inmueble el centro de referencia internacional, al ser depositario de la memoria de la institución, y disponer de instalaciones que le permitan abundar en proyectos encaminados a consolidar su cometido, que se distingue por propiciar el dialogo con los intelectuales para la defensa de la verdad revelada y el encuentro con la juventud, contando a su vez con una residencia capaz de albergar a jóvenes procedentes de países en vías de desarrollo, que cursarán estudios de postgrado en la Universidad de La Laguna (ULL). La complejidad del proyecto se ha podido desarrollar partiendo de la acertada resolución, que ante cada requisito ha trazado el arquitecto Germán Delgado, con la estrecha colaboración de su colega Gabriel Córdoba, así como los demás miembros del equipo profesional.

El edificio se alza en un solar de unos 590 metros cuadrados, cuasi trapezoidal e inserto entre otras edificaciones, con frente a las calles Dr. Antonio González, Catedral y La Sota. El proyecto que se ha ejecutado da un trato preferente a la luz natural, integrando el conjunto de manera que se alcance un acertado encuentro entre la edificación original y la obra nueva, concebido en su conjunto desde planteamientos formales y funcionales diferentes.

El conjunto arquitectónico acoge la casa fundacional del Instituto Id de Cristo Redentor, depositaria de la memoria de la institución, integrándola tras un respetuoso y valiente proceso de restauración, rehabilitación y reconstrucción con la nueva edificación, interconectando ambas partes a través de diferentes pasarelas acristaladas. La monumentalidad, en modo alguno pretendida, se hace denotar con la sutil integración de los dos pilares, de hormigón armado y forma cónica e irregular, que enmarcan el eje de confluencia entre una y otra parte, concebido por los arquitectos como punto de encuentro que expresa el diálogo sosegado entre tradición y modernidad.

FERNANDO RIELO, FUNDADOR

El Instituto Id de Cristo Redentor, Misioneras y Misioneras Identes surgió en San Cristóbal de La Laguna, siendo su fundador Fernando Rielo Pardal (Madrid, 1923- Nueva York, 2004). Fernando Rielo, pensador, filósofo, metafísico, escritor y poeta, llegó a Tenerife en 1957 para trabajar como funcionario en Correos y Telégrafos. Partía de una sólida formación religiosa sustentada en una acrisolada tenacidad y vocación de servicio, que le llevó a consolidar el proceso fundacional que encauzó como sistema propio de pensamiento, en defensa del magisterio de la iglesia y el diálogo con los intelectuales. El Instituto Id, reconocido como Instituto de Vida Consagrada de Derecho Pontificio, surge en pleno ímpetu participativo de diferentes propuestas laicales que dan paso, entre otras, al Camino Neocatecumenal, los Focolares, Comunidad de Sant’Egidio, Pan de Vida y Comunidad del Emmanuel.

Con su lema Crece y Espera, Fernando Rielo asume el reto consolidando la piedra fundacional del Instituto Id, que ya a finales de los años 60 inició su proyección en varias ciudades de España y en la siguiente década comenzó a extenderse en diferentes países. Actualmente la Fundación Idente cuenta con 53 delegaciones distribuidas en todo el mundo, atendiendo sus misioneros y misioneras a miles de personas en 22 países. Destaca su labor en parroquias de Alemania, Bolivia, Camerún, Colombia, EE.UU., España, Ecuador, Francia, Italia, Perú, Chile, Tailandia y República Checa, unida a la labor educativa que realizan en universidades que gestiona directamente sitas en Ecuador (Loja, Ibarra, Santo Domingo de Los Tsáchilas y Quito), a las que se suman centros que imparte formación a distancia en EE.UU., España e Italia, y su labor en los centros de promoción humana y social para niños, adolescentes y jóvenes que viene desarrollando en Perú y Camerún.

Inquietud cultural y participación de los laicos en la vida religiosa
Inquietud cultural y participación de los laicos en la vida religiosa

EDIFICACIÓN PARLANTE

La Fundación Idente de Estudios e Investigación, presidida por Jesús Fernández Hernández, entidad promotora de la obra, esbozó desde un principio el deseo de establecer en La Laguna su centro de referencia internacional. Partían para ello de rehabilitar la casa fundacional del Instituto Id de Cristo Redentor y agregar un nuevo edificio, abordando el futuro doble inmueble como una realidad regenerada para servir a los objetivos culturales y educativos. Los arquitectos Germán Delgado y Gabriel Córdoba, a los que une vínculos de amistad, forjada desde los inicios de su formación universitaria al cursar los estudios de Arquitectura, han trazado las líneas básicas del proyecto estableciendo como premisa la prevalencia del diálogo sosegado entre tradición y modernidad.

Fernando Rielo estableció la casa fundacional en una edificación que hoy suma más de 100 años de antigüedad, a la que se han ido añadiendo diferentes transformaciones. Los arquitectos han preservado con meticulosa atención los elementos originales del inmueble, considerándolos como señas de identidad en las que queda reflejada la memoria de la institución y las vivencias de cuantos en mayor o menor medida han estado en contacto con ese lugar. La restauración, rehabilitación, reconstrucción y ampliación que han acometido permite definir al conjunto resultante como una estructura en la que, trascendiendo los retos inherentes a la funcionalidad, se resalta una serie de elementos que destacan por un marcado carácter simbólico, que se han ido incorporando a la obra una vez restaurados. Destaca en particular el despacho del fundador, que reúne mobiliario y objetos de uso personal, así como la balconada y vidriera original.

Cabe citar que buena parte de las soluciones que han adoptado los autores del proyecto marcan un cierto paralelismo con las que Le Corbusier y Pierre Jeanneret, su primo y colaborador, trazaron para el Pabellón Suizo en la Universidad de París. Partiendo de esas premisas, el edificio resultante surge como realidad regenerada, que respeta el basamento fundacional y lo interconecta con la nueva obra mediante pasarelas acristaladas. Prevalece la búsqueda de la luminosidad, que impera desde la vidriera regular del lucernario original que ocupa el patio central del antiguo edificio fundacional, compuesta por noventa y seis piezas de vidrio cuadradas y rectangulares, que podrían reflejar cierta atención al simbolismo numerológico que el arquitecto Germán Delgado reinterpreta y hace presente en otros muchos elementos conforme a los valores geométricos que utiliza de manera precisa.

Sobre la piedra fundamental del inmueble se han ido estableciendo las diferentes unidades, que en conjunto pretenden servir a los objetivos culturales, educativos y evangélicos de la institución promotora. Destaca la residencia de estudiantes, que acogerá anualmente a 32 jóvenes procedentes de países en vías de desarrollo, plazas que se pondrán a disposición para los que cursen estudios de postgrado en la Universidad de la Laguna, así como el salón de actos, en la edificación de nueva planta; y las áreas de estudio, la biblioteca, los salones para encuentros y la Capilla del Santísimo Sacramento, todos ellos en la antigua casa fundacional.

ARTE CONTEMPORÁNEO

El esmero creativo que impera en toda la obra se acentúa en el diseño de la Capilla del Santísimo Sacramento que se ubica bajo la edificación reconstruida. El área, de forma aparentemente cuadrangular, estará cubierta por una falsa bóveda elipsoidal que acogerá la obra del artista plástico Enrique Portero, a quien a su vez se le ha encomendado la intervención pictórica en el Sagrario, hipercubo construido exteriormente de acero inoxidable mate e interiormente de madera de acacia, acabada con pan de oro. Las obras de Portero ocuparán las caras exteriores y el interior, expresando motivos que enlazan con la tradición iconográfica y que responden al deseo de expresar lo invisible a través de lo visible. Cabe destacar que la madera de acacia que se utiliza en el Sagrario procede de ejemplares que existían en el jardín original del inmueble.

La sede de la Fundación Idente de Estudios e Investigación contará con la aportación de otros importantes artistas. Destaca en el diseño las nuevas vidrieras, obra de Luis Palmero, artista que expone hasta el próximo 10 de octubre su obra más reciente, Viento-madera, en la galería Artizar de La Laguna. La vidriera que ha creado recorrerá la edificación de nueva planta desde la base hasta la parte superior, y otra obra suya ocupara la fachada principal del edificio. El polifacético Abel Hernández participará con diferentes motivos pictóricos que se ubicarán en el pasillo de acceso a la residencia religiosa, y el escultor Juan Bordes lo hace con un apostolario, titulado Doce obreros en busca de líder, que se ubicará en el rellano de la escalera de acceso al salón de actos.

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