La señora, de 80 años, y residente en el Puerto de la Cruz, llevaba varios días sin dar señales de vida y eso alertó a los moradores del edificio El Drago.
Llevaba una semana en la bañera y cuando agentes de la Policía Nacional la encontraron estaba desnutrida y deshidrata. La historia pudo haber terminado en una tragedia, pero tuvo un final feliz.
Y esto gracias a los vecinos del edificio El Drago, situado en la avenida Betancourt y Molina, en el Puerto de la Cruz. Fueron ellos quienes ayer por la mañana, sobre las 9.45 horas, avisaron a los servicios de emergencia y a la Policía de que hacía varios días que no veían a una señora alemana, octogenaria, residente en la vivienda número 701, informaron a DIARIO DE AVISOS testigos de lo sucedido.
Tras recibir la alerta, los efectivos acudieron al piso de la mujer, tocaron la puerta en diversas ocasiones, y, finalmente, terminaron entrando por la fuerza, dado que nadie les respondía.
Para sorpresa de los efectivos, entre los que se encontraba una agente en prácticas, la mujer se encontraba en la bañera, inconsciente, sin ropa, con signos de desnutrición y deshidratada, situación en la que se hallaba desde hacía una semana, según se pudo comprobar horas después, añaden las mismas fuentes.
La situación de extrema debilidad en la que se encontraba la señora hizo que fuera imposible trasladarla en ese momento a un centro hospitalario, por lo que en un primer momento fue atendida por los sanitarios en la misma bañera donde fue encontrada para evitar moverla y ocasionarle daños mayores.
Una vez que la estabilizaron, la paciente fue trasladada a Hospiten Bellevue, en el mismo término municipal, para proporcionarle todos los cuidados requeridos.
La mujer, nacida en 1940, aparentemente vivía sola en el apartamento localizado en la zona de Martiánez.
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