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El proyecto del tren del Sur tiene más adeptos que detractores entre los alcaldes

Solo Escolástico Gil (El Rosario), Mari Brito (Candelaria) y José Julián Mena (Arona) se muestran contrarios a la infraestructura ferroviaria, aunque esta sea financiada al 100% con fondos europeos
Infografía del tren del Sur a su paso por Barranco Hondo, en Candelaria / DA

Desde el inicio del ferrocarril de vapor, hace ya 200 años, el transporte guiado tuvo en sus inicios enormes detractores y con el paso del tiempo se fueron sumando adeptos, de tal guisa que todos querían que un tren pasara por su pueblo. Así ocurrió en Inglaterra primero, luego en Estados Unidos, uniendo en 1869 el lejano Oeste con el Este; antes, en 1848, llegó a España (Barcelona-Mataró), y después con el Transiberiano, uniendo la Rusia imperial con el Pacífico. Y así hasta nuestros días, dejando atrás el viejo vapor por el diésel y ahora la electricidad.

En Tenerife el transporte guiado llegó a principios del siglo pasado y hasta 1951 unió la capital con Tacoronte, hasta que unos accidentes mortales provocaron su cancelación. En 2007, el Cabildo, no sin polémica, ¿recuerdan?, puso en marcha de nuevo el tranvía, ahora solo hasta La Laguna.

Antes incluso de esa fecha ya se hablaba de conectar el norte y sur de la Isla con un tren, incluso hasta se barajaba la posibilidad de un túnel La Orotava-Güímar para unir las dos autopistas a través de un tren y completar el corredor insular.

El presidente insular Ricardo Melchior impulsó el proyecto del tren del Sur de tal guisa que en 2010 lo presentó con el objetivo de estar terminado en 2017. Un año después, la crisis lo dejó sobre la mesa y hace tres años volvió a retomarse, ahora con dinero del Estado para redactarlo, con un presupuesto que entonces se calculaba en más de 3.000 millones.

Hace unas fechas, salió a la palestra la posibilidad, en la reconstrucción pos-COVID, que el proyecto fuera financiado por la Unión Europea, con 2.200 millones de euros. El Gobierno de Canarias, en este caso, con la construcción viaria no solo en Tenerife sino también en Gran Canaria, curiosamente lo acogió con mayor entusiasmo en la isla vecina que en la nuestra. Pedro Martín, presidente del Cabildo de Tenerife, decía en febrero que el tren “no es una prioridad” para la Isla, dado que es una obra que tardará más de 20 años y no resuelve a corto plazo los problemas de movilidad. Unos meses después se apuntaba a la idea de construirlo “solo si Europa cubre el 100% de la inversión”, casi el mismo discurso que su socio de Gobierno, Enrique Arriaga (Cs), que tras hablar de que “no es una prioridad ahora mismo”, entiende que su construcción supondría una mejora de la conectividad, el ahorro de 22.000 toneladas de CO2 al año y la reactivación de la actividad económica y la cohesión territorial”. “Ojalá pudiésemos coger esos 2.200 millones de euros de Europa para hacer hospitales, para ayudas sociales o centros sociosanitarios, pero, en este caso, solo se pueden utilizar para el tren del Sur”, dijo Arriaga en el último pleno insular.

Sin embargo, el pacto de Gobierno del Cabildo tinerfeño depende de los votos de Sí Podemos, y así se lo recordó María José Belda, contraria al tren: “Espero que se replanteen su postura, porque de lo contrario nos colocarían en otra situación diferente en el Cabildo”, dijo, todo lo contrario que sus compañeros de Podemos en Gran Canaria, que apuestan por el tren como transporte sostenible. Y el resto de la oposición en el Cabildo, CC y PP, a verlas venir, que sí, pero no; que no, pero sí, incluido Carlos Alonso, el expresidente antes tan defensor del transporte guiado.

El tren irá al lado de la autopista, en viaductos o túneles / DA

Los alcaldes

Haciendo un recorrido desde Santa Cruz hasta Adeje, por los municipios por donde pasa el tren del Sur, los alcaldes se muestran más partidarios del mismo que contrarios.
José Manuel Bermúdez, alcalde de Santa Cruz, apuesta decididamente por el tren del Sur: “Por supuesto que sí, estamos cansados del no por el no, hay razones más que justificadas para el tren, aunque debemos mejorar el transporte público en general”. Su colega Escolástico (IR-Verdes), en El Rosario, se muestra contrario: “No estamos a favor, porque, en cuanto a movilidad, la prioridad debe ser otra, cuando aún tenemos en nuestro municipio conexiones que resolver y acercar la zona baja a la alta del municipio”.

También se muestra contraria la alcaldesa de Candelaria, la socialista Mari Brito, entre otras razones, atendiendo al mandato del Pleno cuando gobernaba con el apoyo externo de Sí se puede: “En la Isla hay otras muchas prioridades y no creo que el tren, con el impacto medioambiental que puede tener, sea la solución a la movilidad y al transporte en la Isla, máxime teniendo en cuenta que la apuesta del Grupo Socialista en Candelaria sigue siendo la del transporte compartido a la demanda, mejorando y manteniendo las vías y corredores principales, y diseñando una red capilar hacia los diferentes núcleos de población”.

Juan Ramón Martín, alcalde de Arafo, se muestra a favor, aunque pide “una parada en el Polígono Industrial y que se implemente un sistema para mejorar la conectividad en el municipio”.

Airam Puerta, alcalde de Güímar, también es favorable: “Es un tema controvertido, pero a nadie se le escapa que la actual situación económica que vivimos nos obliga a pensar que no debemos dejar pasar esta oportunidad de acogernos a una financiación que viene directamente desde Europa y que ayuda a mejorar el transporte en la Isla”. Para añadir que, “en relación a Güímar, trabajaremos para que si finalmente se ejecuta el proyecto, el municipio se beneficie de las ventajas que ofrece este servicio moderno, guiado, respetuoso en cuanto a emisiones de CO2 y que, sin duda, mejorará nuestra reactivación económica para numerosas familias del municipio”, declara el alcalde de Güímar.

Damián Pérez (Fasnia) entiende que “es una actuación necesaria a largo plazo, pero no la solución inmediata a los problemas actuales. En lo que afecta a Fasnia, por la instalación de las cocheras, urge realizarlo y desbloquear la zona destinada a ello, así como exigir una parada en el municipio”.

El alcalde de Granadilla de Abona, José Domingo Regalado (CC), no se muestra contrario a la construcción del tren del Sur, pero sí defiende que en estos momentos existen otras prioridades para la comarca, “como es la finalización del Hospital del Sur, la creación de nuevos centros de salud en los núcleos que han aumentado su población, como Los Abrigos; la construcción de nuevos centros educativos, la creación de vivienda de promoción pública y poner en régimen de alquiler social edificios ya finalizados, para que puedan tener acceso a una vivienda digna las familias con escasos recursos.

Quien se muestra rotundamente en contra es el alcalde de Arona, el socialista José Julián Mena, quizás para visibilizar sus diferencias con su partido: “Ya hace varias semanas me pronuncié sobre la inconveniencia de priorizar los trenes frente a otras alternativas menos invasivas y más eficaces. El tren es una infraestructura de la que llevamos oyendo más de dos décadas y que no finalizaría hasta dentro de muchos años, con lo cual no resuelve el problema a corto o a medio plazo. El tren del Sur supondría un daño medioambientalmente irreparable a la Isla. Por otro lado, y aunque se asegure que la financiación del tren tiene carácter finalista, la realidad es que poner el esfuerzo de las Administraciones en un proyecto puede suponer detraerlo de otros y, realmente, considero que, para el conjunto de los vecinos, tanto del Norte como del Sur, es clave la finalización de los dos hospitales públicos”. Para rematar: “El tren del Sur no es la solución a los problemas de movilidad y generará un impacto en nuestro paisaje que la Isla no se merece. Estoy en contra”.

Por último, el alcalde de Adeje, también socialista, José Miguel Rodríguez Fraga, señala que “es evidente, como ya ha dicho el Cabildo, que ahora la prioridad es la pandemia y resolver sus tremendas consecuencias, pero si llegan fondos europeos o estatales destinados a este proyecto, no se pueden rechazar, porque esos fondos también ayudarán a la reconstrucción en forma de riqueza y empleo en algunos sectores”.

Óscar Izquierdo habla de la “incongruencia” de Podemos

El presidente de la patronal de la construcción (Fepeco) en la provincia tinerfeña, Óscar Izquierdo insiste, ante algunos rechazos políticos al tren del Sur, en que “la única vacuna ante la crisis es la construcción” y apuesta decididamente por el tren del Sur, poniendo el énfasis en que Tenerife ha quedado retrasada por la falta de inversiones en infraestructuras desde el Gobierno regional en los años de Coalición Canaria, y no entiende que el expresidente del Cabildo Carlos Alonso “no apoye ahora el proyecto del tren que su partido mandó a redactar” y, además, se pregunta por qué Podemos “dice sí al tren en Gran Canaria y no al tren de Tenerife”. A su juicio, se trata de una “incongruencia” y la evidencia del “noismo” que se ha instalado en la Isla.

80 kilómetros y siete paradas

Cada unidad del tren tendrá capacidad para 450 pasajeros, y en horas puntas tendrá una frecuencia de 15 minutos. Debido a la orografía de la Isla, el 62% del recorrido se hará en superficie, mientras que el 28% se realizará mediante 9 túneles y 22 falsos túneles, y el 10% restante, a través de 33 viaductos. Las plataformas tendrán un ancho de 14 metros, cuando se trate de vías dobles, y de 8,2 metros, en el caso de vías simples. El recorrido constará de 80 kilómetros desde Santa Cruz, deteniéndose en un total de seis paradas (Añaza, Candelaria, San Isidro, Aeropuerto del Sur, Los Cristianos y Adeje), con una posible ampliación hasta el puerto de Fonsalía, si se construye.

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