El Ensemble Hespérides deleitó en la noche del pasado jueves al público, en la Sala de Cámara del Auditorio de Tenerife, ofreciendo un concierto magistral. El temperamento unió obras de Joseph Haydn (London trio nº 1, Do Mayor), Johann Nepomuk Hummel (Trio Mi b Mayor, s. 30), Franz Krommer (Flute quartet Fa Mayor, op.17) y Wolfgang Amadeus Mozart (Flute quartet Do Mayor, k. 285b).
La elegante y pulcra entrega de los cuatro músicos (David Ballesteros, violín; Macarena Pesutiç, viola; Kathleen Balfe, violonchelo, y Raquel Martorell, flauta) dio a la velada un acento de sutil esperanza en la vital labor de la música.
El título del programa, Temperamentos, alude a los sistemas de afinación musical. A partir del barroco, los temperamentos irregulares daban a cada tonalidad determinadas características emocionales, algo que llegó hasta el clacisismo, cuando se empezó a aplicar el temperamento igual, hasta llegar a imponerse.
Raquel Martorell, intérprete tinerfeña que regresa a Francia, donde reside, despidió la velada con un movimiento del cuarteto de Mozart, señalando con nostalgia: “Me aguarda un mes de confinamiento sin poder disfrutar del calor del público”. Martorell hizo extensivo el agradecimiento al público de todo el cuarteto, por su valentía para que el arte, cumpliendo con las medidas de seguridad sanitaria, siga adelante en medio de la pandemia.
De igual modo, el también tinerfeño David Ballesteros, violinista de la Orquesta Sinfónica de Londres, expresó su satisfacción, al tiempo que explicó que la razón de ser del Ensemble Hespérides, en buena medida, es desarrollar un proyecto que contribuya a la difusión del repertorio de música de cámara en las Islas.