En muchas ocasiones hemos denunciado el estado sumamente deficiente en el que se encuentran las instalaciones deportivas santacruceras. Unas veces esto es debido a la desidia que tiene el Consistorio municipal con ellas, pero no se puede negar que también gran parte de la culpa la tienen sus usuarios. Ese es el caso del campo de fútbol del CD San Andrés, que lleva tiempo padeciendo las fechorías de una serie de invitados nocturnos que arrasan lo que encuentran a su paso, provocando numerosos daños económicos para el equipo costero.
El último ha sucedido recientemente, con la rotura de la puerta de acceso al campo y de la estructura que sujeta las redes traseras de una de las porterías. Esto ha provocado que ahora haya hierros, de considerables dimensiones, con riesgo de desprenderse y el consiguiente peligro que esto provoca para los niños que a diario entrenan allí. “Con esta es la quinta denuncia que presentamos a lo largo de los últimos años. Y eso que no hemos denunciado todo, porque no es plan de ir a presentar una denuncia cuando rompen una red. Otra cuestión es cuando destrozan tanto como este última vez.En esos casos tenemos que denunciar, pues también debemos protegernos, ya que si cuando están dentro un hierro de estos le cae a alguno, no queremos que nos denuncien”, explica a DIARIO DE AVISOS Saturnino Hernández Ledesma, tesorero del club pesquero.
Este dirigente relata que estos vándalos “se suelen meter por la tarde-noche y destrozan todo, además de que dejan todo hecho un asco. Estamos en situación de pandemia y luego todo lo tenemos que limpiar nosotros, con el riesgo que eso conlleva. Saltan por las vallas, se cuelgan de las redes, dan patadas a las papeleras y luego te lo encuentras todo tirado por el camino”. “Solo vienen con la intención de destrozar”, añade Hernández Ledesma con tono tanto triste como enfadado.
Obviamente esta institución ha acudido tanto a los cuerpos de seguridad municipales, como a las instituciones, pero poco se ha podido lograr. “Hemos acudido a la Policía Local. Cuando vienen no hay manera de coger a nadie, porque se echan a correr por el monte. La Policía nos ha tratado muy bien y nos consta que hacen sus rondas, pero cuando vienen no se encuentran con nadie”, lamenta Saturnino, quien recuerda que el club siempre ha estado abierto a la posibilidad de que cualquiera utilice el campo cuando no haya entrenamientos de la entidad: “Si se dirigen al club, nosotros vamos a dar a todo el mundo autorización para jugar”.
Los cuantiosos gastos generados, imposibles de cuantificar, están siendo cubiertos por los propios directivos y por los padres de los niños que juegan en el CD San Andrés, pero Hernández Ledesma recuerda que “este club no tiene capacidad para generar la reparación de todo lo que se destroza. Desgraciadamente, con la pandemia todo se nos ha complicado”.
Lo peor de todo es que la solución no parece estar cerca.