“Prefiero que sea mi música la que hable por mí”, aseguró el compositor Armando Alfonso durante el acto de presentación del volumen Armando Alfonso. Obras escogidas, que ha realizado la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel (Racba), coordinado por la musicóloga y vicepresidenta primera, Rosario Álvarez Martínez, y que cuenta con la colaboración del Gobierno de Canarias. Armando Alfonso (París, 1931) agradeció a la Academia, en las personas de su presidente, Carlos de Millán Hernández-Egea, quien presentó el acto, y de Rosario Álvarez, por “el trabajo de recopilar parte de mis obras”. El también académico supernumerario explicó que “no soy muy partidario de hablar de mi música porque a veces no sabemos por qué las cosas han salido como han salido” y “se puede hablar de formas y de ritmos, pero esto no explica el resultado final de una obra”, agregó.
El acto, celebrado este jueves, tuvo lugar en la sede de la Racba en Santa Cruz de Tenerife y durante su desarrollo Rosario Álvarez explicó el valor como compositor y director de Armando Alfonso, “quien formó a muchos estudiantes de música tinerfeños, a los que enseñó cómo debe ser la interpretación idónea de una partitura”. Recordó que su vocación le llevó a viajar por todo el mundo, primero aprendiendo piano y composición, y después como director de orquesta. Rosario Álvarez destacó que “el hecho de vivir en París en los años 50 del siglo pasado le permitió escuchar obras que aún no habían llegado a España y que tardarían en hacerlo”, por lo que “sus primeras composiciones tienen un lenguaje avanzado para la época”.
De todo su corpus artístico, que se incrementaría a partir de 1996 “cuando se jubila y vuelve a tener tiempo para componer”, en este cuaderno se recogen 26 composiciones, divididas en cinco bloques, con obras para piano, para piano y voz, piezas de cámara, etcétera.
Armando Alfonso es hijo del famoso pianista y compositor Javier Alfonso, y estudió piano y composición en el Real Conservatorio de Madrid, y luego composición en el Conservatorio Nacional Superior de París con Tony Aubin, donde también se inició en la dirección de orquesta. Fue director musical del Ballet Español de Pilar López y en 1969 pasa a dirigir la Orquesta de Cámara de Canarias, que se convierte en la Orquesta Sinfónica de Tenerife al aumentar su plantilla, con la que desarrolló una gran actividad concertística. También ha sido docente en el Conservatorio Superior de Música de Santa Cruz de Tenerife.
El acto de presentación contó con un recital a cargo del pianista Javier Negrín, estudiante de Armando Alfonso y buen amigo; del tenor Carlos Javier Méndez y de la violinista Irina Peña, quienes interpretaron las obras de Alfonso Si el aire mueve la rama, con textos de Antonio Gala; Nocturno, con textos de José Gorostiza; Pieza lírica para violín y piano; Preludio para pianistas amigos: n.º 6; Preludio para pianistas amigos: n.º 7 y Estudio Juego de tresillos.
Esta publicación forma parte de la colección Compositores de la Academia, cuyo objetivo es difundir la obra de creadores académicos y poner en valor sus creaciones. La Racba también tiene previsto poner en marcha la colección Compositores en Canarias.