Filmoteca Canaria ofrece esta semana nuevos capítulos de Women Make Film, la ambiciosa serie documental de Mark Cousins que da visibilidad al talento femenino en el cine. La sesión continuará con tres nuevos capítulos que, en esta ocasión, ponen el foco en cómo las directoras abordan aspectos tan importantes en la cinematografía como son la conversación entre personajes, el encuadre de una escena o la técnica del trávelin. La proyección se podrá disfrutar este jueves, 12 de noviembre, en el Espacio La Granja, en Santa Cruz de Tenerife, a partir de las 19.00 horas. Las entradas están disponibles en la web del Espacio La Granja al precio de 2 euros.
La conversación entre dos o más personas es una interacción humana básica. Pero ¿cómo convertirla en cinematográfica? Uno de los capítulos de esta nueva sesión aborda el tema. Como ejemplos recurre a la técnica de la directora Angela Schanelec, que nos insta a centrarnos en el lenguaje corporal en Plätze in Städten (Sitios en ciudades), o la de Cécile Tang, que utiliza el zoom para guiarnos por los bandazos emocionales de Dong fūrén (El arco). También cómo Sofia Coppola nos muestra conversaciones sin palabras en Las vírgenes suicidas recurriendo a la división con canciones y pantalla partida para contar una historia de anhelo imposible.
A continuación, se habla de los encuadres, que son los que describen y pintan la escena. Pueden hacer que el deporte parezca ballet, como la controvertida iconógrafa nazi Leni Riefenstahl logra en Olimpiada. Dan forma al universo cinematográfico: con miradas impresionistas en Acero azul, de Kathryn Bigelow, con primeros planos asfixiantes en La niña santa, de Lucrecia Martel, o con ángulos de cámara tan radicales como las emociones de la protagonista de Ellen, de Mahalia Belo.
La proyección finaliza con un capítulo dedicado al trávelin. Muchas consideran que esta técnica es la esencia de la magia del cine, que puede plantear preguntas y hablar cuando nadie más está hablando. Como en D’Est (Del oeste), de Chantal Akerman, o en Le lit (La cama), de Marion Hänsel. En El rostro, de Antonia Bird, un trávelin perfecto da la sensación de que la cámara es una extensión de los ojos. Cinético por naturaleza, el trávelin ayuda a mostrar y expresar de manera dinámica una fuga desesperada, como en Home ¿Dulce hogar?, de Ursula Meier.