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Los 800 millones de dólares que le pueden arrebatar casi definitivamente el TMT a La Palma

Los promotores buscan con urgencia esa cantidad del Gobierno federal de Estados Unidos, según revela a DIARIO DE AVISOS una de las ‘kupuna’ más destacadas de la comunidad nativa hawaiana
Recreación del Telescopio de Treinta Metros (TMT) en el emplazamiento alternativo a Hawái, una parcela del Roque de los Muchachos ubicada en el término municipal de Puntagorda. M3 Ingeniería

La batalla en la que, desde el año 2016, han estado inmersas las islas de Hawái y La Palma por albergar el Telescopio de Treinta Metros (TMT por sus siglas en inglés) se ha convertido en una carrera por conseguir más peso dentro del consorcio internacional que promueve el proyecto. Y en esa frente, según cuenta en exclusiva a DIARIO DE AVISOS Noe Noe Wong-Wilson, una de las kupuna o ancianas más respetadas de la comunidad nativa hawaiana, el grupo promotor del instrumento óptico intenta obtener algo más de 800 millones de dólares de la Fundación Nacional de Ciencia estadounidense, dependiente del Gobierno federal de la nación norteamericana, para, a efectos de financiación, apuntalar el proyecto en el archipiélago del Pacífico.

Los colectivos Kia‘i, defensores de la cultura tradicional de Hawái, se han manifestado en repetidas ocasiones en contra de que el aparato se emplace en el monte de Mauna Kea, “lugar preferido” de los inversores del TMT, entendiendo que se profanaría un enclave “sagrado”, de acuerdo con sus creencias. Por contra, hace cuatro años la Isla Bonita fue escogida como alternativa para instalar el telescopio; una decisión que en un inicio se interpretó como una estrategia para ejercer presión sobre los gobernantes de la ínsula americana y así desatascar los problemas con la oposición local, pero lo cierto es que en los últimos tiempos La Palma ha ganado enteros respecto al plan A, en la medida en que el Ayuntamiento de Puntagorda ya emitió en noviembre del año pasado las licencias preceptivas, que permiten empezar las obras en las cumbres palmeras.

No obstante, la crisis sanitaria ha retrasado la reanudación de los trabajos de construcción en tierras hawaianas, detenidos, en realidad, meses antes de la irrupción de la COVID por la presencia de campamentos Kia‘i en la base de la montaña. Un hecho que confirmó a este periódico la propia Wong-Wilson, que, pese a haber suscrito una tregua temporal con las autoridades estatales y retirado sus caravanas de los accesos al complejo científico, aclaró que “permanecemos vigilantes para asegurarnos de que la Universidad de Hawái y los observatorios restantes [autorizados años atrás en Mauna Kea] se abstengan de dañar aún más nuestra cumbre sagrada”. “Irónicamente, esta pandemia ha afectado el avance del proyecto”, destacó la kupuna, aunque ello no ha hecho que los miembros del consorcio desistan en su intento de colocar el gigante de la astronomía en el Pacífico. De hecho, detalló que “los socios del TMT han anunciado su intención de buscar fondos adicionales de la Fundación Nacional de Ciencia, posiblemente 800 millones de dólares o más, para completar el proyecto”, que asciende a 2.500 en total. De ese modo, tratarían de sufragar los costes por tantos años de inconvenientes.

Y esa es la cancha en la que se debate dónde ubicar el que será el instrumento óptico más potente del planeta. Al menos, desde el punto de vista de viabilidad económica. Por un lado, los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos han devuelto la ciencia a la agenda de la Casa Blanca, con el demócrata Joe Biden a la cabeza. Unas circunstancias que alientan una posible apuesta financiera por parte del Ejecutivo federal, que, hasta la fecha, con la Administración Trump, se había mostrado reticente a entrar en el consorcio, al que también pertenecen otras instituciones del país como el Instituto de Tecnología de California (Caltech), la Universidad de California o la Fundación Gordon&Betty Moore.

Por otra parte, se encontrarían las aspiraciones del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que conjuntamente con el Ministerio de Ciencia e Innovación ha mantenido contactos con diferentes inversores europeos para recabar apoyos económicos que pudieran suplir a algunos de los socios de la iniciativa que manifestaron que, en el supuesto de que finalmente se opte por La Palma, abandonarán el proyecto, dados los intereses que poseen en Mauna Kea. Según ha sabido esta redacción, entre las voces discrepantes estarían el Consejo Nacional de Investigación de Canadá y el Instituto Nacional de Ciencias Naturales de Japón. Es más, este último congeló los fondos que tenía consignados para el TMT, a la espera de resolver los enfrentamientos con la comunidad nativa hawaiana.

En lo referente a declaraciones en favor de Canarias, públicamente se ha manifestado el secretario nacional del Departamento de Ciencia y Tecnología de la India, Ashutosh Sharma, que en declaraciones al periódico The Hindu confesó que “nos gustaría que el proyecto se trasladara al sitio alternativo”. El elenco de mecenazgo del telescopio lo completaría el Observatorio Nacional de la Academia de Ciencias de China, que no se ha pronunciado en ningún sentido.

DOS O TRES AÑOS MÁS

Pero la elección de un emplazamiento u otro también puede tener consecuencias en el calendario de construcción del aparato óptico, que, cabe recordar, arrancó en 2014. Noe Noe Wong-Wilson advierte al DIARIO de que la vía estadounidense dilataría aún más los plazos que se manejan, puesto que la Fundación Nacional de Ciencia norteamericana no daría luz verde de manera inmediata a la financiación. “Este proceso podría tomar de dos a tres años en completarse y podría requerir un nuevo estudio de impacto ambiental y preservación histórica”, en concordancia con la Ley Nacional para la Conservación Histórica, que estipula la conocida como Revisión de la Sección 106.

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