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Tenerife, en lucha por su mejor momia

Tras 40 años de intentos frustrados, las instituciones aún tienen la fe de que este guanche vuelva a la Isla, aunque sea de forma temporal
La buena conservación de esta momia se debe, en gran medida, al tratamiento que en su día le realizó el doctor Velasco, médico, antropólogo y taxidermista. DA

La momia del Barranco de Herques, que habría sido encontrada hace siglos en la Cueva de las Mil Momias, ubicada entre los municipios de Güímar y Fasnia, descansa en Madrid desde 1763, cuando fue entregada al Rey Carlos III como un regalo. Todo ello, pese a los inumerables intentos que en Canarias se han realizado desde 1976 para recuperar a este aborigen guanche, con peticiones que han pasado por el Senado y el Congreso sin materializarse en la ansiada devolución.

La expectativa por traer a esta momia a la Isla que la vio partir, Tenerife, se debe a su gran valor histórico dada la escasez de restos momificados completos y bien conservados de los aborígenes que hoy perduran.

“Aquí no se ha dado importancia al legado guanche. Los niños que encontraban cráneos en cuevas jugaban a darles patadas y en el siglo XIX los orchileros tiraban al mar los restos guanches que encontraban”, cuenta Francisco García-Talavera, paleontólogo y exconsejero de Museos del Cabildo de Tenerife (CC-PNC).

Todo esto es lo que ha llevado a que en el Museo de Naturaleza y Arqueología (MUNA) de Tenerife haya tan solo 130 restos momificados, algunos de ellos incompletos, y ninguno en tan buen estado como la momia que se expone en el Museo Arqueológico Nacional (MAN) de Madrid.

A todo ello, García-Talavera suma que una docena de momias guanches están repartidas por museos europeos y se cree que existan otras integradas en colecciones particulares.

En este contexto, se dio en el año 2006 uno de los primeros intentos formales por recuperar la momia. El nacionalista Ricardo Melchior defendió ante la cámara alta en una Comisión de Cultura que “los restos de un ser vivo que nació y vivió en Tenerife, y cuyo traslado a la Península se efectuó en condiciones que se desconocen, tendrían que ser devueltos a su lugar de origen, sobre todo teniendo en cuenta que existe una petición formal de las instituciones tinerfeñas”.

Y aunque la moción de Coalición Canaria fue aprobada por mayoría, el traslado nunca llegó. Ni siquiera después de que en 2010, la también diputada nacionalista Ana Oramas consiguiera el apoyo mayoritario del Congreso de los Diputados a su proposición no de ley en la que se instaba a la devolución de la momia a Tenerife.

“Han pasado cuatro años y el Gobierno no ha cumplido el mandato parlamentario, que se hizo eco de una reiterada reivindicación que tiene una primera fecha destacada en 1976, cuando el Pleno del Cabildo de Tenerife acordó unánimemente pedir al Gobierno la devolución de la momia”, defendió Oramas sobre esta histórica solicitud.

Otros diez años han pasado tras aquel discurso y el cuerpo embalsamado de un aborigen tinerfeño sigue en la Península. Por eso, para García-Talavera lo que ha pasado “es muy triste, porque la momia más completa y conservada está fuera”. Y, aunque alberga cierta ilusión de que vuelva a Tenerife, cree que no será fácil: “Madrid agarraría muy bien el contrato de cesión temporal porque les es muy rentable y atractiva para el museo”.

El cuerpo de un aborigen que vivió en Tenerife hace más de 850 años

De la momia del barranco de Herques se sabe que era un varón de unos 30 o 40 años que vivió en Tenerife hace más de 850 años. Su cuerpo fue entregado al rey Carlos III en 1763, quien la incluyó en su Gabinete de Historia Natural y más tarde, pasaría por otras tantas colecciones privadas y museos. En estos vaivenes, llegó a las manos del doctor Velasco, un médico, paleontólogo y taxidermista que la sometió a un tratamiento que permitiría su mejor conservación. La oscura melena rizada que posee este aborigen, algo que no se ha visto en otras momias, hace creer a antropólogos como García-Talavera que fuera un añadido posterior.

Concepción Rivero, consejera insular de Museos. Sergio Méndez
Concepción Rivero, consejera insular de Museos. Sergio Méndez

Rivero: “Entendemos que no quieran desprenderse de la momia, pero nos gustaría traerla al menos unos días”

La consejera de Educación, Juventud, Museos y Deportes del Cabildo de Tenerife, Concepción Rivero, valoró en una entrevista con DIARIO DE AVISOS su deseo por que desde el Museo Arqueológico Nacional cedan la momia guanche que allí se expone, “aunque sea, temporalmente, porque comprendemos que el museo no se quiera desprender de un elemento tan valioso”.

Rivero considera que es “comprensible” que este museo no quiera perder el cuerpo de este aborigen canario que, dado su buen estado de conservación y su rareza, es “comparable” a otros elementos de gran interés que se almacenan en la misma ubicación, “como la Dama de Elche o cualquier momia de Egipto”

La consejera recuerda a su vez que esta momia partió de Canarias en 1763 y fue donada al Rey Carlos III, y es tajante con respecto al lugar en el que siempre debió estar: “Nunca debió salir de Tenerife”.

Sobre los anteriores intentos que se han hecho por traer el cuerpo de este antiguo poblador de la Isla a su tierra, reivindicaciones que Rivero califica de “históricas”, la consejera lamenta que desde el Museo Arqueológico “jamás se haya hecho caso”.

Desde Madrid se ha llegado a argumentar que la momia guanche podría sufrir daños en su desplazamiento a la Isla o durante su estancia en la misma, algo que Rivero insiste en desmentir: “Nosotros no creemos que exista riesgo de deterioro en el transporte y, además, en el Museo de Naturaleza y Arqueología tinerfeño (MUNA) se dan las condiciones óptimas para conservarla”.

Rivero señala que esta momia fue trasladada en su momento a un hospital en Madrid para hacerle un escáner y apunta que en Tenerife también se han hecho “con seguridad” traslados similares de restos momificados.

Por todo ello, Rivero puntualiza que “no es una prioridad del Cabildo actualmente traer la momia” pero no cree que existan “motivos objetivos” para denegar el traslado y evitar que los tinerfeños disfruten de ver a este “ciudadano de la Isla, un ser humano momificado cuyo origen es Tenerife”.

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