La pandemia actual ha puesto de manifiesto la importancia del factor asistencial y humano a la hora de gestionar esta nueva situación, máxime en el caso de aquellas entidades que cumplen un servicio esencial, como Cepsa, encargada del suministro de cerca del 70% de las necesidades energéticas del Archipiélago, según se puso de manifiesto en las recientes Jornadas Nacionales sobre Psicología del Trabajo y los Recursos Humanos celebradas en la capital grancanaria.
Durante su participación en el encuentro, el responsable de Recursos Humanos de la compañía en Canarias, Juan Carlos Díez, afirmó que “el esfuerzo técnico, personal y económico realizado para la implantación de las actuaciones en torno a la pandemia, así como la gran profesionalidad y compromiso de los equipos humanos han posibilitado asegurar las condiciones de seguridad y de salud. Con ello, se ha conseguido que no se haya contabilizado ningún caso positivo de COVID-19 por contacto entre la plantilla, y que se haya podido mantener la continuidad de la actividad esencial que desarrollamos en las islas”.
Las buenas prácticas en la gestión realizadas por la compañía como abastecedor estratégico de energía, fue uno de los aspectos abordados en las mencionadas Jornadas, en la que participaron 200 profesionales de la Psicología, los Recursos Humanos, el mundo empresarial y estudiantes para debatir acerca del nuevo escenario laboral y organizacional derivado de la pandemia de la COVID-19.
Juan Carlos Díez explicó que, desde los primeros momentos de la pandemia, Cepsa puso en marcha un plan específico de actuación dirigido a preservar la seguridad y salud de los trabajadores y, a su vez, a mantener la actividad empresarial. Una medida de alcance, puntualiza, teniendo en cuenta la propia actividad de la compañía en el Archipiélago, en donde, a la gestión de estaciones de servicio, se suma la de 14 centros logísticos y de almacenamiento, que generan más de 500 empleos directos y otros tantos de empresas de servicio.
Asimismo, hizo hincapié en la relevancia del plan, dadas las condiciones propias de la actividad industrial y la responsabilidad de la compañía como operador crítico. Y, aunque desde el inicio se desarrolló un plan para facilitar el teletrabajo a todos los equipos cuya presencia en los centros no fuera imprescindible, por la criticidad del servicio y la naturaleza industrial de las actividades aproximadamente el 70% de los profesionales de la empresa tuvieron que desarrollar su trabajo de manera presencial durante el estado de alarma.
El plan establecido por la compañía ha abogado desde su inicio por reducir el riesgo de contagio y transmisión de la enfermedad, asesorar y apoyar a los profesionales y a sus familias y disminuir el estrés provocado por la situación actual, además de garantizar el cumplimiento de las normativas establecidas respecto a la pandemia.
En esta línea, se ha hecho una apuesta por la transformación digital en los centros industriales, aspecto en el que ya se venía trabajando con anterioridad, pero haciendo especial hincapié en la digitalización de tareas para evitar el contacto entre personas y el intercambio de papel.
Atención individualizada
Durante su intervención, Juan Carlos Díez explicó minuciosamente la manera en la que se adoptaron con gran agilidad medidas técnicas, organizativas y funcionales para minimizar riesgos de contagio y, cómo tanto los servicios médicos como los de prevención, jugaron un papel clave a la hora de paliar los efectos de la crisis. “Ello permitió que se prestara una atención asistencial individualizada para solventar las dudas de los trabajadores y sus familias, así como las surgidas en torno a las nuevas normas regulatorias. Un apoyo inmediato que supuso una reducción del estrés de los profesionales”, señaló.
A su vez, a través del programa de la entidad Tu salud nos mueve, dirigido a crear una cultura de empresa saludable, se incidió en la gestión de las emociones, facilitando herramientas útiles, que incluyen desde sesiones de mindfulness hasta talleres de gestión del estrés y control de tiempo, así como de promoción de la salud, entre otros.
Por otro lado, el responsable de Recursos Humanos de Cepsa en Canarias resaltó el reto asumido por el servicio de prevención de riesgos de reevaluar cada uno de los puestos de trabajo y reorientar tareas. “Un trabajo que dejó patente la capacidad de adaptación y flexibilidad de los profesionales. A esto se sumó la coordinación de prevención de riesgos de las empresas de servicios con las que Cepsa trabaja”, remarcó.
La comunicación, clave (Despiece)
El responsable de Recursos Humanos de Cepsa en Canarias destaca el papel que ha jugado la comunicación en la gestión de la pandemia. En esta línea, además del comité nacional, se constituyó un comité local de seguimiento diario en Canarias, integrado por personal de las áreas de recursos humanos, seguridad, así como el servicio médico, con el fin de coordinar actuaciones y asesorar e informar a la plantilla sobre las novedades legislativas, la utilización de equipos de protección y las medidas de higiene. Un comité que hoy en día sigue en activo, adecuando la actividad a las pautas que se van introduciendo en cada momento.
A su vez, el diálogo con la representación de los trabajadores, a través de reuniones semanales con los delegados de prevención de cada centro, ha facilitado la toma de medidas organizativas consensuadas, entre las que se incluye el escalonamiento de los horarios para evitar confluencia en los accesos, el establecimiento de cambios de turnos rotativos o la configuración de equipos de refuerzo de puesto críticos en teletrabajo.