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Doria Ramos recibe con ilusión la primera vacuna contra la COVID

Esta usuaria de 84 años del Hospital Nuestra Señora de los Dolores, en el municipio de La Laguna, espera que dentro de pocos días pueda visitar la casa de su hermana y “comerse unas papitas arrugadas”
Doria Anatolia, 84 años, recibe la primera vacuna de Canarias. | Sergio Méndez

Doria Anatolia Ramos González, de 84 años, fue la primera persona en Canarias en recibir la vacuna contra la COVID-19, que le fue administrada en el centro sociosanitario del Hospital Nuestra Señora de Los Dolores, de La Laguna, dependiente del IAAS del Cabildo de Tenerife. Sin nervios, pero sí muy emocionada e ilusionada al ser la primera en el Archipiélago en recibir el antídoto, Doria aseguró que así podrá recuperar de nuevo sus visitas, a su hermana los fines de semana, a la vez que reconoció que echaba de menos “comer unas papitas arrugadas”.
Las primeras 360 vacunas contra la COVID-19, que llegaron el sábado por la tarde a Tenerife y que fueron custodiadas en el cuartel de Almeyda, serían distribuidas ayer por la mañana entre las demás islas del Archipiélago en helicópteros del GES del Gobierno de Canarias para comenzar su administración en los centros sociosanitarios y de discapacitados de Canarias.
Sobre las 10.00 horas llegaron las 90 dosis correspondientes al Hospital Nuestra Señora de Los Dolores, custodiadas por la Policía Canaria. Solo nueve residentes no dieron su consentimiento para vacunarse. A lo largo de esta semana será el turno del personal del centro, una acción que se volverá a repetir dentro de 21 días.
La dirección del centro habilitó el amplio salón principal para realizar la vacunación con comodidad y, coordinados con su centro de Salud y el Servicio Canario de la Salud, acondicionó todo lo necesario para que los residentes pudieran desplazarse al lugar. En el caso de los pacientes encamados, las enfermeras acudirían a sus habitaciones para iniciar la vacunación.
Después de recibir el primer pinchazo, Doria Anatolia Ramos González, de 84 años, señaló que “estoy bien, gracias a Dios, ni estoy nerviosa ni nada, ya me he vacunado tantas veces..”, además de señalar que “no me marea la vacuna”. Luego comenzó a aplaudir, al igual que los demás presentes en la sala. Cuestionada por lo que iba a hacer a partir de ahora señaló que “voy a seguir trabajando en lo que pueda, haciendo croché, leyendo y no haciendo daño a nadie”, y reconoció que “ya tiene ganas” de visitar a su familia tras meses sin hacerlo.
Minutos después de recibir la vacuna contra el coronavirus, Doria Ramos, acompañada por la enfermera Ana Vanesa Castilla, acudió a la entrada del centro donde le esperaba la prensa.
Preguntada por cómo se sentía, aseguró: “Bien, gracias a Dios, no he sentido nada”, a la vez que señaló que “no he tenido miedo”, porque tenía claro desde que conoció que había una vacuna contra el coronavirus “que me vacunaba desde que pudiera” hacerlo.
Recomendó la vacunación a toda la población. “Yo les he dicho a todos aquí que hay que vacunarse. Los de fuera están con esa tontería de que no se quieren vacunar… Eso ni se oye ni se siente, la aguja es muy finita y ni se siente”, dijo categórica.
Cuestionada por lo que le gustaría hacer a partir de ahora, Doria Ramos González afirmó que deseaba salir junto a su familia. “Tengo ganas de ir a casa de mi hermana y comerme unas papitas arrugadas”, aunque no las acompañará con vino.
Recordó que el coronavirus no le ha “tocado a nadie” de la familia, mientras observaba de refilón a su hermana y a su cuñado, que acudieron al centro para presenciar este momento histórico, para esta octogenaria que no había pasado por un buen año, pero que la vacunación supone “un gran regalo” antes de despedirse deseando “salud para todos” los presentes.

En 42 días se vacunarán todos los mayores de los centros tinerfeños

Por su parte, Ramón Pinto Plasencia, director de Enfermería de la Gerencia de Atención Primaria de Tenerife, espera poder vacunar en 42 días a todos los residentes y trabajadores de los centros sociosanitarios de la Isla que hayan dado su autorización.
“Llevamos semanas trabajando de forma coordinada”, indicó. “La vacunación de la COVID es una política nacional y viene marcada por el Ministerio, que a su vez asumimos cada una de las comunidades”, comenzando por el primer escalón poblacional, el de las residencias de mayores y de discapacitados, y sus trabajadores. “En Tenerife tenemos 4.400 usuarios residentes y 3.700 trabajadores”, por lo que se han programado dos circuitos de 21 días de duración para inocular la primera dosis a todos los residentes y trabajadores, terminando antes de comenzar la segunda a los 21 días siguientes, “por lo que estimamos que en 42 días, podríamos tener todas las residencias de la Isla vacunadas, tanto públicas como privadas”, aseguró.
Sin embargo, estas previsiones dependerán del ritmo de las dosis que vayan llegando. “Nosotros adaptaremos el circuito en base a la logística de la llegada de vacunas y al tipo de centro sociosanitario al que acudamos”. Para ello, desde Atención Primaria, añadió que “hemos dimensionado unos vehículos y un equipo de enfermeras acompañadas por un soporte médico, así como auxiliares, para el registro, a fin de hacer circuitos a lo largo de la Isla, desplazándonos por zonas”.

“Hasta ahora encajábamos…, ahora atacamos”
Como amante de los deportes, Ramón Pinto hizo un símil pugilístico de la evolución del coronavirus. “Hasta ahora lo que hemos hecho es intentar encajar lo mejor posible los golpes que nos daba el coronavirus, nos hemos aislado, nos hemos protegido, hemos cambiado nuestras rutinas, y ahora es la primera vez que nosotros vamos a por el virus (atacamos) y tenemos un arma para ser proactivos, lo que supone un antes y un después. Sin olvidar que hay que mantener las medidas de protección, siguiendo con el lavado de manos, el uso de la mascarilla, manteniendo la distancia y evitando los espacios cerrados y abarrotados. Hay que ser responsables, y los ciudadanos a veces no nos damos cuenta de la importancia de esos pequeños gestos”.

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