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Indignación en Azorín por el uso del pabellón Pancho Camurria para los sinhogar

Los vecinos del barrio en el que se ubica el albergue demandan más empatía municipal para dejar de ser un lugar marginal fetiche

Azorín es el barrio con mayor presión social de Canarias, y lo es porque en él se ubica el Centro Municipal de Acogida (CMA) de la capital tinerfeña, el albergue, además de otros recursos sociales en sus inmediaciones. Los vecinos de la zona han manifestado a DIARIO DE AVISOS su hartazgo porque, una vez más, el Ayuntamiento haya elegido sus infraestructuras para destinarlas a reforzar los servicios sociales.

El anuncio del Consistorio de Santa Cruz de que el pabellón Pancho Camurria será destinado a acoger a las personas sinhogar para que pernocten en él, y así puedan cumplir con el toque de queda en vigor, ha hecho que el barrio muestre su disgusto por esta decisión. Ayer, la Asociación de Vecinos de Azorín se convertía en el vehículo por el que los vecinos canalizaban sus quejas. Tal y como explican desde la entidad, “Santa Cruz tiene más barrios, más polideportivos, pero siempre ponen todo en la misma zona. Los vecinos están indignados con esta decisión”.

Los habitantes de las inmediaciones entienden que es necesario habilitar una zona para que estas personas sinhogar puedan pernoctar, pero también exigen que no sea siempre en el mismo sitio, puesto que “luego se desentienden de ellos y de los conflictos que generan, porque entre ellos no solo hay personas sin recursos, sino también personas con adicciones, problemas de salud mental, que necesitan una atención especializada”, sostenía uno de los vecinos en declaraciones al DIARIO.

Es por ello que desde Azorín se reclama que ese pabellón debería estar a disposición de los vecinos para hacer deporte: “Somos de los pocos barrios donde no tenemos ni un polideportivo, y nuestra antigua cancha es donde actualmente está poblado de chabolas”.

Otra residente de la zona también mostraba su decepción como “vecina de Cepsa, nacida aquí”, ya que “hoy [ayer para el lector] me encuentro desmoralizada y desprotegida, con impotencia e indignada, sobre todo con estos políticos. Me gustaría saber qué tienen contra este barrio, que era maravilloso, y ahora es un entorno desprotegido e inseguro”. Asimismo, otra madre expresaba su amarga queja por esta decisión municipal. “He pasado del enfado a la tristeza. Llevamos un año luchando para que los alrededores del pabellón Pancho Camurria fuera un lugar limpio y seguro para nuestros pequeños deportistas, y cuando por fin se hace la limpieza y el desalojo adecuado nos encontramos con esto”, señaló.

“Ya no quedan hoteles para alojar a estas personas, el Recinto Ferial, cuarteles vacíos…”, se preguntaba esta progenitora que pide al alcalde, José Manuel Bermúdez, que recapacite sobre su decisión y piense en los clubes que utilizan el pabellón y en los pequeños, “que también son vulnerables”.

“Volvemos a igualar el Pancho Camurria con el albergue”

Una de las vecinas de la zona pone el acento de las quejas sobre la decisión tomada por el Ayuntamiento en el hecho de que, a su juicio, no es razonable que se equipare una instalación deportiva al Centro Municipal de Acogida. Y en esta línea, dirigiendo un mensaje al alcalde, le recuerda: “Sr. Bermúdez, volvemos a igualar el Pancho Camurria con el albergue”.

La mujer lamenta, además, que no se trate de habilitar otras infraestructuras, como se ha hecho en el pasado, citando algunas de carácter militar o el propio recinto ferial. “Espero que recapacite con esta propuesta, que piensen en el bienestar de todos”, señala.

El motivo por el que desde el Consistorio se quiere abrir el pabellón a los sinhogar es el aumento de personas que han acabado en la calle debido a circunstancias derivadas de la crisis sanitaria, unido a que, al acercarse fechas tan marcadas como el día 24 o el 31, se pretende evitar que pernocten a la intemperie, soportando el frío.

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