sociedad

Toque de queda nocturno, pero de día, fiebre de compras navideñas

Las aglomeraciones en los espacios comerciales choca con la necesidad de acatar las normas, aunque la fatiga ante los mensajes que recibe la población están haciendo mella en el cumplimiento
Los Bonos Consumo ya se pueden adquirir y empezar a canjear en los comercios

Responsabilidad individual. Ese es el mantra que desde la autoridades sanitarias no paran de repetir para que la población cumpla con las restricciones impuestas en Canarias, y particularmente en Tenerife desde el pasado sábado, para evitar el avance del coronavirus. Ayer, de nuevo, Tenerife, una isla con semáforo rojo y toque de queda, superó el medio centenar de casos (75) y sumó un nuevo fallecimiento. Todos están de acuerdo en que hay que cumplir las normas y ser responsables, pero lo que no parece estar tan claro es cómo ejercer esa responsabilidad individual. Se pide a la población que adelante sus compras navideñas. Llega un puente como el de este mes de diciembre, en el que la ciudadanía efectivamente puede salir a comprar con tiempo, pero se le critica porque una gran mayoría acude en masa a los centros comerciales. Allí, los establecimientos se defienden recordando hoy en DIARIO DE AVISOS que son lugares seguros, que ellos sí cumplen con las normas impuestas, respetan los aforos y hacen por que los clientes cumplan con las medidas de seguridad: mascarilla y gel hidroalcohólico. Los datos los acompañan, solo el 0,8% de los contagios se produce en los entornos comerciales. Tampoco reciben sanciones por incumplimiento de aforos, porque simplemente cumplen con ellos. Así que, de nuevo, la culpa recae en los ciudadanos.

Frente a eso, especialistas como la decana del Colegio Oficial de Psicología de Tenerife, Carmen Linares, advierte de que los incumplimientos, en muchos casos, tienen que ver más con la fatiga pandémica y con las contradicciones de las propias normas que con el hecho en sí de negarse a acatarlas. Desde otros sectores, como el de la medicina, Guillermo de la Barreda, el presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública, hace hincapié en la falta de medios, lo que conlleva que la parte científica no funcione como debería, y eso no es culpa de la población. Los mensajes confusos siguen dándose y se pide que no se salga a la calle, pero sí que vengan los turistas con pruebas ya hechas. El ministro de Sanidad aconseja no salir de casa y no descarta más restricciones.

Con respecto a las compras, la Organización de Consumidores (OCU) lanza mensajes algo más claros, velando por la coherencia de las medidas. Así, pide planificación de compras y, en el caso de las aglomeraciones en centros comerciales, habla de evitar poner en riesgo la salud entrando a un comercio que ya está lleno de gente. “Los riesgos son graves, la tasa de mortalidad por este virus es muy elevada y eso no debemos olvidarlo por ir de compras”, advierte la OCU hoy en el DIARIO.

Así que pruebas, cribados, rastreadores, todo lo que la Administración puede hacer mejor según los sectores consultados por este periódico, lleva de nuevo a que sean los ciudadanos los que están abocados a parar el virus, como espartanos en duelo con el todopoderoso dios-rey Jerjes. Así que para no acabar como la batalla de las Termópilas, la responsabilidad individual debe imponerse en aras del bien colectivo, con el apoyo de las autoridades.

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