cultura

Ausencias y presencias en la obra de Basil Kincaid

La Galería Leyendecker, en la capital tinerfeña, inaugura este viernes, 29 de enero, 'A restful place', una exposición de 'collages' impresos sobre aluminio del artista afroamericano
Basil Kincaid expone en Leyendecker un conjunto de ‘collages’ impresos sobre aluminio. / Basil Kincaid

Un lugar de descanso. La Galería Leyendecker, el espacio para el arte que dirigen Ángel Luis de la Cruz y Lele H. Colomer en la Rambla de la capital tinerfeña, abre sus puertas este viernes, 29 de eneero, a partir de las 18.00 horas, para mostrar A restful place, una exposición del artista afroamericano Basil Kincaid (San Luis, Misuri, 1986) en la que un estilo singular, genuino, confluye con la denuncia social, la tradición y la vanguardia.

Ángel Luis de la Cruz no ocultaba ayer su satisfacción por esta nueva propuesta que presenta Leyendecker. Por un lado, “porque se trata de la primera exposición que ofrecemos tras tantos meses condicionados por la pandemia del coronavirus” y, por otro, porque el protagonista es “un artista joven realmente interesante, tanto por su obra como por los materiales con los que la elabora y su forma de trabajarlos”. “Esta será su segunda exposición individual en Europa. Creemos mucho en su trabajo y vamos a acudir con él a las ferias de arte contemporáneo Estampa, Arco Madrid y Arco Lisboa”, apostilla.

Tal y como figura en la presentación que hace Leyendecker, la obra de Basil Kincaid “es profundamente personal y con una perspectiva activista. Conceptos de identidad, lugar, raza y ambientalismo están presentes en cada una de sus piezas. Pone el foco sobre la pobreza y el color, a la vez que busca alumbrar a comunidades poniendo el punto de atención en espacios abandonados, barrios en decadencia y sobre las personas que los habitan”.

‘To Create Belonging’ (2020). / Basil Kincaid

Kincaid, que comparte su residencia entre Estados Unidos y Acra, la capital de Ghana, es un creador con un discurso que se despliega en múltiples direcciones: fotografías, esculturas, objetos, instalaciones, dibujos y pinturas. Quizás una de esas vertientes que más llaman la atención es el acolchado, un ejercicio creativo en el que se sirve de los tejidos de múltiples colores que le facilitan o él mismo encuentra entre la basura (una práctica que incorpora al conjunto de su trabajo) para transformarlos en tapices y aplicarles una nueva categoría como obras de arte.

‘They Love Me, They Love Me Not, They…’ (2020). / Basil Kincaid

LAS SILUETAS

Otra de esas facetas es la que se va a poder contemplar desde el viernes en la Galería Leyendecker. “Son una serie de collages nada convencionales -precisa Ángel Luis de la Cruz-, impresos sobre aluminio”. Así, en lugar de escoger los materiales, adherirlos y quizás añadirle una impronta estética, Kincaid elabora sus creaciones agrupando los elementos del llamémosle cuadro, para entendernos, de una manera que no excluye la aleatoriedad, la improvisación. A su vez, presenta figuras humanas recortadas, con lo que estas ausencias en forma de silueta se convierten, por eso mismo, en presencias. Por último, todo ese conjunto, que no es de ningún modo estático ni permanente, es fotografiado y llevado al aluminio.

‘We Uplift’ (2020). / Basil Kincaid

 

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