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Europa, más cerca de autorizar el consumo de insectos comestibles

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) avala, por primera vez, el consumo de gusano de la harina o larva de escarabajo oscuro como aperitivo o como ingrediente

Aunque en España ya se podían comprar aperitivos elaborados con insectos, hasta ahora la Unión Europea no había avalado el consumo como alimento de un animal de este tipo, por lo que los comerciantes se servían de una legislación ambigua al respecto. Esto ha cambiado esta misma semana, después de que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicara su primera opinión sobre un insecto comestible, en la que concluye que el consumo de gusano de la harina o larva de escarabajo oscuro (Tenebrio molitor larva) por parte de seres humanos ya sea como snack o como ingrediente para otros alimentos no plantea problemas de seguridad, aunque puede provocar reacciones alérgicas.

La opinión emitida por el organismo europeo es la primera desde que entrara en vigor en enero de 2018 el reglamento sobre nuevos alimentos en la UE. Desde entonces, la EFSA ha recibido un “gran volumen” de solicitudes que cubren una “amplia variedad de nuevas y tradicionales” fuentes de alimentos, entre las que se incluyen productos derivados de plantas y algas, frutas no autóctonas e insectos comestibles, ha informado en un comunicado.

En cualquier paso, se trata de una recomendación por parte de las autoridades competentes, lo que significa que el consumo de este insecto todavía no está aprobado en la UE. El asunto pasará ahora a la mesa de los Estados miembros, que en el ámbito de expertos en el Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos tendrán que votar a favor de autorizar su comercialización en un plazo de siete meses. Así, el alimento para el que se ha solicitado autorización es el conocido como gusano de la harina, que se deshidrata para presentarlo con su forma de insecto o en polvo, con el objetivo de que sea consumido como snack o como ingrediente para otros alimentos. Sus principales componentes son proteínas, grasa y fibra.

El panel de expertos de la EFSA que ha evaluado la solicitud ha concluido que el consumo de este insecto “no es perjudicial desde el punto de vista nutricional”. Además, los estudios sobre su toxicidad han revelado que “no existen problemas de seguridad”. También descarta problemas en relación a la estabilidad del alimento siempre que éste cumpla con los límites específicos planteados por la solicitud. Sin embargo, la EFSA ha advertido de que el consumo del gusano de la harina puede provocar reacciones alérgicas a sus proteínas en personas que son alérgicas a los crustáceos o a los ácaros del polvo.

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