La Isla Bonita amaneció ayer con nieve y temperaturas muy bajas, como consecuencia del paso por Canarias de la borrasca Filomena, un acontecimiento que no hace sino confirmar las previsiones de los cabañuelistas, quienes anunciaban a finales del año pasado, en las fechas que marca la tradición, que se podría dar por finalizada, al menos durante algún tiempo, la dura sequía que ha asolado el campo palmero y ha puesto en jaque la supervivencia de muchos agricultores. “Por fin ha llegado un oro blanco, en pequeña cantidad, pero ha llegado”, publicaba la cuenta de Twitter Meteo Tenerife a primera hora de la mañana junto a una fotografía del Roque de los Muchachos completamente cubierto de nieve.
De este modo, La Palma ha vivido la que ya es su primera nevada del año, tras una semana de grandes precipitaciones que han asombrado a locales y foráneos, teniendo en cuenta que a lo largo de los últimos días se han podido captar instantáneas del discurrir de un amplio caudal de agua en el barranco de Las Angustias (Tazacorte), o en la capital, Santa Cruz, con fuertes escorrentías de que ocasionaron alguna interrupción momentánea del tráfico, si bien no se tuvo constancia de ningún incidente que revistiera gravedad.
En el norte de la Isla sí que se produjeron desprendimientos que dificultaron el paso de los vehículos por determinadas zonas. Es el caso de Tijarafe, localidad en la que varias piedras de grandes dimensiones obstaculizaron el camino a los turismos que intentaban acceder a lugares como la denominada Fuente del Toro. También en el túnel de la Galga, en Puntallana, donde tuvieron lugar caídas de pequeños cascotes.
‘FILOMENA’
De acuerdo con la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que mantiene a La Palma en aviso amarillo por riesgo de nevadas en las cumbres, por encima de los 1.700 metros, hay previsión de acumulación de hasta dos centímetros de altura en las próximas horas.
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