La crisis migratoria aprieta en el Archipiélago, y las organizaciones comienzan a alertar de un posible “estallido social” en caso de que no se gestione de la manera adecuada, al tiempo que critican, precisamente, las acciones enmarcadas en el llamado Plan Canarias del Ministerio de Migraciones español. De hecho, ayer el Defensor del Pueblo y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) reclamaban a Interior que permitiera la libre circulación de solicitantes de asilo desde Canarias, Ceuta y Melilla a la Península, tal y como estableció el Tribunal Supremo.
En respuesta a un abogado canario que presentó una queja ante el Defensor del Pueblo cuando se impidió a un solicitante de asilo viajar desde Gran Canaria a la Península, la institución dirigió un escrito a la Dirección General de la Policía con un “recordatorio” de este derecho de libre circulación de las personas solicitantes de asilo.
Desde CEAR, su secretaria general, Estrella Galán, lamentó que se estén permitiendo traslados de solicitantes de protección internacional “a golpe de denuncia o de recordatorios del Defensor del Pueblo, lo que evidencia el incumplimiento de la sentencia del Supremo, que reconoce el derecho a la libre circulación de los solicitantes de asilo por todo el territorio nacional”.
Por su parte, la organización SOS Racismo ha advertido de la existencia de una corriente cada vez más mayoritaria de personas que se sienten impunes ante el envío de mensajes con contenido xenófobo, como los investigados por la fiscal jefe de Las Palmas y que instan a cometer agresiones contra inmigrantes.
La entidad explicó a Europa Press que, más allá de la cuestión jurídica, están preocupados por la tendencia que se observa desde hace unos 10 años, con el auge de la extrema derecha en todo el mundo, por la que se realizan comentarios racistas en los discursos políticos que son “asumidos socialmente” De hecho, el portavoz de la ONG, Mikel Araguás, señaló que existe ya un perfil de ciudadano que “alardea de este tipo de posiciones” xenófobas. “Esa es la parte preocupante”, insistió.
A la llegada de la extrema derecha a la política habría que sumar, según SOS Racismo, la crisis de 2008, que provoca que la gente esté más receptiva cuando se le “azuza” desde fuera.