Hace ya tiempo que alguien tan poco sospechoso de ser nacionalista como Jerónimo Saavedra reconocía públicamente que el principal objetivo de un político de las Islas radica en explicar al ministro de turno que Canarias es tan distinta del resto de comunidades autónomas que siempre hay que tener en cuenta las singularidades del Archipiélago a la hora de legislar, y que, logrado el objetivo, al poco tenía que volver a Madrid para explicárselo al nuevo ministro.
Por eso resulta especialmente llamativo que, en una situación tan complicada como la actual, el Gobierno de España otorgue un trato preferencial a Canarias, y particularmente a las pymes y los autónomos isleños de más de 100 sectores productivos, incluidos los del turismo.
La consecuencia es que, de un fondo estatal de 7.000 millones de euros para ayudas directas a estas empresas, 2.000 se repartirán entre los dos archipiélagos: Canarias y Baleares.
Considerando el factor poblacional (2.175.952 residentes por estos lares y 1.210.750 en el caso mediterráneo a 1 de enero de 2020), y el hecho de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, reconoció ayer que el reparto se llevará cabo en base a los mismos criterios seguidos para la distribución del fondo europeo ‘React EU’, esto es, el impacto de la pandemia en la riqueza de la comunidad, el impacto en el desempleo y en el desempleo juvenil, a nadie se le escapa de que vendrán a Canarias, como mínimo y en el peor de los casos, más de 1.000 millones de euros que comenzarán a tramitarse en, como máximo, 40 días.
Es más, el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, desveló otra clave: “El concepto de su distribución es la caída de los afiliados a la Seguridad Social. Estamos hablando de una cantidad muy relevante que podría estar por encima de los 1.000 millones de euros para Canarias”, un dato que su vicepresidente, Román Rodríguez, confirmó anoche a este periódico: “Se reconoce nuestra singularidad”, concluyó.
A esa cantidad habría que sumar los más de 269 millones destinados por la propia Comunidad Autónoma Canaria a nuestro tejido empresarial.
Una cita clave hace un mes
Como toda historia con final feliz, como es la de cuota canaria de las ayudas directas a las pymes y autónomos isleños, tiene su intrahistoria, y esta pasa por una cita que tuvo lugar en Las Palmas de Gran Canaria hace menos de un mes.
El encuentro, que duró más de dos horas, se produjo el pasado 18 de febrero, y fue posible gracias al acto de toma de posesión del actual presidente de la Zona Especial de Canarias (ZEC), Pablo Hernández.
La presencia en las Islas de la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno de Canarias, María Jesús Montero, resultó más que oportuna para las autoridades isleñas en un momento donde se confirmaba que no habría un respaldo directo al turismo canario.
Allí acudieron tanto el presidente regional, Ángel Víctor Torres, como su vicepresidente, Román Rodríguez, y el implacable argumento de los números hizo el resto.
Es obvio que Montero tomó consciencia ese día de que no hay otra región en España que sufra más esta crisis que Canarias, y la consecuencia resultado se supo ayer.
Por esta vez, Madrid escuchó a los canarios. Hasta que haya que explicárselo a la siguiente ministra, claro.
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