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Y a la tercera fue la vencida: primer aterrizaje de Starship

Pese a la explosión que destruyó el vehículo minutos después de posarse, el buen resultado de la prueba supone un impulso a la nave de SpaceX que pretende la nueva conquista del espacio
Instante de la primera ignición de la Starship SN10
Instante de la primera ignición de la Starship SN10
Instante de la primera ignición de la Starship SN10

A las 23.14 (hora canaria) del miércoles, después de un primer intento abortado automáticamente en el momento de la ignición debido a problemas de empuje en uno de los tres motores Raptor, despegaba desde las instalaciones de SpaceX en Boca Chica, al sur del estado de Texas, el prototipo SN10 de la nave Starship. Es el tercer aparato de pruebas a escala real que la compañía utiliza para sus ensayos, tras los SN8 y SN9, que, pese a haber despegado y volado como se esperaba, se estrellaron en sus respectivos intentos de tomar tierra. Sin embargo, el SN10 logró por fin completar con éxito todas las maniobras necesarias hasta posarse en el suelo tras un vuelo suborbital de seis minutos y 20 segundos de duración.

Aunque la nave consiguió posarse correctamente, un mal funcionamiento en el bloqueo de una de las patas del tren de aterrizaje hizo que quedara ligeramente inclinada sobre la plataforma. Por otra parte, un escape de metano iniciado segundos antes del contacto con el suelo originaba un incendio en la base del vehículo. Finalmente, ocho minutos después de tomar tierra, el incendio, que no pudo ser sofocado por los sistemas de extinción de la plataforma, provocó una explosión que causó la destrucción del prototipo. A pesar de este percance y la consecuente pérdida del aparato, la prueba fue calificada de rotundo éxito, al haber logrado todos sus objetivos, especialmente el de completar el primer aterrizaje de una nave Starship.

El evento fue seguido por cientos de miles de personas a través de la multitud de plataformas y canales que retransmitieron el momento en vivo. El seguimiento que despiertan en los últimos años las misiones espaciales y las pruebas de los prototipos de nuevas naves y cohetes pone de manifiesto el momento dulce que atraviesa la exploración espacial en cuanto al interés del público y los medios de comunicación se refiere. No en vano, algunos de los eventos más seguidos del último año han sido la llegada a Marte del róver Perseverance, el 18 de febrero; el primer encendido estático del nuevo cohete pesado de la NASA, el SLS (con el que la agencia pretende volver a llevar personas a la Luna), el 16 de enero, y el primer vuelo tripulado al espacio realizado por una compañía privada, realizado el 30 de mayo de 2020, por la cápsula Crew Dragon, también de SpaceX.

Llevar a buen término el primer aterrizaje de una Starship ha supuesto un camino que SpaceX ha cimentado sobre su habitual filosofía de trabajo basada en el método de ensayo y error. La compañía no escatima en pruebas y saca a cada una de ellas el máximo rendimiento en cuanto a datos que le permitan mejorar en los siguientes intentos. Las sonadas explosiones de los dos prototipos anteriores de la Starship, SN8 y SN9, pudieron parecer un fracaso (al fin y al cabo, se estrellaron contra el suelo y volaron pedazos), pero no es otra cosa que la ingente cantidad de datos recabados en ambas pruebas lo que ha llevado a la mejora y éxito de este tercer prototipo. Son pasos ineludibles en el progreso y desarrollo de la nave. Como reza el dicho popular: “No se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos”.

La espectacular deflagración supuso la destrucción total del prototipo. NSF
La espectacular deflagración supuso la destrucción total del prototipo. NSF

LA REALIDAD QUE SUPERA A LA FICCIÓN

La historia del Falcon 9, el que hoy por hoy es el cohete insignia de SpaceX, estuvo igualmente jalonada de explosiones y fiascos. La tecnología que permite al Falcon 9 volver del espacio y aterrizar verticalmente con extrema precisión, ya sea en tierra o a bordo de barcazas, parecía algo tan solo posible en el mejor cine de ciencia ficción, hasta que en diciembre de 2015 el cohete logró completar su primer aterrizaje propulsado para asombro del mundo. Desde entonces, tras más de un centenar de misiones completadas, el sistema es una realidad que en el plazo de tan solo cinco años se ha convertido en una de las opciones más fiables y económicas para llevar cargas al espacio, con decenas de lanzamientos anuales en su haber.

Del mismo modo que el Falcon 9 en su momento, ahora la Starship se somete a los ensayos y mejoras en las tecnologías del aparato que ya han llevado a su primer aterrizaje. Si bien es evidente que aún queda mucho camino por recorrer para el perfeccionamiento del vehículo, cabe preguntarse de qué será capaz en unos años y hasta donde nos habrá llevado para entonces.

Momentos finales del descenso propulsado. En la imagen se pueden apreciar las primeras llamaradas debidas a un escape de metano que acabaría provocando la explosión de la nave ocho minutos después de completar el aterrizaje. SpaceX
Momentos finales del descenso propulsado. En la imagen se pueden apreciar las primeras llamaradas debidas a un escape de metano que acabaría provocando la explosión de la nave ocho minutos después de completar el aterrizaje. SpaceX

CÓMO HACER HISTORIA

El del miércoles fue otro de los momentos para la historia a los que empieza a acostumbrarnos SpaceX, una compañía que comparte con el público por igual sus éxitos que sus fracasos y que ha sabido ganarse las simpatías de una legión de entusiastas.

La empresa del visionario Elon Musk ha dado nuevos bríos a la industria espacial, al tiempo que ha despertado el interés y la imaginación de muchas personas alrededor del mundo, entre ellas niños y jóvenes estudiantes que tal vez formen parte de la siguiente generación de ingenieros y científicos que nos lleve a dar los próximos pasos en la exploración del universo.

El futuro se presenta prometedor para la Starship. Sin lugar a dudas, más pronto que tarde seremos también testigos del primer vuelo orbital de prueba de la nave. No olvidemos que este vehículo espacial de 50 metros de altura (el equivalente a un edificio de 16 plantas) es solo la segunda etapa de un sistema de lanzamiento mucho mayor. La primera, sobre la que se asentará la Starship, es el cohete Super Heavy de 70 metros de altura, cuyo primer modelo, denominado BN1, se encuentra prácticamente terminado y pronto comenzará también su fase de pruebas.

Por el momento, el siguiente prototipo de la Starship, el SN11, está listo para su traslado a la rampa de lanzamiento para el siguiente ensayo.

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