La obesidad es una enfermedad inflamatoria, es decir, una reacción defensiva crónica del organismo ante la agresión que le supone el exceso de nutrientes.
Una información que ha sido empleada por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) para intentar combatir la obesidad. Su trabajo, que se publica esta semana en Nature Metabolism, muestra que un fármaco ya en uso contra enfermedades cardiovasculares, la digoxina, reduce la inflamación y logra una pérdida de peso de un 40% en ratones obesos, sin efectos secundarios.
La digoxina llega a revertir por completo la obesidad: los ratones tratados alcanzan el mismo peso que los animales sanos no obesos. Además, los ratones también se curaron de los trastornos metabólicos asociados a la obesidad.
La digoxina actúa reduciendo la producción de una molécula que generalmente provoca inflamación.
Comprobaron que los animales, obesos por estar sometidos a una alimentación hipercalórica, siguieron comiendo lo mismo a la vez que tomaban digoxina. Sin embargo, mostraron una activación del metabolismo basal, que genera un consumo del exceso de grasa y la pérdida de peso, sin efectos adversos. Los beneficios se mantuvieron durante al menos 8 meses, lo que sugiere que no se desarrollan mecanismos de resistencia.
El hallazgo tiene por tanto relevancia clínica: “Es tentador proponer que los pacientes con obesidad podrían tomar digoxina durante un periodo corto, hasta estabilizar la pérdida de peso, y que después sigan una dieta saludable”, dice Ana Teijeiro, primera firmante del trabajo.
Un estudio del @CNIOStopCancer desvela que un fármaco ya en uso en humanos corrige la obesidad en ratones, sin efectos secundarios.
Los animales tratados con digoxina perdieron hasta un 40% de peso incluso comiendo una dieta rica en grasa
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— Ministerio de Ciencia e Innovación (@CienciaGob) April 19, 2021