El XIX Festival de Música Antigua y Barroca del Puerto de la Cruz programa este jueves, 1 de abril, la interpretación del Requiem de Mozart, en versión para cuarteto de cuerda, a cargo del Ensemble Sul-Cordas. El concierto, que comienza a las 17.00 horas, tendrá lugar en la iglesia anglicana de la ciudad turística.
El Ensemble Sul-Cordas es una formación camerística que surge de la Orquesta Sinfonietta de Canarias, integrada por artistas profesionales residentes en el Archipiélago. Sus integrantes, con una gran formación tanto interpretativa como pedagógica, han formado parte de diferentes orquestas del mundo, como la Orquesta Sinfónica de Venezuela, la Orquesta del Teatro Alla Scala de Milán o la Orquesta Sinfónica de Tenerife. Sul-Cordas comienza su andadura en 2018, participando el Festival de Música Religiosa de Canarias y ofreciendo conciertos en diferentes escenarios de las Islas. Entre sus objetivos figuran desde interpretar las composiciones de los más grandes autores hasta abordar la música actual, buscando el disfrute y el mayor enriquecimiento musical del público. Sul-Cordas está conformado por Olivia Pehme (violín), David Villaverde (violín), Ewa Moszczynska (viola) y Miguel Ángel Vilariño (violenchelo).
La misa de réquiem es un genero muy cultivado por compositores de épocas dispares. Quizás el mejor y más bello ejemplo sea el Requiem en re menor (KV 626) de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791). Toda la obra goza de una belleza inefable, pero destaca la fuerza expresiva del Dies irae, que pone el vello de punta a quien lo escucha viviendo la letra y el momento evocado. El Requiem de Mozart es una obra incompleta y, por tanto, existen diferentes versiones, como las de Beyer, Maunder, Robbins Landon, Druce y Levin. La más famosa es la de Süssmayr, revisada por Franz Beyer en 1972, que intenta recuperar la más auténtica pureza mozartiana, aunque, tiene también sus críticos.
Mozart dejó terminada la Introducción y había redactado gran parte de los cinco primeros movimientos de la Secuencia (del Dies irae al Confutatis), además de ocho compases del sexto
movimiento, Lacrimosa. También dejó bosquejos avanzados del ofertorio. Süssmayr añadió el trombón del Tuba mirum, escribió el Sanctus, el Benedictus y el Agnus basándose en los esbozos e ideas de Mozart. Finalmente, repitió la fuga del Kyrie, algo que no era infrecuente (como se ve en la Misa de la Coronación).