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El trompetista de la sonrisa eterna que llegó por amor

Consternación generalizada por el fallecimiento de Nilo Caparrosa, un hombre generoso que regaló su amistad y simpatía mientras llenaba de música las calles de Santa Cruz
Nilo Caparrosa, junto a su hija Sislena. DA

Si el verdadero tamaño de una persona se mide por la reacción que provoca su pérdida, ayer se fue un grande de Santa Cruz, un tinerfeño merecedor de todos los honores. Para ello no le hizo falta acumular fortunas ni atesorar blasones. A Nilo Caparrosa, el trompetista de la sonrisa eterna que coloreaba con su música las calles de la capital, le ha bastado con ser, sobre todo, buena gente. La noticia sobre su fallecimiento, conocida a media tarde de ayer, corrió como la pólvora, dejando tras de sí una tristeza unánime entre tantos que han disfrutado, no ya de su arte, sino de su carácter afable y una actitud generosa para con el prójimo que muchos ayer recordaban. Capa, como le conocían sus compañeros de oficio, se va a los 63 años de edad dejando seis hijos y un legado de simpatía popular en una Isla a la que llegó hace 35 años por amor.

El origen

Nilo Caparrosa nació el 26 de septiembre de 1957 en la República Dominicana, pese a que no pocos achacaban erróneamente su innato talento musical a un origen cubano que no era tal. Músico de siempre, lo suyo siempre fue la trompeta, más allá de algún escarceo con otros instrumentos. En su presentación de Facebook se autodefinía como músico y luego como trompetista. A continuación, presumía de su doble condición como dominicano y chicharrero, y de orgullo paterno por su hija Sislena, para terminar recordando que en su día tocaba con su ilustre paisano y colega Juan Luis Guerra.
Recordaba ayer Sislena a este periódico que su padre se asentó por estos lares hace ya 35 años por una causa tan poderosa como el amor que sentía por la que luego fue su madre, una canaria a la que seguramente conoció por el oficio, dado que era cantante. También el abuelo paterno de Sislena era músico. Es obvio que los sentimientos del joven trompetista eran sinceros, porque desde entonces hizo de Tenerife, concretamente de Santa Cruz, su hogar, más allá de algunas visitas a su patria natal, donde residen cuatro de sus seis hijos.
“Cuando llegó a Tenerife tocaba en una orquesta que se llamaba Robinson, o algo así”, recordaba ayer Sislena, quien en no pocas ocasiones hizo memorables dúos junto a su progenitor, con quien siempre le unió una especial relación.

El amigo

“Fue la primera persona que me echó una mano cuando llegue aquí, pero eso no me pasó solo a mí. Te lo pueden confirmar muchos músicos”, explicaba ayer Simone Turinese, presidente de la Asociación de músicos callejeros de La Laguna, que ayer mismo iniciaba los primeros contactos para que el certamen Callejearte, previsto para el próximo 17 de abril en el Parque de Las Mantecas, pase a denominarse Festival Nilo Caparrosa. “Capa no solo tenía siempre una sonrisa y la vocación de buscar acuerdos para evitar los conflictos”, recordaba un consternado Turinese, “sino que además era solidario y daba la cara por el colectivo, como hizo en estos meses de la pandemia. Y eso que a él le afectaba mucho, porque disfrutaba tocando en la calle, era feliz y veía que no se podía, aunque hacía un agujero en la mascarilla para poder tocar la trompeta. Además, esa actitud de pelear por todo el colectivo no es de ahora, sino que antaño, cuando no había una asociación como ahora, se prestaba a cualquier iniciativa que mejorase las condiciones de los músicos callejeros, pero también de orquestas, que tocó en muchas”.

Tocando en una calle lagunera junto a otros músicos hace apenas una semana. DA

El personaje

Resulta sencillo recordar al sonriente trompetista en la esquina de la calle del Castillo cercana a la plaza del Príncipe. De su instrumento, cual flautista de Hamelin, salían las notas que eran como un imán para los niños, que en su pureza de corazón reconocían a Nilo como uno de los suyos. Él disfrutaba con su cercanía y, desde luego, con el regalo de la música, sabedor de que, cuanto menos, creaba un instante de belleza en la lucha cotidiana de los que transitaban por esa columna vertebral del callejero capitalino. En una pequeña e informal encuesta entre varios amigos del artista, destacan, sin que ello suponga excluir otros, dos temas entre los especialmente preferidos por el trompetista: La vie en rose y La vida es un carnaval.

Cuando el azar te regalaba un encuentro casual con Nilo, el personaje dejaba salir a la persona que se presentaba inconfundiblemente con una sonrisa y el trato amable. “No entendía porqué la gente no era feliz, siempre evitaba el conflicto”, resume Turinese esta particular filosofía existencial de su colega.

El padre

Aunque el trompetista ya se había convertido en un vecino reconocible y reconocido por los chicharreros, el éxito de su hija Sislena en un concurso televisivo celebrado en 2013 aumentó todavía más su popularidad. De aquella etapa quedan las fotos de padre e hija, ambos rostros iluminados por la felicidad que evidentemente generaba tan buenos tiempos, pero que eran mucho mejores al poder compartirlos.

Fue Sislena quien ayer alertó a las autoridades sobre la falta de noticias de su padre, que ya se prolongaba unos días. Al no responder a la puerta, se procedió a entrar en su domicilio, donde lo hallaron sin vida en la mañana de ayer. “Será el jueves o el viernes cuando lo despediremos en Arafo”, apuntaba anoche Sislena. Será el adiós de un hombre que se hizo gigante haciendo un poco más felices a los demás.

“Lo mejor que me ha pasado en la vida”

Rota por el dolor, pero consciente de la formidable oleada de mensajes de afecto y condolencias que no pararon de llegarle durante todo el día, Sislena, hija de Nilo Caparrosa, agradecía esas muestras de consideración durante la conversación que mantuvo con DIARIO DE AVISOS. La cantante, cuya carrera ya cuenta con éxitos notables como el triunfo en el talent show de Telecinco Tú sí que vales gracias a su fantástica interpretación de Nessun dorma (de la ópera Turandot, de Puccini), describía ayer a su padre como “lo mejor que me ha pasado en mi vida, lo mejor que he tenido. Él siempre me llamaba su bebé más querido”.

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